Tras casi un mes de protestas y manifestaciones por el alza a los combustibles, el presidente francés Emmanuel Macron, envía acuse de recibo y responde finalmente a las demandas de los “gilets jaunes” o chalecos amarillos. Entre las medidas anunciadas para calmar los ánimos y paliar la mermada situación económica de los franceses, el presidente francés anunció un alza al salario mínimo de cien euros mensuales.
“La cólera que hoy se expresa es justa en muchos aspectos. Puede ser nuestra oportunidad”, dijo Macron en un discurso desde el palacio del Elíseo. “Sé que a veces he herido a algunos de ustedes con mis palabras”, añadió el titular del Ejecutivo
Con estas medidas, Macron intenta salvar su presidencia y su vínculo con el electorado, el cual lo encumbró a la presidencia hace apenas un año y medio y que él se ha dedicado a dinamitar con su soberbia y frases como: “los que no son nada”, los “vagos” o “los galos refractarios a las reformas”. Algunos sectores en el país han pedido la dimisión del mandatario francés y elecciones anticipadas.
El paquete de medidas entrará en vigor a partir del 2019, y el incremento al salario es la más importante, entre los otros ofrecimientos están: El que las horas extra estarán exentas de impuestos y contribuciones sociales. El Gobierno pedirá a los empresarios que ingresen a los trabajadores una prima de fin de año libre de impuestos. Y la subida de la CSG (contribución social generalizada), un impuesto para financiar la protección social, se verá reducida para los jubilados que cobran menos de 2,000 euros al mes.
Hasta el momento se desconoce si el paquete de medidas anunciado será suficiente para apagar la ira de los chalecos amarillos, movimiento que comenzó hace tres semanas luego que el gobierno francés anunciara un alza a los combustibles, lo que devino en violentas protesta, que ni el anuncio de la retracción del gobierno al impopular incremento calmó los ánimos. Las protestas se ampliaron, todas encaminadas a mejorar el mermado poder adquisitivo de los franceses.
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