Los Ángeles, Calif – Diane Keaton, una de las actrices más emblemáticas de Hollywood, falleció a los 79 años en California, según confirmaron fuentes cercanas a su familia. Aunque aún no se han revelado las causas de su muerte, la noticia conmociona al mundo del cine, que pierde a una figura cuya versatilidad y carisma marcaron generaciones.
Nacida como Diane Hall el 5 de enero de 1946 en Los Ángeles, Keaton adoptó el apellido de su madre para forjar una carrera que abarcó más de 50 años. Su debut en la pantalla grande llegó en 1970, pero fue su papel como Kay Adams en El Padrino (1972) el que la catapultó a la fama. Sin embargo, fue su colaboración con Woody Allen en Annie Hall (1977) la que le valió un Oscar como Mejor Actriz, consolidándola como una estrella capaz de combinar comedia, drama y una profundidad emocional única.

Una carrera de éxitos y versatilidad
Keaton brilló en una amplia gama de géneros, desde comedias románticas hasta dramas intensos. Trabajó junto a gigantes del cine como Al Pacino, Jack Nicholson, Meryl Streep, Robert De Niro, Harrison Ford y Susan Sarandon, entre otros. Películas como El padre de la novia (1991), El club de las divorciadas (1996) y Alguien tiene que ceder (2003) se convirtieron en favoritas del público, recaudando más de 1100 millones de dólares solo en Estados Unidos.

Su capacidad para reinventarse fue clave en su longevidad. Tras Annie Hall, evitó encasillarse con papeles en filmes como Buscando al Sr. Goodbar (1977) y Reds (1981), que le valió otra nominación al Oscar. En años recientes, destacó en comedias como Book Club: The Next Chapter (2023) y Summer Camp (2024), demostrando su vigencia y compromiso con el arte.
Keaton también incursionó en la dirección y producción, con proyectos como Elephant de Gus Van Sant, y se destacó en el mundo inmobiliario, remodelando y vendiendo mansiones. Su estilo único, caracterizado por trajes masculinos y sombreros, la convirtió en un ícono de la moda, redefiniendo el concepto de glamour en Hollywood.
Amores y vida personal
La vida amorosa de Keaton fue tan fascinante como su carrera. Su relación más conocida fue con Woody Allen, con quien colaboró en ocho películas entre 1971 y 1993. Su romance comenzó tras conocerse en una audición para Play It Again, Sam en Broadway, y Allen destacó siempre el sentido del humor de Keaton como su mayor atractivo. También mantuvo una relación intermitente con Al Pacino, su coprotagonista en El Padrino, y salió brevemente con Warren Beatty durante el rodaje de Reds.
Aunque nunca se casó, Keaton adoptó a sus dos hijos, Dexter (1996) y Duke (2001), y encontró en su perro Reggie un compañero inseparable, al que dedicó su último post en Instagram en abril de 2025. “Happy National Pet Day”, escribió junto a una foto que reflejaba su calidez y autenticidad.
Un legado que trasciende generaciones
Keaton desafió los estereotipos de Hollywood, demostrando que las mujeres mayores podían seguir siendo protagonistas con presencia y voz. En una entrevista, reflexionó sobre el rol femenino en el cine actual: “Las mujeres están participando menos en las películas, pero lo están haciendo bastante bien. ¡Eso es lo que creo!”.

Su impacto trasciende la pantalla. En 2014, recibió el premio Cecil B. DeMille en nombre de Woody Allen en los Globos de Oro, y en 2017, Allen le entregó el Life Achievement Award, un emotivo reconocimiento a su trayectoria. Keaton no solo fue testigo de la evolución de Hollywood, desde el star system hasta la era digital, sino que también contribuyó a transformar la industria con su talento y autenticidad.
El cine pierde a una de sus grandes musas, pero el legado de Diane Keaton –su risa inconfundible, su estilo inimitable y su capacidad para emocionar– perdurará en la memoria de quienes la admiraron.



