Investigación y Texto de José Luis Muñoz Pérez
El 20 de diciembre de 1810 – hoy se cumplen 214 años- se publicó en Guadalajara el número inicial de El Despertador Americano, primer periódico de oposición política en la historia de lo que hoy es México y en toda Iberoamérica. Fue el órgano de propaganda del movimiento insurgente que encabezaba Miguel Hidalgo. Artesanal, quizá ingenuo y paradójico, en total se publicaron 7 ediciones, la última el 17 de enero de 1811, día en que el ejército insurgente recibió una aplastante derrota en Puente Calderón, cerca de Guadalajara, causando la desbandada general y la huida final de los jefes de la insurgencia inicial, que no pudieron escapar de ser ejecutados en Chihuahua 6 meses después.
Publicar El Despertador Americano fue idea de Don Francisco Severo Maldonado y Ocampo, a la sazón cura de Mascota, pueblo a 10 leguas de la capital de la Nueva Galicia, maestro de filosofía y doctor en teología por el Seminario Conciliar de Guadalajara, nacido el 7 de noviembre de 1775, quien visitó a Hidalgo poco después de que llegó a Guadalajara el 26 de noviembre de 1810, luego de que fuera ocupada pacíficamente por El Amo Torres, un insurgente exadministrador de una hacienda que entró sin resistencia el 11 de noviembre, tras haber derrotado con un pequeño ejército a las tropas del jefe realista en Zocoalco – hoy Zocoalco de Torres- a 70 kilómetros de la ciudad.
Para entonces ya el Ejército Insurgente había sufrido su primera derrota, después de un exitoso inicio, que no fue militarmente tan grave, en Aculco el día 7 de noviembre, pero que provocó que Hidalgo y Allende se separaran y distanciaran, por lo que Allende no participó en la decisión de fundar el periódico.
Cuando Severo Maldonado se lo propuso, a Hidalgo le cautivó la idea y aceptó con entusiasmo financiar la empresa. Sabía sin duda que los realistas le aventajaban en el terreno de la propaganda, desierto para los insurgentes. Hidalgo ya se había hecho de dinero, tanto en Guanajuato como en Valladolid, – que ocupó el 19 de octubre, también sin resistencia, precedido de los horrores que se contaban sobre su trayectoria desde el 16 de septiembre- y en la misma Guadalajara. Ciudad a la que llegaba triunfante, de inmediato convocaba Hidalgo a los pudientes y los exhortaba a “cooperar con la causa” en ocasiones mediante préstamos forzados, pero frecuentemente bajo amenaza de ser decapitados. Se dice que el ya Generalísimo de América le escribió entonces a José Joaquín Eugenio Fernández de Lizardi Gutiérrez, quien aun no era famoso ni había escrito El Periquillo Sarniento, pero ya había publicado su primer poema -una loa al Rey Fernando VII- para invitarlo al proyecto del periódico, sin obtener ninguna respuesta.
El director, editor y principal redactor de El Despertador fue siempre Don Francisco.
El primer ejemplar constaba de 18 páginas, tenían un tamaño de 22.5 centímetros de largo por 17 de ancho, en papel de la mejor calidad; se imprimía en la imprenta que estuvo ubicada en los terrenos que hoy ocupa «La Casa de los Perros». El 27 de diciembre de 1810 salió de esta misma imprenta el segundo número solo con ocho páginas, el tercer número salió con el carácter de «extraordinario» el 29 de ese mes; los números restantes salieron al público los días 3, 10, 11 y 17 de enero de 1811.
En ese entonces en toda la Nueva España sólo había imprentas en la Ciudad de México, en Veracruz, en Puebla y en Guadalajara y todas, sin excepción, habían estado en poder del gobierno. La imprenta de Guadalajara era propiedad de Don José Fructo Romero quien la adquirió en 1807 de su anterior propietario y fundador, Don Mariano Valdés Tellez-Girón, quien debió partir a la ciudad de México por haber enfermado de epilepsia. La imprenta fue establecida entre 1790 y 1793, según publicó el doctor Don Agustín Rivera en sus «Observaciones sobre la imprenta en la Nueva España, y en especial sobre la fundación de la imprenta en Guadalajara». Don Mariano Valdez Tellez Girón obtuvo de la corona la exclusividad para que nadie más pudiera operar el negocio de impresión en Guadalajara por un período de 10 años, pero pasados estos nadie le había hecho competencia.
El distinguido y prestigiado catedrático universitario y también religioso Dr. don José Angel de la Sierra y Gómez presentó a Don José Fructo Romero con Don Francisco Severo Maldonado y lo convenció de facilitar su imprenta para imprimir ahí el Despertador. De la Sierra y Gómez era gran amigo de ambos y quizá fue maestro de Severo Maldonado. También fue el autor del artículo principal de la edición número 3 del periódico.
Fue El Despertador Americano no sólo el primer periódico no oficialista de los virreinatos españoles de América, también el primero en no someterse a la censura de la Audiencia y de la iglesia – por las que toda publicación debía pasar de manera obligatoria e ineludible- y sobresalientemente el de precio al público más alto de la época que se tenga memoria, en ambos lados del Atlántico: 2 reales el ejemplar, -algo así como 15 dólares o 300 pesos actuales- una cantidad exorbitante de la que muy pocos podían disponer.
Sin embargo, cuentan los historiadores que se agotaba. No se si lo digan por simpatía exacerbada con la causa, o sea un dato sorprendentemente auténtico. El tiraje era de 2 mil ejemplares. Pero cierto es que el público al que habían los estrategas del periódico decidido dirigirse eran los criollos, principalmente a los pudientes. Es a ellos a quienes les habla directamente, ignorando prácticamente al resto de la población. No era posible que le hablaran al pueblo raso, pues éste era analfabeta al cien por ciento y quizá tampoco requerían de convencerlo. Tampoco a los “gachupines” a quienes se refiere con ese despectivo y trata siempre de enemigos, pues se despreciaban profunda y mutuamente. Podemos decir sin duda que el propósito de El Despertador Americano era precisamente despertar en los criollos la simpatía y al ánimo de participar en la lucha, una lucha declaradamente enfocada, en el periódico, contra los franceses napoleónicos que se habían hecho del poder en la península Ibérica. Con frecuencia, no sólo exhorta a los criollos a participar, sino les reclama acremente su apatía ante los acontecimientos, en incluso su simpatía o empatía con los gachupines.
Prácticamente toda su argumentación ronda en torno a ese propósito y es ésa la clave de su línea editorial, y la razón de su nombre, aunque se autodefine como Correo Político Económico de Guadalaxara.
En ocasiones pudiera parecer una línea editorial paradójica, contradictoria. Por ejemplo cuando identifica como el enemigo específico a las altas autoridades de la metrópoli y al Virrey, pero al mismo tiempo expresa su lealtad y apego a Fernando VII. Y no es lo mismo porque la “autoridad” en la metrópoli a la que velada pero efectivamente son leales el Virrey Venegas y la Audiencia novohispana es ni más ni menos que José Bonaparte, el hermano de Napoleón que ha sido impuesto por el corso como Rey de España y a quien se refiere el Despertador como “Pepe Botellas” o “Rey de Copas”. Injusto apodo, por cierto, pues en realidad José I no era un alcohólico ni un borrachín, como lo etiquetó la leyenda, sino prácticamente abstemio. También se le decía Tuerto, con igual falsedad. Pero intruso y usurpador, sín duda lo fue.
