En los pasillos del Senado de la República, donde las alianzas se tejen con la fragilidad de un hilo de seda, el senador Adán Augusto López Hernández, coordinador de la bancada de Morena y ex-aspirante presidencial, se ha convertido en el epicentro de una tormenta de acusaciones que amenaza con erosionar no solo su legado, sino el cohesivo frente oficialista en el arranque del segundo año de Claudia Sheinbaum.
Lo que comenzó como filtraciones aisladas sobre su pasado en Tabasco ha escalado a un vendaval de señalamientos por corrupción, nexos con el crimen organizado y conflictos de interés, alimentados por opositores y revelaciones periodísticas que no dan tregua. Adán Augusto, con su característica coraza de tabasqueño curtido, responde con negaciones tajantes y llamados a la «revancha política», pero el eco de las denuncias resuena cada vez más fuerte en un Congreso polarizado.
El detonante de esta crisis data de julio pasado, cuando estalló el escándalo de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco durante la gubernatura de López Hernández. Bermúdez, huésped del penal del Altiplano por su presunta liderazgo en «La Barredora» –un grupo criminal vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación, dedicado al narcotráfico y la extorsión y otros delitos en el sureste mexicano–, fue señalado en filtraciones de Guacamaya Leaks como un operador clave del huachicol y la delincuencia organizada.
La oposición, como el priista Alejandro «Alito» Moreno Cárdenas, no tardó en conectar los puntos: ¿cómo un gobernador con Adán Augusto al mando nombra a un hombre con antecedentes dudosos en un puesto tan sensible? Moreno presentó denuncias ante agencias estadounidenses por presuntos «vínculos con la delincuencia organizada» del senador, exigiendo su licencia inmediata. En el pleno del Senado, la panista Lilly Téllez elevó la apuesta con un punto de acuerdo que acusa a López de «corrupción, encubrimiento, tráfico de influencias y conflicto de interés», recordando contratos por más de 270 millones de pesos adjudicados sin licitación durante su mandato estatal.
López Hernández, en una conferencia de prensa el 26 de septiembre, desestimó las imputaciones como «chismes de café» y «campañas de la derecha conservadora». «Estoy a la orden de cualquier autoridad», reiteró, mostrando documentos que, según él, prueban la reducción de delitos en Tabasco bajo su gestión –de 2019 a 2021, los índices bajaron un 20%, argumentó, atribuyéndolo a estrategias de inteligencia policial. La presidenta Sheinbaum, en su mañanera del 18 de julio, respaldó indirectamente a su ex-compañero de fórmula al pedirle «dar su versión» y destacar logros en seguridad, pero evitó un aval explícito: «Eso es algo que no me corresponde decidir a mí», dijo, dejando la decisión en manos de los senadores morenistas. Sin embargo, el daño colateral es innegable: aliados como Gerardo Fernández Noroña han salido a defenderlo en diversos foros, comparando su caso con el de Felipe Calderón y Genaro García Luna, pero reconociendo una «campaña de linchamiento» que golpea al partido.
Apenas repuesto de las sombras tabasqueñas, López enfrentó un nuevo embate en septiembre: una investigación de N+Focus, reveló ingresos por 79 millones de pesos de empresas privadas –incluida una considerada «fantasma»– no incluidos inicialmente en su declaración patrimonial de 2023 y 2024. El senador acumuló 24 millones solo en 2025 por servicios profesionales y ganadería, cifras que Movimiento Ciudadano califica de «burla» y que Movimiento Ciudadano, a través de Patricia Lanestosa, exige que aclare bajo sanción de la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Sheinbaum, en conferencia, instó a la transparencia: «Debe aclarar la procedencia de esos recursos». López contraatacó mostrando declaraciones fiscales ante el SAT, alegando herencias paternas en Estados Unidos y contratos legítimos, pero el hedor a conflicto de interés persiste, especialmente por su rol como accionista de Corporación Inmobiliaria Villahermosa, que rentó espacios a filiales de Pemex por 11.3 millones de pesos entre 2019 y 2021.
El cerco se cierra con revelaciones sobre su «círculo financiero», expuesto en columnas como la de Mario Maldonado en El Universal: operadores como Fernando Padilla Farfán (contratos por 2 mil millones en IMSS-Bienestar), Mario Manuel Guerra Mabarak (daños patrimoniales en Veracruz por 160 millones) y Manuel Marcué Díaz (contratos en salud tabasqueña por 216 millones) forman una red de adjudicaciones directas que ahora enfrenta auditorías y exilios. Periodistas como Raymundo Riva Palacio y Maldonado hablan de «entramados de dinero, contratos públicos y favores políticos», mientras en X (antes Twitter) usuarios como @azucenau y @Melissa_Bely viralizan hilos sobre «factureros» y nexos con Dos Bocas.
Incluso su familia no escapa: su hermana Rosalinda López, ya fallecida, es acusada de encubrir empresas fantasma, y un caso de nepotismo –la beca de su hijo en la Cámara de Diputados por 800 mil pesos– remata el cuadro.
En el Senado, las grietas son visibles. López fue captado viendo un partido de la Champions League durante la comparecencia del secretario de Hacienda el 1 de octubre, un desliz que opositores como Téllez usan para pintarlo como «desinteresado» en sus deberes. Su liderazgo en la JUCOPO pende de un hilo: negociaciones fallidas en la reforma judicial, regaños presidenciales a aliados como Andrea Chávez y ausencias en plenarias han radicalizado a la oposición y tensionado a Morena. Rumores de renuncia, desmentidos por su equipo el 23 de julio, circulan como fantasmas en redes.
Mientras el Senado debate la austeridad que López Hernández mismo propone –suspensión de viajes y congelamiento de dietas–, su figura emerge como un talón de Aquiles para la 4T. ¿Sobrevivirá el «hermano» de López Obrador a esta avalancha, o será el precio por mantener la unidad oficialista? En el corazón del poder, donde las sombras del pasado tabasqueño se alargan, la respuesta podría redefinir el mapa político de México. Por ahora, Adán Augusto López camina sobre brasas, con la mirada fija en el horizonte, pero el suelo tiembla bajo sus pies.



