Nueva York, EE.UU.- En una victoria que sacude los cimientos del establishment político neoyorquino, Zohran Mamdani, un demócrata socialista nacido en Uganda, se impuso con claridad en las elecciones municipales del martes, convirtiéndose en el alcalde electo de la Gran Manzana. Con el 91% de los votos escrutados, Mamdani capturó el 50.4% de los sufragios, dejando atrás al exgobernador Andrew Cuomo, quien obtuvo el 41.6% como independiente, y al republicano Curtis Sliwa, con apenas el 7.1%. Este triunfo no solo marca el regreso de la izquierda progresista a la cima del poder local, sino que también se erige como un test inicial para las políticas de Donald Trump, en una jornada electoral que favoreció ampliamente a los demócratas en varios frentes del país.
La contienda por la alcaldía de Nueva York, la mayor urbe de Estados Unidos con más de ocho millones de habitantes, se desarrolló en un contexto de alta tensión tras la salida de Eric Adams, quien enfrentó acusaciones federales de corrupción en 2024 que, aunque desestimadas meses después bajo la administración Trump, erosionaron su popularidad hasta forzar su retiro de la carrera en septiembre. Mamdani, miembro de la Asamblea Estatal desde 2021, emergió victorioso en las primarias demócratas de junio mediante un voto clasificado, derrocando sorpresivamente a Cuomo en un giro que galvanizó a los socialistas demócratas de América.
El martes, más de dos millones de neoyorquinos acudieron a las urnas, rompiendo el récord de participación desde 1969 y superando con creces el millón de votos de 2021. En su primer discurso desde el Paramount Theatre de Brooklyn, ante una multitud eufórica, Mamdani celebró el fin de una «dinastía política» aludiendo al legado familiar de Cuomo, cuyo padre también gobernó el estado. «El futuro está en nuestras manos. Amigos, hemos derrocado una dinastía», proclamó, mientras destacaba la diversidad de su base electoral: desde abuelas mexicanas hasta taxistas senegaleses, enfermeras uzbecas y tías etíopes. «Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes, construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes. Y a partir de esta noche, liderada por un inmigrante», añadió, sellando su promesa de una administración inclusiva.
Desafío abierto a Trump y divisiones nacionales
El nuevo alcalde no escatimó en confrontar directamente al presidente Trump, quien durante la campaña lo tildó de «comunista» y amenazó con recortar fondos federales a la ciudad si ganaba. Media hora después de la proclamación de victoria, Trump atribuyó las derrotas republicanas del día –incluyendo esta– al cierre de gobierno en curso, el más largo de la historia con 35 días acumulados por desacuerdos presupuestarios. En respuesta, Mamdani elevó la apuesta: «Donald Trump, sé que me está viendo. Solo tengo cuatro palabras para usted: ¡suba el volumen!», gritó desde el podio, evocando un himno de resistencia que encendió los vítores de sus seguidores. «Para llegar a cualquiera de nosotros, tendrá que pasar por encima de todos nosotros», zanjó, posicionando a Nueva York como baluarte contra las políticas de Washington.
Esta elección, la primera de envergadura tras la reelección de Trump en noviembre de 2024, se interpreta como un barómetro de su mandato. Los demócratas celebraron avances en otros estados: Abigail Spanberger se alzó como la primera gobernadora mujer de Virginia, Mikie Sherrill triunfó en Nueva Jersey, y California aprobó la Proposición 50 para redibujar distritos electorales, contrarrestando maniobras republicanas en Texas de cara a las elecciones de medio termino de 2026. Gavin Newsom, gobernador de California, lo resumió así: «¡Qué noche para el Partido Demócrata! Ya no estamos a la defensiva, sino alerta».