Sin embargo, ya en 1810, 2 años después de la designación de José I, buena parte de la alta sociedad española y algunos criollos encumbrados, tanto en la península como en la Nueva España y en los otros virreinatos del continente americano, se habían amansado y alineado ante el usurpador y los franceses invasores y no querían agitar las aguas. Muchos se habían acomodado obteniendo privilegios. Poco a poco los patriotas que se resistían a los invasores fueron perdiendo terreno en la península. Así sucedió en la Nueva España en 1808 cuando el Virrey José Joaquín Vicente de Iturrigaray y Aróstegui de Gainza y Larrea, quien con el acuerdo del Ayuntamiento de México reticente a obedecer a un rey usurpador, pero con el desacuerdo de la Audiencia, decidió instituir una Junta General – organismo político que al igual que en otras ciudades del imperio surgieron en la Monarquía Española en el siglo XIX tanto en América como en la península ibérica, frente a la crisis generada por las abdicaciones forzadas – por Napoleón- de Carlos IV y Fernando VII en Bayona, Francia, en 1808, y la subsecuente cesión de los derechos de la Corona Española a Bonaparte. La finalidad de las Juntas era desconocer las abdicaciones y el mandato de los franceses y asumir el gobierno “en ausencia del Rey” para custodiar sus derechos, dominios y posesiones.
Así lo expuso el Síndico del Ayuntamiento de la capital de la Nueva España, Don Francisco Primo José Manuel de Piero Verdad y Ramos Jiménez, conocido como el licenciado Primo de Verdad, en la Asamblea extraordinaria de las autoridades de la Nueva España para discutir y votar si se conformaba aquí una Junta:
“La crisis en que actualmente nos hallamos es de un verdadero Interregno Extraordinario, porque estando nuestros soberanos separados de su trono, en país extranjero, y sin libertad alguna, se les ha entredicho su autoridad legítima: sus Reinos y Señoríos son como una rica herencia yacente, que estando a riesgo de ser disminuida, destruida o usurpada, necesita ponerse en fieldad o depósito, por medio de una autoridad pública; y en este caso ¿Quién la representa? ¿Por ventura toca al orden senatorio o al pueblo?”
Miguel Ángel Fernández Delgado, en su detallado libro El virrey Iturrigaray y el Ayuntamiento de México en 1808, dice:
“La oquedad abierta por este interregno extraordinario sólo podía colmarla el pueblo, concepto en el que debían quedar comprendidos los naturales de estas tierras, incluidos los indígenas, al asumir la soberanía en calidad de depósito, para devolverla al Rey cuando regresara a sus dominios”.
Primo de Verdad explicó los tres momentos en los que esto se llevaría a cabo: 1) el pueblo “recobra la soberanía, la hace suya”; 2) luego la “transmite a las personas de su confianza” (la Junta); y, 3) una vez que ha realizado los actos necesarios para custodiar y conservar los reales dominios, la devuelve “a su señor”.
Pero como recuerda el propio Fernández Delgado en su libro “Al momento en que Miguel Hidalgo dio el Grito de Dolores la madrugada del 16 de septiembre de 1810, esta fecha, desde hacía un par de años ya era una efeméride histórica de la Nueva España. El mismo día, pero de 1808, también antes de que despuntara el amanecer, fue depuesto, por la fuerza de las armas, el virrey José de Iturrigaray. Sería apenas el principio de una larga serie de golpes de Estado en el México decimonónico, el primero, y único de la época virreinal”
Para algunos analistas de la Historia Nacional fue ahí cuando comenzó la Guerra de Independencia.
El mismo día, el síndico Primo de Verdad fue uno de los primeros arrestados por los golpistas contrarios a la Junta y encerrado en las mazmorras del palacio del arzobispado de México. ( Sí , efectivamente, el Arzobispado tenía su propia cárcel ) Se le mantuvo incomunicado y el día 4 de octubre de 1808 fue encontrado muerto en su celda, colgando de una soga. Toda la Nueva España murmuró que fue asesinado. De acuerdo con las memorias del historiador Lucas Alamán Primo de Verdad fue sepultado en la capilla del Sagrario de Guadalupe. Un siglo después, se colocó una lápida en el lugar de su encierro. Actualmente hay en la Ciudad de México 2 monumentos en su honor.
Iturrigaray fue enviado en calidad de prisionero a España, donde fue juzgado y encontrado inocente en 1810, aunque, tras su muerte, se le halló culpable y recibió sentencia póstuma, dictada el 17 de febrero de 1819, en la que se le condenaba a pagar 384 mil 241 pesos (equivalente a más de 3 millones de reales o 1.5 millones de pesetas) pero por diferentes desfalcos al erario. Murió de muerte natural en 1815.
Ésta mínima observación nos facilita entender las contradicciones en los primeros artículos publicados en El Despertador y a la vez, ahondar en las motivaciones y pretensiones de Hidalgo. Aunque el Despertador permanentemente insiste en condenar a los peninsulares radicados en América y a los afrancesados y etiquetarlos como traidores, a través de las ediciones va dejando atrás su manifiesta lealtad a Fernando VII, pero sin rechazarlo deja de mencionarlo, y siendo más explícito en la proclama de que cada nación debe ser gobernada por un nacional, es decir que cada pueblo debe tener un gobernante de su propio pueblo.
En todas las ediciones, el periódico utiliza el predicado:
Ergo fungar vice cotis, acutum reddere quae ferrum valet exsors ipsa secandi, que atribuye al poeta Horacio. **
También, a lo largo de sus ediciones utiliza varias frases en latín que nunca traduce.
