Washington, D.C.– En un discurso cargado de ironías y advertencias diplomáticas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a calificar a México como un territorio bajo el dominio de cárteles del narcotráfico, a los que su administración designó como organizaciones terroristas apenas en los primeros días de su segundo mandato. Sin embargo, en un giro inesperado que resalta la compleja relación bilateral, Trump dedicó elogios personales a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, describiéndola como «una mujer increíble, muy valiente» por su liderazgo en la lucha contra el crimen organizado, pese a las presiones y críticas mutuas que han marcado los últimos meses.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump no escatimó en palabras duras al describir la situación en México. «Espera tu respuesta en la ‘mañanera’, Donald Trump», ironizó el mandatario estadounidense, refiriéndose a las tradicionales conferencias matutinas de Sheinbaum, donde la presidenta mexicana ha defendido repetidamente la soberanía de su país frente a las acusaciones de Washington. El comentario alude a la designación ejecutiva firmada por Trump el 20 de enero de 2025, apenas horas después de su inauguración, que clasificó a seis principales cárteles mexicanos —incluyendo el de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel del Noreste, el Cártel del Golfo, La Nueva Familia Michoacana y Cárteles Unidos— como entidades terroristas extranjeras. Esta medida, impulsada bajo la autoridad de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), ha generado fricciones diplomáticas, con Sheinbaum criticándola abiertamente por socavar la cooperación bilateral y defender la autonomía mexicana.
Destaca “rol valiente” de Sheinbaum
A pesar de la tensión, Trump equilibró su retórica con un reconocimiento público a Sheinbaum, destacando su «rol valiente» en el combate al narcotráfico. Fuentes de la Casa Blanca explican que esta alabanza surge de negociaciones previas, donde la mandataria mexicana accedió a extraditar a 29 presuntos miembros de cárteles a Estados Unidos y reforzó la presencia de 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte, en un esfuerzo por mitigar el flujo de fentanilo y migrantes. Analistas como Carlos Pérez-Ricart, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México, interpretan estos elogios como una táctica de Trump para mantener canales abiertos: «Es un halago calculado que contrasta con sus amenazas de aranceles, reconociendo la ‘cabeza fría’ de Sheinbaum en un contexto donde México ha evitado lo peor de la escalada comercial».
La administración Trump ha respaldado sus palabras con acciones concretas contra los cárteles. En septiembre, la DEA anunció un golpe masivo al CJNG, incautando 39 millones de dólares en efectivo, junto con más de 92 kilogramos de fentanilo en polvo, 1.1 millones de pastillas falsificadas, 6 mil 62 kilogramos de metanfetaminas, 22 mil 842 kilos de cocaína y 33 kilos de heroína. El operativo, que resultó en 670 arrestos en 23 divisiones de campo de la DEA y siete regiones internacionales, fue calificado por Terrance Cole, director de la agencia, como un ataque directo a «una organización terrorista en todos sus niveles, desde su liderazgo hasta sus redes de distribución». Este esfuerzo forma parte de una estrategia más amplia que ha decomisado armas, activos y drogas por valor de decenas de millones, debilitando las finanzas de grupos liderados por figuras como Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho».
No menos impactante fue el decomiso, también en septiembre, de 300 mil kilogramos de precursores químicos enviados desde China y destinados a laboratorios del Cártel de Sinaloa. Realizado en el Puerto de Houston por agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), este operativo —el más grande de su tipo en la historia de EE.UU.— incluyó 164 mil 880 kilos de alcohol bencílico y 151 mil 560 kilos de N-metil formamida, sustancias clave para la síntesis de metanfetaminas. La fiscal federal Jeanine Pirro enfatizó que estos químicos podrían haber producido casi 190 mil kilos de metanfetaminas, con un valor callejero de 569 millones de dólares. «Estos barriles representan la devastación que hemos evitado; es la guerra no declarada de China contra América», declaró Pirro, vinculando el envío directamente a la red terrorista del Sinaloa.
Otro golpe a Gustavo Petro
Trump extendió sus críticas más allá de México, apuntando directamente a Colombia y su presidente Gustavo Petro. «Los cárteles controlan a esos países y eso incluye a Colombia. Colombia es un paraíso para los cárteles y lo ha sido durante mucho tiempo. Tienen un líder muy malo y hacen cocaína a niveles que no habíamos visto antes», afirmó el presidente estadounidense, en una escalada verbal que ha tensado las relaciones bilaterales. Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la producción de cocaína en Colombia aumentó un 50% entre 2022 y 2023, alcanzando récords históricos bajo el mandato de Petro, quien ha impulsado políticas de negociación con grupos armados en lugar de fumigaciones masivas. Trump ha respondido suspendiendo toda ayuda militar y económica a Bogotá —valorada en más de 740 millones de dólares anuales— y amenazando con aranceles mayores, acusando al mandatario colombiano de ser un «líder de drogas ilegal» que ignora subsidios estadounidenses. Petro, por su parte, ha contraatacado en redes sociales, defendiendo la destrucción de 17 mil laboratorios de cocaína durante su gobierno y atribuyendo el problema a la demanda en EE.UU. y Europa.
China manda fentanilo por Venezuela:Trump
En el mismo tono confrontacional, Trump acusó a China de redirigir el tráfico de fentanilo a través de Venezuela para evadir controles en puertos mexicanos, una maniobra que califica de «guerra química» contra su país. «Beijing está traficando fentanilo ahora desde Venezuela, para evitar los puertos mexicanos», señaló, al anunciar aranceles del 137% a importaciones chinas a partir del 1 de noviembre. Esta medida se suma a los gravámenes previos del 10% por fentanilo y el 25% por déficits comerciales, elevando la tasa efectiva a niveles históricos y provocando represalias de Pekín, que ha demandado ante la Organización Mundial del Comercio. A pesar de la beligerancia, Trump expresó optimismo sobre una reunión con Xi Jinping en Malasia, prediciendo un «acuerdo que beneficiará a todos».
Estos pronunciamientos de Trump no solo reviven la «guerra contra el narco» prometida en campaña —con órdenes de ataques letales contra capos y mayor inteligencia compartida—, sino que subrayan las contradicciones de su política exterior: elogios a aliados como Sheinbaum por su cooperación en migración y drogas, mientras se endurecen sanciones contra rivales como China y Colombia. En México, donde la aprobación de Sheinbaum ronda el 85% gracias a su manejo «sereno» de las crisis, el gobierno ha intensificado decomisos de fentanilo —incluyendo el mayor ever en diciembre de 2024— y mantiene diálogos con Washington para evitar una escalada comercial que podría costar 0.6% del PIB mexicano en 2025.
Mientras tanto, en el Caribe, operaciones estadounidenses han bombardeado presuntos lanchas transportadoras de cocaína, matando al menos 37 personas desde septiembre, lo que ha generado protestas de líderes latinoamericanos contra lo que llaman «intervenciones unilaterales». La Casa Blanca presume resultados: «Solo tienen que prender la televisión para ver qué estamos haciendo», tuiteó Trump, refiriéndose a redadas televisadas y decomisos. Para expertos como Vanda Felbab-Brown del Brookings Institution, esta ofensiva, aunque efectiva en golpes tácticos, ignora raíces estructurales como la demanda estadounidense y podría exacerbar violencia en la región.