A sus 34 años, Mamdani asumirá como el alcalde más joven en un siglo, el primero musulmán y el primero nacido en África en la historia de la ciudad, un hito que refleja la demografía diversa de Nueva York. Su campaña giró en torno a la accesibilidad económica, eje central en una urbe donde uno de cada cuatro residentes vive en pobreza y 500,000 niños pasan hambre nocturna. Propone congelar alquileres para un millón de inquilinos, construir 200,000 viviendas asequibles, implementar cuidado infantil universal gratuito, autobuses públicos sin costo y tiendas de comestibles municipales, todo financiado por un impuesto del 2% a ingresos superiores al millón de dólares y gravámenes mayores a corporaciones.
Estas ideas, sin embargo, generaron fisuras en el Partido Demócrata. Líderes centristas como Chuck Schumer y Hakeem Jeffries tardaron en respaldarlo, viéndolo como demasiado radical para un presupuesto municipal de 115,000 millones de dólares y 300,000 empleados. Cuomo, en su fallida postulación independiente, lo acusó de inexperto y extremista, proponiendo en cambio subsidios moderados al transporte y pruebas de ingresos para viviendas reguladas. Desde el ala republicana, Curtis Sliwa abogó por mano dura contra el crimen y derechos animales, rechazando presiones para retirarse y alinearse contra Trump. Críticos empresariales cuestionan la viabilidad de las reformas, pero Mamdani las defiende como esenciales para preservar «lo que hace especial a esta ciudad».
De Kampala a Brooklyn: El ascenso de un millennial con raíces globales
Nacido el 18 de octubre de 1991 en Kampala, Uganda, Mamdani emigró a Nueva York a los siete años con su familia, naturalizándose estadounidense en 2018 tras estudiar en el Bronx High School of Science y graduarse en Estudios Africanos en Bowdoin College, donde cofundó la rama estudiantil de Estudiantes por la Justicia en Palestina. Sus padres, la aclamada directora de cine Mira Nair y el académico Mahmood Mamdani de Columbia University, moldearon su visión progresista, influida por sus herencias ugandesa e india.
Antes de la política, trabajó como asesor de vivienda en Queens, combatiendo desahucios entre dueños de bajos ingresos. Millennial carismático, abrazó las redes sociales para movilizar a un ejército de voluntarios que lo catapultó desde el 1% en encuestas iniciales a la victoria. Publicó videos en urdu con guiños a Bollywood y en español, conectando con comunidades inmigrantes. Casado con la artista siria Rama Duwaji, de 27 años, a quien conoció en la app Hinge, Mamdani ha navegado tensiones como el islamofobia post-11-S y críticas por sus lazos ugandeses, asumiendo públicamente su fe musulmana pese a riesgos de seguridad. «Presentarse como musulmán es sacrificar la sombra por la luz», reflexionó en un mitin primaveral.
La victoria de Mamdani desató un torrente de reacciones. Bernie Sanders, el senador independiente de Vermont y mentor ideológico, la calificó como «uno de los grandes giros políticos en la historia moderna de EE.UU.», prometiendo colaboración para un gobierno al servicio de la clase trabajadora. Barack Obama felicitó a los demócratas ganadores, recordando que «cuando nos unimos en torno a líderes con visión, podemos ganar». Hakeem Jeffries enmarcó el resultado como un veredicto contra el «alto costo de vida» impulsado por Trump y los republicanos.
Desde el otro lado, el presidente de la Cámara Mike Johnson lo tildó de «extremista marxista» cuya elección acelera la «transformación socialista» del Partido Demócrata. Trump, aunque silencioso sobre Mamdani, culpó al shutdown por las derrotas republicanas, mientras figuras como Marjorie Taylor Greene y Nancy Mace avivaron ataques islamófobos durante la campaña. Analistas como Anthony Zurcher de BBC ven en Mamdani un puente entre la izquierda cultural y los temas económicos de la clase obrera, un político joven y étnicamente representativo que derrota al establishment sin renunciar a sus principios.
En un momento de polarización nacional, este triunfo plantea interrogantes: ¿podrá un novato ejecutivo lidiar con una administración Trump hostil? ¿Sus reformas sobrevivirán a la resistencia corporativa? Por ahora, Nueva York brilla como «la luz en la oscuridad política», tal como prometió su nuevo líder, listo para redefinir la metrópolis más icónica del mundo.