Veamos:
EL PRIMER NUMERO DE EL DESPERTADOR AMERICANO, DEL JUEVES 20 DE DICIEMBRE, abre con una recriminación acusatoria a los españoles Europeos radicados en América. Luego ensalza y loa entusiasta tanto a los ingleses como a los norteamericanos. Dice textualmente ( respetando la ortografía original) :
A todos los habitantes de América
Europeos, establecidos en América: desde el principio de la invasion de la Monarquía por los Franceses, no habeis cesado de darnos las mas fuertes, las mas violentas sospechas de que sois Reos de Alta Traycion. Desde aquella época azarosa, habeis estado repitiendo incesantemente á la faz del Mundo entero los juramentos mas solemnes de vencer, ó morir por la Religion, y por Fernando, atacados juntamente por los Vándalos modernos; y os habeis empeñado al mismo tiempo con una obstinación inaudita á permanecer indefensos: habeis jurado conseguir un fin; y os habeis resistido á adoptar los medios unicos conducentes á su logro: haciendo de este modo vano é ilusorio uno de los actos mas sagrados de la Augusta Religion que profesamos, ó burlandonos descaradamente de Dios, y de los hombres. Perjuros! solo habeis tratado de adormecernos, y de engañar nuestro candor. Es verdad, que al principio de tan violenta crisis vuestra conducta desleal no se manifestó desde luego en toda su abominación. El estado inerme del Reyno parecia disculpable, suponiendo que, contentos con nuestros sacrificios pecuniarios, fiabais la defensa de nuestros mas caros intereses religiosos y sociales al valor de los hijos de la Metrópoli, y á los esfuerzos de las Potencias Aliadas. Los primeros sucesos del Pueblo Español contra el poder colosal del Tirano, lisongeandonos con las mas alhagüeñas esperanzas de una completa y final victoria, nos hacian descansar en el denuedo, magnanimidad é intrepidez de Pueblo tan virtuoso y tan guerrero, y justificaban el reposo é inaccion de las Colonias. Pero luego que los Sabios, los Políticos de España, esto es, los traydores, socolor de templar la demasiada impetuosidad del Pueblo, y de sugetarle á una Tactica, que solo se aprende con el tiempo, no hicieron mas que amortigüar su militar ardor, y prepararle a sus futuras derrotas: quando enxambres numerosos de Conscriptos inundaron la Península, para atrapar la presa que se escapaba, y cubrir la vergüenza de los Invencibles derrotados: quando Provincias enteras se sometieron por si mismas al yugo, y comenzaron á prevaricar las primeras columnas de la Nación: en fin, quando el Austría huvo aceptado su vergonzosa Paz, y ocupada por el Intruso Sevilla, sin disparar un cañonazo, la misma Junta Central en masa zozobró en el diluvio de la comun deslealtad ¿no amenazó á las posesiones coloniales el mas evidente peligro de ser arrebatadas de tan impetuoso y desecho torbellino? ¿no debimos los Americanos, en desempeño de la fée jurada, tomar luego una actitud guerrera y ponernos en un respetable estado de defensa? ¿había otro arbitrio de precaver una invasion Galo-Hispana, que el de prepararse á rechazarla con las armas, segun la trillada máxima: si vis pacem, para bellum? Las miras del Tirano eran notorias, los papeles mas sediciosos, las mas incendiarias proclamas penetraban hasta las mas remotas Provincias del Reyno, sembrando para corrompernos los medios más poderosos de la seducción. En coyuntura tan inminente y tan critica, no correr á las armas ¿no era un manifiesto crímen contra la Religión, y el Estado? Y si vuestras relaciones con los dominados por el Usurpador, si vuestra larga mansion en este país de delicias, que disfrutais vosotros solos, si vuestra molicie y afeminamiento, efecto de vuestro inmoderado laxo y excesiva riqueza, si vuestra feróz é insaciable codicia, si vuestro invencible apego á vuestros tesoros no os permitian abandonar la sombra de vuestras moradas, para arrostrar el sol ardiente, y asoladoras plagas de nuestras Costas Marítimas, á fin de guarnecerlas contra toda irrupcion enemiga ¿por que habeis querido privarnos á nosotros (2) esta defensa, á nosotros mas aptos para ello como al fin endurecidos en la adversidad y los trabajos? ¿Por que habeis querido hacemos cómplices de vuestros execrables perjurios? ¿por ventura la Religion Christiana no prescribe unas mismas obligaciones y deberes al Europeo, que al Americano? solo el Gachupio estará obligado á derramar su sangre por su fée, y no lo estará el Criollo igualmente? ó los franceses solo seran enemigos de la Religion en España, y protectores de sus Dogmas en el Imperio Méxicano? si sois conseqüentes á los principios de que siempre habeis hecho tanto alarde, ó confesad de buena fée la justicia de la Causa Américana, y la necesidad estrecha que Dios y la Patria, la Religión y el Estado, la conciencia y el honor nos imponen de tomar las armas para defender lo que mas amamos sobre la tierra; ó bien quitaos de una vez la mascara, y publicad sin rebozo que todas vuestras declamaciones contra la impiedad francesa no han sido mas que calumnias, imposturas y ardides de vuestra politica. Santo Cielo! ¡y que haya mantecatos entre nosotros, que se dexen seducir y alucinar sobre la justicia de nuestra comun Causa, y duden aun desenvainar la espada para sostener los derechos sacrosantos del Altar, y de la Patria! ¡que no falten almas mercenarias y viles que por un mezquino salario, debiendo esperar mas de nosotros, se vendan á nuestros implacables enemigos, para derramar la sangre de sus hermanos que han acudido á las armas, no para quitar la vida á los Europeos, como lo hacen ellos (3) con nosotros, sino solo para manifestarse verdaderos hijos de la Iglesia, y defensores ardientes de su Patria!
Nobles Américanos! Virtuosos Criollos! celebrados de quantos os conocen á fondo por la dulzura de vuestro caracter moral, y por vuestra religiosidad acendrada! despertad al ruido de las cadenas que arrastrais há tres siglos: abrid los ojos á vuestros verdaderos intereses, no os acobarden los sacrificios y privaciones que forzosamente acarrea toda revolucion en su principio, volad al campo del honor, cubrios de gloria baxo la conducta del nuevo Washington que nos ha suscitado el Cielo en su misericordia, de esa Alma Grande, llena de sabiduría y de bondad, que tiene encantados nuestros corazones con el admirable conjunto de sus virtudes populares y republicanas. Coronaos de nuevos laureles, acabando de destrozar al enemigo, ó forzandole á adoptar nuestros designios saludables y patrioticos. Fortificad los puertos, guarneced los puntos todos de una y otra Costa, por donde puedan invadiros los Galos. Avivad vuestro valor, y vuestra Fée á vista de los señalados triunfos con que hasta aqui os ha premiado el Gran Dios de los Exércitos. Volved los ojos al Pontifice Santo de Roma, al Paciente y Venerable Pio, aherrojado por los opresores de la España, que os clama desde lo profundo de su calabozo, para que conserveis en America un asilo á la Religion de Jesuchristo, fugitiva de la Europa, y amenazada de un total exterminio por los Napoleones.
Hermanos errantes! Compatriotas seducidos! no fomenteis una irrupcion de los Españoles afrancesados en vuestra Patria, que la inundarian de todos los horrores del vandalismo, y de la irreligion: los mismos Europeos que entre nosotros habitan, por sus enlaces de todo genero con los Renegados, favorecen abiertamente esta irrupcion, y aspiran á ella con descaro manteniendo el Reyno indefenso. Ciegos! al resistir á vuestros hermanos y libertadores, resistis á vuestro propio bien: os remachâis vosotros mismos la cadena de la servidumbre, desgracia indefectible que os anuncia hasta el titulo mismo del traydor, y sanguinario Conde que os conduce á nuestra comun destruccion. Lo mas sensible es, que despues de todo, en la amargura y peso de vuestra opresion no tendreis el consuelo de la Religion Católica, que en la perdida de vuestra libertad y demas bienes temporales os alentaría con la esperanza de los eternos. Por que desengañaos, pervertidos Américanos, todos los payses dominados por los Monstruos que abortó la Córcega tarde ó temprano han de ser tocados del contagio del Atheismo que profesan, y han diseminado aquellos Déspotas.
Generosos Ingleses! Nacion incomparablemente justa, y profundamente política! Nosotros somos ahora los verdaderos Españoles, los enemigos jurados de Napoleon y sus sequaces, los que sucedemos legitimamente en todos los derechos de los subyugados que ni vencieron, ni murieron por Fernando. El honor, la Política, los intereses de vuestro comercio y vuestros mas solemnes empeños, todo os estrecha a continuarnos vuestra poderosa (5) Alianza. ( Solo un ignorante estupido dexará de haber advertido que ya estamos disfrutando los efectos de ésta Alianza, aun antes de haberla negociado por nosotros mismos: tan enlazada está nuestra independencia con la gloria é intereses de la Gran Bretaña. Hace mas de tres meses que principió nuestra Revolucion gloriosa, tiempo en que no han cesado de llegar Buques Ingleses á Veracruz. Si aquella Nacion sábia hubiera querido auxiliar á los Europeos contra nuestros justos esfuerzos, nos hubiera ocasionado algun perjuicio con solo dar á nuestros enemigos un Cañon y seis marineros de cada Embarcacion, y algunos negros sacados de sus Islas del Seno Méxicano). Con el auxilio de vuestras Esquadras, acaso no distará mucho el venturoso día, en que el Aguila Mexicana destroze las rapaces Aguilas que han asolado la Europa, y van á encarnizarse contra el Asia.
