El estreno de la temporada 51 de Saturday Night Live (SNL) el 4 de octubre, con Bad Bunny como anfitrión y Doja Cat como invitada musical, marcó un hito cultural al incluir un sketch dedicado a El Chavo del 8, la icónica serie mexicana creada por Roberto Gómez Bolaños («Chespirito»). Este segmento, el último de la noche, no solo recreó con fidelidad el humor absurdo y las dinámicas caóticas de la vecindad, sino que lo adaptó al inglés para un público estadounidense, manteniendo frases clave en español y efectos sonoros originales como las risas enlatadas y el «¡Señor Barriga!» con su característico timbre. El sketch ha sido calificado como un «tributo nostálgico» que resalta la influencia global de la serie en la diáspora latina, generando reacciones eufóricas en redes sociales y medios especializados.
Bad Bunny, el artista puertorriqueño recién confirmado para el Super Bowl LXI en 2026, usó su monólogo inicial para abordar la controversia por su selección como headliner, enviando un mensaje de empoderamiento a la comunidad latina: «Esto es para todos los que crecimos viendo shows como El Chavo, que nos enseñaron a reírnos de todo». El sketch de El Chavo surgió como cierre perfecto, alineado con el tema de visibilizar la cultura latina en un programa históricamente anglocéntrico. Jon Hamm, quien bailó en el monólogo de apertura, hizo un cameo sorpresa en el sketch, reforzando la conexión con celebridades que admiran a Bad Bunny. Otro invitado especial, Benicio del Toro, apareció en un segmento previo sobre «inventar el español», complementando el enfoque latino del episodio.
El episodio completo incluyó otros sketches como un «Jeopardy!» fallido con Bad Bunny y un tributo a K-Pop con cameos de cantantes como Ejae y Audrey Nuna, pero el de El Chavo se robó las miradas por su autenticidad y humor físico, satirizando el «pastelazo» y los malentendidos literales que definían la serie original.
Elenco y Recreación Fiel de Personajes
El sketch mantuvo la esencia de la vecindad, con adultos interpretando a «niños» como en el original, y un elenco diverso que honró las raíces latinas:
- El Chavo: Marcello Hernández (de origen cubano-dominicano, miembro del elenco de SNL desde 2021) capturó la inocencia torpe del huérfano que vive en un barril, recordando a Chespirito con sus intervenciones ingenuas.
- Quico: Bad Bunny brilló con los cachetes inflados, el llanto exagerado y el acento nasal, emulando a Carlos Villagrán. Su química con Hernández generó momentos hilarantes, como cuando Quico grita «¡Eso no es un barril, es un closet!» en inglés.
- La Chilindrina: Sarah Sherman (conocida por su humor irreverente en SNL) revivió a María Antonieta de las Nieves con peluca rubia y trenzas, destacando en escenas de hambre y pastelazos.
- Don Ramón: Andrew Dismuke, el flojo eterno que evade la renta, con su sombrero y prepotencia.
- Doña Florinda: Chloe Fineman, la madre sobreprotectora que siempre culpa a Don Ramón con una cachetada icónica.
- Señor Barriga (Mr. Stomach en el sketch): Kenan Thompson, el casero regordete que aterroriza a Don Ramón, fiel al Édgar Vivar original.
- Profesor Jirafales: Jon Hamm en un cameo breve pero memorable, con bigote y frac, saludando con «¡Ta-ta-ta-tá!» como el galán de Doña Florinda.
Ausente estuvo Doña Clotilde («La Bruja del 71», Angelines Fernández), pero el foco en el elenco principal permitió una recreación concisa de 3-4 minutos. Comparaciones visuales en redes muestran similitudes sorprendentes, especialmente Bad Bunny con Villagrán.
Desarrollo Detallado del Sketch
Fiel al original de los 70, el guion recreó pleitos cotidianos con diálogos adaptados al inglés, pero conservando giros en español para autenticidad:
- Don Ramón (Dismuke) presume de «trabajar», y Quico (Bad Bunny) ironiza: «Ah, por fin estás trabajando». Amenazas de martillo llevan a El Chavo recordando: «Mi mamá decía: ‘Nunca pegues a tu enemigo'». Quico, conmovido, declara amistad antes de correr por su madre.
- Doña Florinda (Fineman) llega, todos señalan a Don Ramón, y ¡cachetada! Chilindrina (Sherman) pide comida; El Chavo lanza un pastelazo. Quico pregunta si sigue hambrienta y, al sí, responde en español: «¡Entonces, tóma torta!» (jugando con «torta» como golpe o sándwich).
- Señor Barriga (Thompson) irrumpe por la renta; Chilindrina niega tener padre. Don Ramón jura tener el dinero, desmayando casi al casero. Quico advierte: «¡Vas a romper el piso!». Frustrado, Barriga se va por un «sandwichito».
- Don Ramón llama «lunáticos» a los niños, llantos colectivos. Doña Florinda culpa de nuevo. Entra Jirafales (Hamm), recibido con besos de Florinda, cerrando en caos feliz.
Efectos como el barril de El Chavo y sonidos de golpes mantuvieron la nostalgia, satirizando el slapstick latino.
Reacciones y Relevancia Cultural
El sketch explotó en X (con más de 15,000 likes en el post oficial de @nbcsnl) y Reddit, donde fans latinos lo tildaron de «10/10 por esfuerzo cultural» y «joya para los 350 millones que crecimos con él», aunque algunos en EE.UU. lo vieron como «de nicho». Críticos de Billboard y Deadline alabaron cómo Bad Bunny «conquistó con humor nostálgico», elevando la visibilidad de Chespirito en un año de su 50 aniversario (la serie debutó en 1973).
El Chavo del 8 trascendió México: para 1975, alcanzaba 350 millones de espectadores semanales en Hispanoamérica, Europa y Asia, satirizando clases sociales en una vecindad humilde. Personajes como Quico (niño rico mimado) y Don Ramón (deudor crónico) reflejan desigualdades con comedia universal. Hoy, con remakes en Brasil y EE.UU., este sketch de SNL afirma su legado eterno, especialmente para millennials latinos como Bad Bunny, quien lo llamó «mi show favorito de infancia».



