Caracas, Venezuela.- Nicolás Maduro adelantó por unas horas el acto en el que este viernes se juramentó para un tercer mandato como presidente de Venezuela, ante el plan de la oposición de asumir el cargo. El evento captó la atención de la prensa internacional y reflejó una fuerte polarización dentro y fuera del país caribeño.
«Trataron de convertir la juramentación (…) en una guerra mundial. Que si invaden, que si entran, que si salen… Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran hacer, pero esta toma de posesión constitucional venezolana no la pudieron impedir y es una gran victoria venezolana», declaró Nicolás Maduro.
«Juro ante esta Constitución que haré cumplir todos sus mandatos, que haré cumplir todas las obligaciones de la Constitución y las leyes de la República, y que este nuevo período presidencial será el período de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia», dijo Maduro al asumir el cargo por tercera ocasión consecutiva.
La investidura de Maduro ocurrió a pesar de las denuncias de fraude de la oposición, que reivindica la victoria del candidato Edmundo González Urrutia en las elecciones del 28 de julio de 2024. González ha sido reconocido como presidente electo por otros países.
Exiliado en España desde septiembre, González prometió regresar a Venezuela y asumir el cargo. De hecho, presenció la ascensión de Maduro desde Panamá.
Durante los últimos días, González Urrutia emprendió una gira que lo llevó a Argentina, Estados Unidos, Panamá y República Dominicana para recabar apoyos.
Maduro asumió la presidencia por tercera vez bajo la sombra del fraude. Sin mostrar los comprobantes electorales, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el oficialismo, afirmó que el aspirante a la reelección se impuso con el 52% de los votos.
El gobierno de Estados Unidos refrendó este viernes su apoyo a González, al que considera presidente legítimo. «El pueblo de Venezuela y el mundo saben que Nicolás Maduro perdió claramente la elección presidencial de 2024 y que no tiene derecho a reclamar hoy la presidencia. Estamos dispuestos a apoyar el retorno de la democracia a Venezuela», expresó en redes el secretario de Estado, Antony Blinken.
Los mandatarios asistentes
Los presidentes de Cuba y Nicaragua, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, respectivamente, fueron los únicos mandatarios de la región que asistieron a la toma de posesión, luego de que la mayoría de los gobernantes cuestionaron los resultados electorales y el acto de investidura de Maduro. También asistieron representantes de Rusia, Irán y China.
Los mandatarios ausentes
La mayoría de los gobernantes de América Latina se negó a asistir, incluidos aliados del gobierno de Maduro, como los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El gobierno estadounidense también respaldó a la oposición venezolana. Frente a la captura y liberación de Machado el día anterior, Donald Trump, quien asumirá la Casa Blanca el 20 de enero, se refirió a González como «presidente electo» y dijo que ambos dirigentes debían permanecer «seguros y vivos».
El actual gobierno de Joe Biden impuso este mismo viernes más sanciones y elevó la recompensa que ofrece por la detención de Maduro, entre otros dirigentes chavistas.
Días de tensión
Maduro se juramentó en medio de una atmósfera de tensión, un día después de que la líder de la oposición, María Corina Machado, fuera detenida y minutos después liberada tras convocar protestas contra la investidura de Maduro en todo el país.
«Lo que hagan mañana sentencia el final del régimen», dijo Machado frente a una multitud de miles de simpatizantes opositores congregados en Caracas el jueves. «Estamos en una nueva fase». Posteriormente, se informó que la dirigente había sido «violentamente interceptada» por cuerpos de seguridad del Estado y luego liberada.
Las autoridades venezolanas negaron la aprehensión y denunciaron que los señalamientos opositores eran parte de una «operación psicológica» que buscaba generar violencia. Al menos una veintena de personas fueron detenidas en 157 protestas en todos los estados del país un día antes de la investidura, reportó la organización Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
El gobierno de Maduro emprendió una ola de detenciones de dirigentes, activistas y ciudadanos comunes tras las protestas desencadenadas por el anuncio de su victoria en los comicios del pasado 28 de julio. Durante los últimos cinco meses, más de 2,000 personas fueron detenidas, entre ellos al menos un centenar de menores de edad, según diversos partes de prensa.
Ante la investidura de Maduro, el gobierno activó un intenso despliegue de seguridad que involucró a fuerzas policiales y militares en todo el país, instalando puestos de control en las calles para impedir las concentraciones opositoras.