Américanos del Norte! Pueblo honrado, frugal, laborioso, conocido en todo el resto del Globo por tu amor á la humanidad y la justicia, enemigo irreconciliable de todos los Tiranos, Apostol perpetuo de la fraternidad y de la union! Tu, tu eres el Amigo mas seguro, el Aliado mas fiel que nos ha destinado la naturaleza, estableciendonos en un mismo Continente. Tu eres nuestro modelo y nuestro recurso, tus intereses son los nuestros, de tí esperamos los mas prontos y abundantes socorros para acabar de aniquilar el Despotismo atróz. Ambos unidos seremos capaces de pacificar la tierra, y de hacerla felíz con nuestros tesoros, nuestra moderacion y nuestra filantropia. [ … ]
NOTAS AL PIE.-
- Ha habido, y hay entre nosotros Españoles de una probidad superior á todo justo reproche. Aqui hablamos de los que han mantenido una correspondencia criminal con el intruso Josef, de los que se han opuesto á la defensa de la América para facilitar la entrada en ella á los Galos y que han tratado de perpetuar nuestra esclavitud.
- Medida era esta tan esencial y forzosa, que el mismo Alfaro, director del Arzobispo Virrey, mando colectar un Donativo para surtir de armas al Reyno; pero todo ello no pasó de una ridicula farsa, excepto la coleccion del dinero.
- Abominamos la conducta barbara y atroz de nuestros feroces enemigos que, á sangre fria, y fuera del campo de batalla, cometen los mas crueles asesinatos, quitando de este modo toda esperanza de acomodamiento. Si entre nosotros, algunos individuos del baxo pueblo se han propasado á cometer algunos excesos, el Govierno ha manifestado luego su desaprobacion, y ha tomado medidas eficaces para preservarlos.
- Que gloria! que dicha inexplicable la nuestra de tenemos Dios destinados para uno de los instrumentos del cumplimiento de aquellos oraculos de los Libros Santos. «Ideo dico va bis, quia auferetur a va bis regnum Dei, & dabitur genti facienti fructus ejus. Math. C. 21. Regnum a gente in gentem transfertur propter injustitias. & injurias, & contumelias, & diversos dolos»
- Solo un ignorante estupido dexará de haber advertido que ya estamos disfrutando los efectos de ésta Alianza, aun antes de haberla negociado por nosotros mismos: tan enlazada está nuestra independencia con la gloria é intereses de la Gran Bretaña. Hace mas de tres meses que principió nuestra Revolucion gloriosa, tiempo en que no han cesado de llegar Buques Ingleses á Veracruz. Si aquella Nacion sábia hubiera querido auxiliar á los Europeos contra nuestros justos esfuerzos, nos hubiera ocasionado algun perjuicio con solo dar á nuestros enemigos un Cañon y seis marineros de cada Embarcacion, y algunos negros sacados de sus Islas del Seno Méxicano.
EL NUMERO 2, DEL 27 DE DICIEMBRE, Echa al vuelo las campanas afirmando que el cielo esta con su causa y lo manifiesta cada dia con indícios nada equívocos. Da cuenta del apoyo del Rey de Inglaterra y de su interés por lo que sucede en América . Declara el derecho a la independencia ante la destrucción del reino y de la religión y fustiga al mexicano apático.( con el término mexicano se refiere específicamente al habitante de la ciudad de México, pues ninguno otro nacional de la Nueva España se identificaba como tal) Reclama y lamenta la indolencia de los escritores que no han apoyado su causa y pone la esperanza en los periodistas.
Dice:
El Cielo se ha declarado por vosotros, la voluntad de Dios se manifiesta cada dia con indicios nada equívocos de la mas decidida y señalada aprobación de vuestra Causa. Los enemigos, sobrecogidos de un terror profundo, y poseídos de aquel Espíritu de vértigo que el Señor embia á la Tierra, como precursor de la ruina de las Naciones que han provocado su justicia inexorable, pierden el tino en sus acciones y discursos; tornan vuestras armas para herirse A si mismos, y alegan en su favor testimonios que los condenan. Leed la carta lnglesa que contra vosotros citan en su Gazeta de 4 de Noviembre último, leed, y pasmaos.
Cádiz 16 de agosto. El Sr D Enrique Wellesley, ministro de S. M. B. ha pasado al primer secretario de estado la copia que acompaña de la carta que el conde de Liverpool, ministro de la guerra, ha dirigido al brigadier general Layard
“Downig Street , 29 de Junio de 1810.- He recibido y presentado á S. M. vuestros despachos con todo lo que venía incluido, S, M aprueba la determinación que tomareis de enviar a vuestro ayudante de campo, et capitan Kelley, con la noticia del acontecimiento ocurrido últimamente en la provincia de Venezuela. Juzgo de la mayor importancia que el capitán Keley vuelva quanto antes le sea posible á Curazao; y que estéis enterado de la conducta que por disposición y en nombre de S. Sm deberéis observar en virtud de las circunstancias expresadas en vuestra carta.
, £1 grande objeto que S. M, se propuso desde el primer momento que llegó á este país la noticia de la gloriosa resistencia de la nación española contra la tiranía y usurpación de la Francia, fué auxiliar por rodos Jos medios posibles este grande esfuerzo de un pueblo valiente, leal y de nobles sentimientos, y de concurrir en qnanto pudiese á la Independencia de la monarqía española en todas las partes del mundo. Mientras que la nacion española persevere en su resistencia contra sus invasores, y mientras que puedan tenerse fundadas esperanzas de resultados favorables a la causa Fspañola, cree S. M. que es deber suyo, en honor de la justicia y de la buena fé, oponerse á iodo género de procedimiento que pueda o producir la menor separación de las provincias en América de su metrópoli de Europa; pues la integridad de la monarquía española fundada en principios de justicia y verdadera política es el blanco á que aspira S. M. no menos que todos lo» fieles patriotas españoles.
Pero si contra 1os más vivos deseos de S. M. llegare el caso de tener con fundamento que los dominios españoles de Europa sufrieses sofriesen la dura suerte de ser subyugados en virtud de fuerzas ea virtud de fuerzas irresistibles de este o de algún comprometimiento que solo dexase a España una sombra de independencia, (acontecimiento que de ninguna manera considera S. M. como probable en atencion á la constante energía y patriotismo del pueblo español, la constante energía y patriotismo del pueblo español), S. M. se vería entonces obligado por los mismos principios que han dirigido su conducta en defensa de la causa de la nación española durante estos dos últimos años, á prestar auxilios á las provincias américanas que pensasen hacerse independientes de la España francesa; á proteger á todos aquellos españoles que rehusando sorneterse a sus agresores, mirasen la América como su asilo natural, y á conservar los restos de la monarquía para su desgraciado soberano, si es que por una combinación de circunstancias consigue algún dia recuperar «u libertad. S. M. en esta declaración expresados los motivos y principios de su conducía, renuncia a toda mira de apoderarse de territorio alguno y á toda adquisición para si mismo. (…)
Tengo el honor etc. Firmado, Liverpool…
Por mas que nuestros enemigos pretendan lisongearse con ciertas expresiones puramente políticas de esta carta; es tan decisiva y terminante la declaración que en ella se contiene sobre el empeño de la Gran Bretaña, en sostener nuestra independencia, que no acabamos de concebir como se atrevieron á publicaría en la Gazeta que U’S interceptamos de 4 de Noviembre último, como un testimonio favorable & ellos, y contrario á los gloriosos Amores Je la Revolución Americana. Los invictos Caraqueños, esos Criollos valientes y esforzados, que Dio> nos ha puesto por modelos, sacudieron el yugo de la sugecion el 19 de Abril de este mismo año, y se mantienen libres é independientes hasta la fecha…(…)El Gabinete de aquella Nación ilustrada con arreglo a sus principios, continue enhorabuena fomentando las partidas de guerrilla, para no dexar gustar en paz al Josef del fruto de su usurpación, pero ningún inteligentese persuadirá jamas, á que una de estas partidas sea capaz de reconquistar una Provincia, rendir una Plaza fuerte, ó mantenerse siquiera por mucho tiempo en un mismo lugar, sea qual fuere.
