La Paz, Bolivia.- El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, afirmó anoche que el país está listo para recuperar su posición en la escena global tras dos décadas de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS). En una conferencia de prensa celebrada en un céntrico hotel de La Paz, el economista de 58 años delineó su visión para un país que, según sus palabras, debe abrirse al mundo y fortalecer sus instituciones.
Con el 97 por ciento de los votos escrutados, el Tribunal Supremo Electoral confirmó que Paz, candidato del Partido Demócrata Cristiano, obtuvo el 54.6 por ciento de los sufragios en la segunda vuelta presidencial, superando al exmandatario Jorge Quiroga, quien alcanzó el 45.4 por ciento. La participación electoral, según el tribunal, osciló entre el 85 y el 89 por ciento de los casi 8 millones de ciudadanos habilitados, reflejando un fuerte respaldo ciudadano al proceso.
Paz, hasta ahora senador, agradeció a la “familia boliviana, a la patria y a Dios” por su victoria, destacando que su gobierno priorizará la seguridad jurídica y el respeto a la propiedad privada por encima de cualquier ideología. “La ideología no da de comer. Lo que da de comer es el derecho al trabajo, instituciones fuertes, seguridad jurídica y certidumbre en el futuro”, subrayó.
Apertura al mundo
El presidente electo hizo énfasis en la necesidad de reposicionar a Bolivia en el escenario internacional. Lamentó que, durante las celebraciones por los 200 años de independencia el pasado 6 de agosto, ningún presidente de los países vecinos –Argentina, Brasil, Chile, Paraguay o Perú– visitara el país. “Perdimos geopolíticamente y geoeconómicamente. Es como no ir al cumpleaños de tu hermano o hermana. Esto no puede volver a ocurrir”, expresó con pesar.
Paz también destacó los mensajes de felicitación recibidos de líderes regionales, como los presidentes de Panamá, José Mulino; Paraguay, Santiago Peña; Uruguay, Yamandú Orsi; Ecuador, Daniel Noboa; y Perú, José Jerí. De manera especial, agradeció al subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, quien lo contactó en nombre del presidente Donald Trump para expresar su apoyo. “Vamos a llevar adelante una relación estrecha con uno de los gobiernos más importantes del ámbito mundial”, afirmó, prometiendo garantizar el suministro de hidrocarburos a partir de su toma de posesión el 8 de noviembre.
Un nuevo rumbo tras el declive del MAS
El triunfo de Paz refleja un cambio en el panorama político boliviano. Su mensaje de mantener los programas sociales mientras se impulsa el crecimiento liderado por el sector privado resonó entre votantes desencantados con el MAS, fundado por Evo Morales, pero también recelosos de las políticas de austeridad asociadas a Quiroga. La primera vuelta electoral, celebrada en agosto, evidenció el desgaste del MAS en medio de una crisis económica que ha golpeado al país.
Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) y sobrino nieto de Víctor Paz Estenssoro, Rodrigo Paz será el tercer miembro de su familia en ocupar la presidencia de Bolivia. Su ascenso marca un momento de transición para un país que busca superar divisiones políticas y desafíos económicos. Con un discurso centrado en la estabilidad y la apertura global, Paz asume el reto de liderar una nación que, según él, debe recuperar su lugar en el mundo.
El 8 de noviembre, cuando tome posesión, Bolivia iniciará una nueva etapa bajo su liderazgo, con la promesa de construir un futuro basado en instituciones sólidas y una economía abierta al mundo.



