Bangkok, Tailandia.- El certamen de Miss Universo 2025, que se celebra por primera vez en Tailandia, ha sido sacudido por un grave incidente que expuso grietas en la organización local y desató una ola de solidaridad internacional hacia la representante mexicana, Fátima Bosch. Raúl Rocha Cantú, presidente de la Organización Miss Universo, anunció la exclusión inmediata de Nawat Itsaragrisil, director ejecutivo de Miss Universo Tailandia, del evento principal, tras un enfrentamiento público donde el empresario tailandés insultó y amenazó con expulsar a la modelo tabasqueña.
El episodio, ocurrido durante un evento preliminar de colocación de bandas el 3 de noviembre, se viralizó rápidamente en redes sociales y plataformas de video, generando miles de reacciones de apoyo a Bosch y críticas al comportamiento de Itsaragrisil. El video del altercado, de más de 13 minutos y aún disponible en la página de Facebook de Miss Universo Tailandia, muestra al directivo cuestionando agresivamente a las participantes por no haber promocionado suficientemente las actividades del país anfitrión en sus redes.
Todo comenzó en una sesión de bienvenida para las 122 candidatas concentradas en Bangkok, cuando Nawat Itsaragrisil irrumpió en el salón para exigir explicaciones sobre el cumplimiento de tareas promocionales. Sus ojos se clavaron en Fátima Bosch, a quien acusó directamente de ignorar a Tailandia por órdenes de su directora nacional en México. «Escuché que no estás de acuerdo en publicar todo sobre Tailandia, sobre cada artículo de nuestras actividades. ¿Es verdad? ¿Tu directora de México te ordenó no prestar atención al país anfitrión? Si sigues las órdenes de tu directora nacional, eres tonta», espetó el empresario de 51 años, fundador de Miss Grand International, ante el estupor de las presentes.
Bosch, de 24 años y originaria de Villahermosa, Tabasco, intentó defenderse con calma: «Lo que hizo su director no fue respetuoso, me llamó tonta porque él tiene problemas con mi organización y eso no es justo, porque estoy aquí haciendo todo correctamente». Pero Itsaragrisil no cedió; la interrumpió repetidamente, exigiendo silencio y amenazando con llamar a seguridad para «intimidar a una mujer indefensa», como lo describiría después Rocha Cantú. «No te oí pedir hablar. Por favor, sé educada conmigo. ¡Todavía estoy hablando, escucha!», replicó él, mientras las concursantes ahogaban jadeos de incredulidad.
El clímax llegó cuando un grupo de candidatas, lideradas por la actual Miss Universo 2024, la danesa Victoria Kjær Theilvig, se levantó en solidaridad y abandonó el salón. «Esto se trata de los derechos de las mujeres. Respetamos a todos, pero esto no es así como se deben manejar las cosas. Insultar a otra concursante es una enorme falta de respeto», explicó Theilvig a los reporteros minutos después, poniéndose el abrigo para enfatizar su salida. Itsaragrisil, visiblemente alterado, les gritó: «Si alguien quiere continuar, siéntense». El incidente, capturado en vivo, ha acumulado millones de vistas y ha inspirado hashtags como #ConLasMexicanasNo y #FátimaBosch, con usuarios elogiando su «orgullo y ejemplo de sororidad».
Indignación de la organización y medidas drásticas
Raúl Rocha Cantú, copropietario mexicano del certamen y figura clave en su relanzamiento tras la adquisición por un grupo inversor en 2023, no tardó en reaccionar. En un video difundido por las cuentas oficiales de Miss Universo, el empresario regio expresó su «gran indignación y repudio» hacia Itsaragrisil. «Nawat ha olvidado el significado de lo que es ser un verdadero anfitrión. Obligación de servir, asistir, apoyar y asegurar una experiencia única llena de amabilidad y cortesía», reprochó, antes de sentenciar: «Basta, Nawat. No permitiré que se violen los valores de respeto y dignidad de la mujer».
Rocha reveló que pospuso el evento de colocación de bandas «precisamente para evitar la interacción con Nawat», a quien acusó de buscar «siempre protagonizar». Su participación en el certamen 74, programado para el 21 de noviembre en Pak Kret, queda «limitada o nula», y anunció un comunicado inminente con «todas las acciones corporativas y legales» por «la serie de actos malintencionados». Para tomar el control, envió a Tailandia a un equipo de ejecutivos encabezados por Ronald Day y Mario Bucaro, quienes asumirán la dirección de la concentración de candidatas, hasta ahora bajo el mando de Miss Grand International y Itsaragrisil.
La Organización Miss Universo emitió un mensaje de respaldo directo a Bosch: «Lo que pasó hoy con Fátima en Tailandia es inaceptable. Ninguna mujer merece ser insultada o humillada. Creemos firmemente en los valores que promueve Miss Universo: respeto, dignidad y empoderamiento». Rocha concluyó con un llamado a las delegadas: «Siéntanse orgullosas, caminen con la frente en alto y hagan valer sus ideales. Nadie es más que el otro».
El respaldo a Bosch trascendió fronteras. En México, la presidenta Claudia Sheinbaum la elogió públicamente: «La verdadera belleza está en alzar la voz, no en guardar silencio», destacando su valentía como ejemplo para las mujeres. En redes, celebridades y usuarios compartieron videos del walkout, con comentarios como «Nawat quiso humillar a Fátima, pero ella alzó la voz y se fue. ¡Qué orgullo que alguien así nos represente!».
Itsaragrisil, por su parte, ofreció una disculpa en tailandés durante una conferencia de prensa el 5 de noviembre, rompiendo en llanto ante los medios. «Si alguien se sintió mal, si alguien se sintió incómodo, si alguien se vio afectado, pido disculpas a todos. Ya hablé y me disculpé con el resto de las chicas en el salón, había alrededor de 75 personas», dijo, aunque evitó mencionar el nombre de Bosch, lo que generó escepticismo. En una explicación posterior, alegó haber llamado a seguridad por «miedo, estaba rodeado de mexicanos», avivando más controversia.
Este escándalo subraya las tensiones en un certamen que se vende como plataforma de empoderamiento femenino, pero que aún lidia con dinámicas de poder patriarcal. Mientras las candidatas continúan sus preparativos bajo la nueva supervisión, el foco está en Bosch, cuya voz resuena más fuerte que nunca: «No soy una muñeca para maquillar y cambiar de ropa. Vine aquí para ser la voz de todas las mujeres que luchan por causas». El mundo observa si Miss Universo convertirá esta crisis en un verdadero triunfo de dignidad.