Asi que, nos vemos en el triste y sensible estrecho de declarar por decidida la suerte de la Madre España que según el teatro actual que presenta la Europa a los observadores mas dormidos, no acudirá el yugo de sus injustos invasores que avaluadas todas las probabilidades, no se restaurará jamas á su antiguo esplendor; y que quedará reducida ¡o dolorosa humillación! al estado precario de una mera Colonia de la Francia…. Por tanto para precaver los incalculables males que ros amenazan … para no exponernos al dolor de vér extinguido entre nosotros el instituto Monacal, proscripto por Josef en toda España …para conservar en la Iglesia Americana los Ordenes Religiósas que la sirvan, como siempre lo han hecho, para evitar una esclavitud cuya idea sola nos hace entrar en las convulsiones del furor; para consolar a las Naciones que arrastran la cadena del cautiverio, y poner una barrera al Monstruo de tiranía… nos creemos autorizados por el Ser Supremo, de quien recibimos los mismos derechos naturales que los demás hombres, para aspirar abiertamente Independencia , como el unico recurso de mantener pura é ilesa la Fé Católica que trahemos heredada de nuestros Abuelos mas remotos…. Protestamos solemnemente ante todas las Naciones, declaramos en presencia del cielo y de la Tierra, y juramos por lo mas sagrado que la religión, y la Naturaleza abrigan en su seno, que no dexarémos las armas de la mano hasta conseguir nuestras justas pretensiones. Imploramos para ello ka asistencia de ía Augusta é Individua Trinidad, poniendo á las Tres Divinas Personas, por testigo de la rectitud y pureza de nuestras intenciones, y cortamos con el patrocinio declarado de la Madre Santa de Guadalupe, Numen Tutelar de este Imperio, y Capitana Jurada de nuestras Legiones.
Reflexión. Mientras que todo el Reyno experimenta la mas fuerte y general fermentación, mientras que los ánimos todos están agitados de la conmoción mas viva , advirtiendose en todos los Americanos una actitud intrepida y belicosa, que es el mas seguro anuncio del triunfo de la Independencia; el apático mexicano vegeta á su. placer, sin tratar mas que adormeciendo su histerico con sendos tarros de pulque. Como hace seis comidas al dia, está siempre indigesto; y como está roceado de la mofeta de su laguna, no se le ve respirar fuego. ¿Habrá entre los habitantes de aquella Ciudad populosa, una milesima parte capaz de pronunciar con firmeza, mi Patria, mi Libertad? habrá una centesima capaz de sentir valer siquiera en los talones para venir á colocarse en la retaguardia de alguno de nuestros exercitos? Este es un problema que no nos atrevemos á resolver; pero como aun estamos en tiempos de la Magia, es de esperar se halle algún secreto para dezpulcar a los Mexicanos. El Autor de este Periódico confusa la debilidad de sus talentos, y no hallarse Capaz de dar á la obra toda la perfección correspondiente a la importancia de la epoca en que nos hallarnos. Su ardiente amor a la Patria, y el ver que ningún literato ha acometido hasta ahora una empresa de tan conocida necesidad, le ha hecho pasar por todas consideraciones, y dedicarse a despertar á gran parte del Pueblo americano dormido a sus intereses implora la indulgencia del Público, y protesta ceder el campo gustoso a los Periodistas que se presentaren dignos de la Nación, y de la gran causa de su Libertad.
Hoy a las doce y media á llegado Expreso de Zacatecas con la plausible noticia de haber nuestro Exército del Norte derrotado completamente la División Enemiga, que salió de Durango.
EL NUMERO 3, escrito por Don José Ángel de la Sierra y Gómez, es un relato en forma de carta escrita con delicioso humor y concluye con una audaz sentencia : ¡ Ya no hay España! , ya el poder español ha ido aniquilado por los franceses…”. Dice así:
Señor Despertador, Puesto que su Periódico de V. va haciendo efecto, nadie extrañara oír hablar a uno de los que poco antes estaban durmiendo, ni que en tiempo de tanto parlar de las cosas nuevas, le cuente yo a V. el último sueño que he tenido alusivo á cosas viejas. Sepa V. pues, que vi a otro hombre de birrete, sin duda de Santander, con una pipa en la boca llena de tabaco havano, con tono de los que ha muchos años gozan de voto en el Consulado de México… me empezó á reprehender de insurrección, me afeó mi nacimiento y origen, maldixo mi tierra y a sus naturales habitantes, me trató de incrédulo y supersticioso, y me indujo tal pavor, ( asi somos todos cuando dormimos ) que más muerto que vivo le huve de decir: pero Señor Don Don como V se llama. pues no sé ¿que es que V. quiere de mí¿ ¿en q:;é puedo servirle? Servirme á mí, no me contestó el, yo no soi egoísta, como dicen ahora; servir a, a Dios y á la Madre Patria. Quiero… y cuidado que le va la vida, que V puesto que pica de curioso, se dedique a convencer con algún escrito a sus paisanos los tecomates ( El tecomate es un recipiente de origen indígena utilizado para almacenar líquidos, especialmente agua. Su forma suele ser redondeada y está elaborado tradicionalmente con calabaza seca. También se les conoce como guajes) los misturados, ¿me entiende-V.? los pérfidos mas horrible» y ruidoso», á que si quieren que se les tenga por cristianos reconozcan solemnemente la Dependencia á la Corona de Castilla, téngala quien la tuviere… Pero señor, le interrumpí yo, sacando fuerzas de flaqueza. ¿No ve V. que ay me aprieta V. demasiado en la misma conciencia con querer que viole tan santo juramenta como el que hemos hecho de no ser nunca de los Napoleones” … Siguen un simpático diálogo en el que con fino humor sarcástico el autor aborda el hecho de que la Junta Suprema Central Gubernativa de España e Indias, – formada en septiembre de 1808 en Aranjuez- , ha dejado la península en enero de 1810, desplazada la resistencia por el invasor ejército francés y se ha instalado en la Isla de León, ubicada en la Bahía de Cadiz. Discuten y el hombre de birrete dice: No se quiere otra cosa mas, que ustedes como hasta aquí lo tengan todo ultramarino» Cortes ultramarina, Comercio ultramarino,.y hasta la Fée misma católica, debe ser ultramarino. Con que se consiga que aqui nada se determine en última instancia … Señor le dije yo, oyendo tanto ultra y mas ultra q«e me lo representaron un CarlosV. j. le parí ce á V. que escriba que somos dependientes de algunos isleños? , o de los de Marruecoss, de Ceuta ó ¿de quien le parece a V». que premueba nuestra dependencia2 Para mí es indiferente qualquiera, respondió el, ya sea Mallorca, ya alguna de las Canaria, poder de mar en fuera es queremos mantener…(…) Pues ¿qual es su idea de V.? .no dixo entonces. Mi idea es, le respondí, hacer esto dependíente de Cuba: ya que ní Mayorca , ni el continente europeo han servido para Cortes nuestras… Ahora Señor Despertador: V. sabe también como el que mas, que las ideas de los sueños, por estrafalarias. y villanas que parezcan, a nadie desacreditan. Auxilíeme contra algún mal intencionado, que puede por ay estar oculto, y saqueme del apuro en que por V. me he metido…
Concluye:
Esperamos que el exemplo de este durmiente, que ha palpado realidades en su sueño, incitará á sus compañeros a que despleguen sus talentos en favor de nuestra justa causa, y que abandonarán luego el estado de Patriotas Vergonzantes en que hasta aquí se han mantenido. Habitos inveterados, con quanta dificultad se os arranca de los pechos en que os habéis arraigado !Ya no hay España! , ya el poder español ha ido aniquilado por los franceses y el terror á aquel poder subsiste aun, y acobarda á los cue no conocen 10-. recursos de su nación y la situación política de las Potencias de Europa.
