La grandeza del comercio del Paso, Texas, se debe al éxodo de los habitantes fronterizos y nacionales, quienes los fines de semana se lanzan a adquirir mercancías y artículos de consumo, de mejor calidad y aún precio inferior de los que se venden en esta ciudad fronteriza.
Además al pasar al otro lado del Río Bravo, en ocasiones hay que soportar bochornos, malos tratos y hasta vejaciones en la inspección.
En la mayoría de los municipios del estado de Chihuahua, principalmente en Ciudad Juárez, la vida comercial se dirige a un mercantilismo anonadado, provocado por la violencia existente, añorándose la seguridad pérdida, sumándose la corrupción, que como lastre infecta el nivel social, siendo los causantes, quienes manejaron el poder gubernamental.
¡Ah! Como recuerdo cuando radiqué en Tijuana, existía la zona libre, lográndose un auge económico en los hoteles, restaurantes, bares, comercios, etc., gracias a la importación de productos extranjeros principalmente de Europa (afectando a los intereses económicos de los norteamericanos), siendo esas adquisiciones para el consumo de la población fronteriza, así como de turistas nacionales y extranjeros, quienes se beneficiaban, por estar los impuestos muy reducidos.
Me pregunto hasta cuándo se terminará los constantes cierres de comercios, restaurantes, etc.
Esperando que algún día vuelva el brío y en las transacciones lucrativas, habrá quién impulse la Zona Libre en esta ciudad fronteriza, para levantarse económicamente los establecimientos comerciales.
Dejo esta sugerencia en manos de don Gilberto Cueva Pizarro, presidente de la CANACO, para que estudie dicha posibilidad con doña Erika Donjuan Callejo, directora de la Agencia Estadística de Mercado
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