Pieza literaria muy digna de leerse completa: Ver Documento
Al final del Numero 3 el editor comparte una noticia: Expreso del Real del Rosario que llegó ayer por la tarde. SI Comandante de una de las Divisiones de nuestro Ejército del Poniente Don Josef María Hermosillo participa al Superior Gobierno haber conseguido una victoria completa sobre los Europeos de la Sonora. ¡Viva la Religion! ¡ Viva la independencia!
NUMERO 4.- En este número recapitula sobre los dos triunfos anunciados en ediciones previas, pregunta a los criollos indecisos a qué le temen si la victoria de la revolución es evidente, refiere que “todo quanto los Ultramarinos han dicho contra los Franceses, obra contra ellos ahora que han reconocido por Rey al abominado Josef” y por primer ocasión recurre al argumento de la carestía.
Dice:
Á los Americanos que militan baxo las Banderas
de los Europeos Flon, y Callejas
Hermanos y Compatriotas. Nuestros Exércitos de Norte, y Poniente acaban de conseguir dos señaladas victorias, destrozando completamente á los Gachupines nuestros opresores cuyos esfuerzos contra nuestra justisima causa no han sido mas que llamaradas de un maligno fuego próximo á extinguirse. Estas derrotas, en que la mano poderosa del Altísimo se ha manifestado de un modo nada equívoco protectora de nuestros derechos, han proporcionado á las vastas Provincias de aquellos rumbos respirar por la primera vez de la mas cruel y absoluta opresion en que han gemido por tres siglos. Todas han abierto los ojos, todas han despertado del letargo, todas han conocido que ha llegado el momento señalado por la Providencia para que recobremos nuestra natural libertad, é independencia, aquella que Dios, padre comun de todos los humanos, ha concedido á todas las Naciones de la tierra para su comun felicidad. Ninguna de ellas se ha dexado alucinar de los artificios de los enemigos, ninguna los ha protegido ni auxiliado contra los Criollos, todas los han perseguido á fuego y sangre; y por lo mismo no ha durado en la inmensidad de aquellos paises el incendio devorador de la Guerra. Vosotros Amados Hermanos, vosotros sois los únicos que perseverais en el torpe y ciego error de amparar á nuestros tiranos contra vuestros paisanos, contra vuestra Patria, contra vuestro propio bien, y el de toda la posteridad Americana. Vosotros, lo decimos con lágrimas y penetrados del mas justo sentimiento, vosotros solos os oponeis con las armas á la felicidad de seis millones de vuestros Compatriotas, y retardais el momento felíz de nuestra suspirada libertad, Acostumbrados, como buenos Soldados á dar á vuestros Oficiales la obediencia mas ciega, los habeis ahora seguido maquinalmente, y sin reflexionar sobre la injusticia atróz de sus órdenes iniquas, ¿Qual es el objeto, qual el fin, qual el motivo de tan extraña conducta? ¿Por qué peleais al lado de los Europeos? ¿os mueve acaso la defensa de la Religion, la defensa de nuestra Fé Sacrosanta? Pero esta misma es puntualmente nuestra causa, en este punto nuestro sentir es el mismo que el vuestro, sin mas diferencia, que vosotros prolongando esta guerra insensata é injusta os exponeis á que todos seamos atacados por los vasallos de Josef Napoleon, que destruirian el Cristianismo entre nosotros, como lo han destruido en España, á confesion de los mismos Gachupines que sin cesar nos lo han estado vociferando en estos tres últimos años, Serve nequam de ore tuo te judico: todo quanto los Ultramarinos han dicho contra los Franceses, obra contra ellos ahora que han reconocido por Rey al abominado Josef.
¿Peleais movidos de la Excomunion que los Inquisidores Europeos han fulminado contra nuestro Gefe, y los Compañeros todos, de su valor y de su gloria? Pero Sencillos! Inocentes! ¿como podeis haber sido víctimas de vuestra credulidad, de vuestro candor y de vuestra buena feé? Toda la Nacion, sin exceptuar á ningun Americano de la plebe ruda é ignorante, conoció desde el principio que ese Edicto expedido en un momento de desgracia, contra todo el órden del derecho, contra todas las reglas de la sana Política no era mas que un ardid, una superchería, una astucia de los Gachupines. Desde el instante en que supieron el principio de nuestra revolucion, quedaron yertos de pavor. Ellos vieron que eran un puñado contra millones, vieron que les era imposible recibir ningun socorro de la afrancesada España, vieron que las Potencias Marítimas de todo el Mundo sostendrian nuestra independencia, como interesadas en comerciar directamente con nosotros, sin tener que pagar crecidos derechos á los revendedores Gachupines. En tal conflicto, en tal angustia, que fue para ellos una verdadera agonia, les sugirió su debilidad el arbitrio de tratar de Hereges á los Autores de la empresa mas gloriosa que pudo caber en pecho Indiano. Este artificio les pareció tanto mas seguro, quanto estaban mas satisfechos de la feé, piedad, religion, y devocion acendrada que caracterizan, y distinguen al Americano de los demas habitantes de la tierra. Ellos dixeron: El comun de los Americanas no es capaz de conocer á fonda todas las ventajas que les acarrea la independencia, los Criollos instruidas en la Teologia son muy pocos, y por consiguiente los que sepan lo que es heregia: hechemos pues mano de este arbitrio, que mientras que los Criollos doctos se ocupan en desengañar al pueblo ignorante, la mayor parte, asustada con el solo nombre de heregia, los abandonará luego al punto, se unirá con nosotros, y tomará la espada en nuestro favor contra sus mismos padres, contra sus madres, contra sus hermanas, contra sus parientes, contra sus amigos, y contra todos sus paisanos. Llenos de esta idea, ocurren á los inquisidores, que por nuestra desgracia son todos Gachupines, estos como interesados en la suerte de sus paisanos Europeos, no temiendo hacerse jueces en causa propia, expiden con una precipitacion indigna de negocio de tanta importancia, el fulminante Edicto con que creen arruinar á Hidalgo y sus sequaces, esto es á todos los Criollos: vierten en él las expresiones mas sucias é indecentes, expresiones mas propias para escandalizar, que para edificar; lo forjan con tal ceguedad, que no advierten las enormes contradicciones de que lo llenan, contradicciones tan patentes, que las han percibido hasta los niños, y tan monstruosas que no las conciliará jamas el Gachupin mas enredador y caviloso. Lo circulan, no por conducto de los jueces Eclesiásticos, sino por medio de Comerciantes y Subdelegados. Lo circulan sin el Sello del Santo Oficio, como es de estilo, y sin las rúbricas de los Inquicidores. Nulidades tan palpables, desaciertos tan garrafal es hicieron creer á los Criollos piadosos é ilustrados que papelon tan monstruoso no podia ser parto legítimo de la Inquisicion, sino produccion de algun patan Montañéz: y así lo creeriamos aun hasta ahora, sino supiesemos hasta que punto se ciegan los hombres, quando una vez ha llegado apoderarse de ellos el espíritu de partido, y la rábia de dominar á los demas. Para que veais quan de buena feé os hablamos, A. H. supongamos por un instante, aunque en la realidad no es así, que nuestro Héroe Libertador huviese caido en algun error contra la feé ¿perjudicaría esto de algun modo á la justicia que nos asiste para aspirar á la independencia, y separamos de la España dominada por un Rey de Copas, é inundada de los horrores de la impiedad? ¿por ventura, perjudica á la justicia de la alianza que los Gachupines ajustaron con los Ingleses, el que casi toda aquella Nacion esté separada de la Religion Católica, y llena no solo de hereges, sino hasta de Deistas, y aun Atheistas? Desengañaos, toda la supuesta he regia, todo el crímen del Nuevo Washinthon, consiste en haber levantado la voz de la Libertad de nuestra Patria, en haber descubierto las íntrigas de los Gachupines para entregarnos á Josef, y en oponerse á la execucion de tan criminal y execrable designio. Esto lo han patentizado ya hasta la última evidencia nuestros Teólogos nacionales, y nosotros os lo demostrarémos con todo el rigor geométrico. El Santo Oficio de la Inquisicion establecido en México, éste Tribunal respetable, que con arreglo al objeto de su ereccion solo debia velar sobre la conservacion de la Feé Católica, ha degenerado abiertamente en estos últimos tiempos, convirtiéndose en una Junta de Policía, en un Club sanguinario que se ha mezclado en negocios puramente políticos, y civiles, agenos de su primitivo instituto. Los mismos Gachupines Inquisidores lo han confesado así francamente en todos los Edictos que han expedido desde el principio de la irrupcion francesa en la Monarquía. Leed singularmente el primero que promulgaron despues de aquella época desgraciada: en el veréis que llevan el descaro y la tiranía hasta privamos de la confianza que debemos tener en los Sacramentos, mandando á los Penitentes delaten á sus Confesores que les ablen en la confesion de intereses contrarios á la España, es decir contrarios á los Gachupines. Oh! dolor, Oh! opresion, Oh! despotismo inaudito y sin exemplar!
¿Peleais acaso, Hermanos nuestros muy amados, por el legítimo Rey de la Monarquía española, por el desgraciado y cautivo Fernando? ¿Pero no advertís que los Gachupines ya ni se acuerdan de este Monarca infelice? ¿no veis que la España ha reconocido por su Rey á un Intruso, y que todos los juramentos, y fanfarronada de los Gachupines han venido á parar en que se postren ante el ídolo detestado, ante aquel Jusepe, aquel Pepe Botellas, aquel Rey de Copas, que es ahora para ellos el Rey Sábio, el Rey Filósofo, el Regenerador de las Españas? ¿Como puede decirse que peleais por Fernando, quando habeis hecho causa comun con los Europeos que se han vuelto sus mas crueles y decididos adversarios?
¿Peleais por vuestra Patria? Pero ¡Ay! que vuestra Patria, la América, la Madre legítima que os concibió en su seno, y os alimenta con su substancia, no tiene hasta ahora más, que motivos de que xa contra vosotros, á quienes mira como hijos desnaturalizados y rebeldes que han tornado las armas contra ella. ¿No estais asociados con los tiranos que por espacio de trescientos años han saqueado, devastado y aniquilado á la América, con los déspotas que han tenido á vuestra Nacion siempre exausta, siempre exangüe, en la mas deplorable escaséz, en la mas absoluta miseria? ¿Que otra cosa es la historia de la dominacion española entre nosotros, sino la historia de las mas inauditas crueldades? ¿que otra cosa nos manifiesta esta historia, que una lucha tennáz y constante entre Dios, que se ha esmerado en enriquecer nuestro suelo, derramando en el con profusion las fuentes todas de la prosperidad; y entre los Gachupines siempre encarnizados contra nosotros, sino la historia de las mas inauditas crueldades? ¿que otra cosa nos manifiesta esta historia, que una lucha tennáz y constante entre Dios, que se ha esmerado en enriquecer nuestro suelo, derramando en el con profusion las fuentes todas de la prosperidad; y entre los Gachupines siempre encarnizados contra nosotros, siempre obstinados en no dexarnos gozar los dones de nuestro Criador? Tended la vista por toda la estension de este vasto Continente, dad una ojeada á la opulenta region en que habeis nacido. ¿Gozais vosotros de su abundancia, gustan de sus dulzuras los hijos de la Patria? Ay! que al paso que el tirano advenedizo nada entre delicias, al hambriento y andrajoso Indiano falta todo. ¿Quienes son dueños de las minas mas ricas, de las Betas mas abundantes y de mejor ley? los Gachupines. ¿Quienes poseen las haciendas de campo mas estensas, mas feraces, mas abastecidas de toda clase de ganados? los Gachupines. ¿Quienes Se casan con las Americanas mas hermosas, y mejor dotadas? ¿Quienes ocupan los primeros puestos de la Magistratura, los Virreynatos, las Intendencias, las plazas de Regentes, y Oydores, las dignidades mas eminentes, las rentas mas pingües de nuestras Iglesias? los Gachupines. Si una ú otra vez guiados de su maquiavelismo confian alguno de los altos puestos al patricio, son solamente aquellos empleos que exigen un trabajo recio, escogen Criollos viejos que apenas pueden con la carga de la edad, ó bien prefieren á los mas ineptos é ignorantes, para insultar despues con e! oprobrio de incapacidad á la Nacion entera. ¿Que manos son las dueñas del Comercio, quienes lo han aprisionado en un solo y detestable Puerto, quienes lo han recargado de impuestos onerosos, manteniendo el feróz monopolio, y ganando en el valor de un centenar, quinientos pesos? ¿Quienes han impedido, y estorvado toda clase de manufacturas Ámericanas con el falso pretexto de no perjudicar á las Fábricas de España, como sino se supiese que casi todo quanto se nos revende, sale de talleres extrangeros? ¿Quienes han estancado la Sal, el Tabaco, el Azogue, la Nieve, el Tequexquite, los Colores, el vino Mescal, la Pólvora, en una palabra los ramos todos de la industria, sin dexar en que trabajar al Criollo honrado, ni con que proporcionarse una mediana subsistencia? ¡Y que estos bárbaros, añadiendo el insulto á la injusticia, nos echen en cara nuestra ociosidad, y nos traten de holgazanes! ¿Quienes recogen anualmente en esta sola América veinte millones de pesos de todas las gavelas, y exâcciones que han cargado sobre el Pueblo miserable? ¿quienes han llevado la barbarie hasta doblar el tributo de infamia al casado Americano? Lo menos doloroso es, que el infelíz se prive de lo necesario á su precisa subsistencia, para satisfacer tanta carga. Á sus mismos hijos, tiernos servidores de! estado, les quita el pan de la boca, para pagar á un Subdelegado á un Teniente, que con la autoridad de su oficio va anunciando la desolacion de los Pueblos. No hay año estéril, ni escaséz de maizes, ni calamidad, por grande que sea, que le exima de pagar. Entre tanto, redobla el pobre Criollo su trabajo, riega la tierra con su sudor, y no pocas con su sangre, acorta mas y mas e! alimento á su familia, y no siendo esto bastante, se ve precisado á invocar la muerte, como único fin de su miseria. ¿Que Pueblo, que Nacion del universo gime baxo el yugo de condicion mas dura y horrorosa? Lo que asombra mas, lo que más irrita es el espíritu de rapacidad de que se ha manifestado poseido el Gobierno Español en estos últimos tiempos ¿No se nos ha aumentado en una quinta parte el valor de las Bulas de la Santa Cruzada? ¿no se ha relaxado la observancia quadragesimal entre nosotros con una nueva Bula arrancada al Sumo Pontífice con los mas frívolos pretextos, como lo han manifestado algunos de los mismos Obispos de España? No se han puesto en pública almoneda hasta los bienes de las Cofradías, los fondos de Legados, Capellanías y Obras Pias de todo género, para remitir su importe á la Metrópoli? ¿No se han despojado de sus alhajas nuestras Iglesias para no volver á verlas jamas? ¿No se ha dexado el Reyno enteramente exhausto, y extenuado con todas esas verdaderas extorsiones llamadas Donativos? ¿No se nos acaba de amenazar con un impuesto de veinte millones, cantidad imposible de rejuntarse ni en veinte años? En fin, á tan espantoso cúmulo de males ¿no han añadido ultimamente los Gachupines la mas excesiva carestía, la mas absoluta escaséz de los géneros de primera é indispensable necesidad? Estando libres los Mares desde el ajuste de la Alianza con la Gran Bretaña, estando atestados de efectos los Almacenes de los Comerciantes Ingleses, ¿que causa ha habido para que el comercio de América se haya paralizado, aun mas que en tiempo de guerra con el Ingles? No ha habido otra, que la crueldad de los Gachupines, que han seguido con rigor su antigua maxima de destruir para dominar, de mantenernos en la miseria, para quitarnos las fuerzas de levantarnos contra la tiranía, de hacernos luchar contra las necesidades mas imperiosas, para que ocupada nuestra atencion en ellas, no tengamos la bastante para reflexionar sobre el peso de nuestras cadenas. Estando pues, unidos como estais. Amados Hermanos, con Tiranos tan odiosos, con los Autores de opresion tan absoluta, como injusta, ¿con que descaro, con que avilantéz podeis decir que peleais por la Patria, á menos que no os ciegue una grosera y estúpida ignorancia de que apenas parece capaz humano entendimiento?
Por último, ¿Peleais llevados de terror al poder español? ¿Pero no advertis que este poder en otro tiempo formidable, y aniquilado ahora en su raíz por los Franceses, no es ya, por justa disposicion de la Providencia, mas que un espantajo, una fantasma vana? ¿No veis que vuestros brazos son el último recurso á que han apelado para prolongar por algunos instantes las convulsiones de su despotismo moribundo? ¿Es posible que os acobarde la presencia de esa gavilla despreciable de Europeos, que os custodia en vuestra retaguardia, sin exponerse jamas á nuestro fuego? Americanos, tanto temor no debe caber en pechos varoniles, es propio de esclavos baxos y muy viles. Ea acordaos que sois Americanos, volved luego las bayonetas contra esos pérfidos, y volad á nuestros campamentos. Si vuestras almas se abren facilmente á las impresiones del miedo, sabed que corre menos peligro vuestra vida en tomar esta resolución tan facil, como honrosa, supuesto que sois diez mil contra ochocientos, que exponeros á ser víctimas de nuestro justo resentimiento. Es irracional, es insensato, el proyecto de oponer al ímpetu de toda una Nacion levantada por su independencia, no es posible desconcertar los planes de nuestro Padre y Libertador, concebidos con la mas profunda sabiduría, que han puesto ya en combustion á todas las Provincias por su libertad. Todos nuestros enemigos van á ser reducidos á polvo por el intrépido Allende, el hijo favorito de Mane, nuestro Capitan invicto, en cuyo elevado y generoso espíritu brillan todas las prendas militares qué la Europa admira en el Corso, sin la ambicion asoladora que obscurece las virtudes de aquel Monstruo.
EN EL NUMERO 5 reproduce un artículo publicado en La Gazeta, órgano oficial del gobierno virreynal, que afirma haber logrado una victoria contra habitantes de 9 pueblos, con el propósito de desmentirlo. Afirma que lo que la Gazeta publica como un triunfo para las tropas gobiernistas, en realidad fue una vergonzosa atrocidad cometida por los realistas y un posterior triunfo para los Insurgentes. Narra también como en La Barca el ejército Insurgente perdonó a sus enemigos en una coyuntura religiosa. En otro tema, aborda . ¿Por qué los Religiosos Cruciferos de Queretaro predican á todas horas la excomunión contra los Americanos?
Dice así:
Gazeta a Extraordinaria del Gobierno de México del miércoles 5 de diciembre de 1810.
Con fecha de 2 del corriente participa á este Superior Gobierno el teniente coronel veterano, comandante del regimiento provincial de dragones de Tulancingo, y de las tropas apostadas en el rumbo del Sur D. Josef Antonio de Andrade las noticias siguientes.
El dia 1 del corriente marchó el expresado teniente coronel con sur tropas reunidas al pueblo de Tepecuacuilco donde se hallaba una división de rebeldes apoderados del pueblo, y continuando sus incursiones, con notables perjuicios de muchos inocentes. Habiendo pasado la noche dé aquel dia en la venta de los Amates, distante 10 leguas de San Gabriel, recibió allí una carta de dicho pueblo de Tepecuacuilco, en qué se le ofrecía una entrada pacifica, por estar desengañados sus vecinos de la temeridad y arrojo de los rebeldes que los habían seducido. Lleno de regocijo con esta noticia, que interesaba a la humanidad, y que desde luego evitaba la efusión de sangre, respondió lleno de satisfacción y marchó el dia siguiente á las 6 de la mañana para dicho pueblo, siempre con precaución, por el conocí miento que tenia de la perversidad de los cabecillas.
En efecto, luego que llegó a la una del diá, se encontró con que las alturas de los tres cerros del Tule se hallaban con un número considerable de gente, y a punto dio sus ordenes para que se dividiese su tropa de caballería en quatro trozos, y destacó una abanzada doble para dirigirse al pueblo en buen orden. En estas disposiciones se presentó el teniente del pueblo D. Santiago Qrduño, manifestando lo infructuoso de sus persuasiones, y que la gente se había reunido en las lomas con la de otros ocho pueblos inmediatos, mezclados con los insurgentes que comandaba D. Josef González, quien habia levantado una compañía en Iguala. En estas circunstancias, se apresuró el ataque con el mayor denuedo y valor de sus tropas, y acometiendo con la abanzada de infantería, no bubo soldado que errase un tiro, desalojándolos de su posición, y perseguiéndolos con la caballería y lanceros para cortarles la retirada en su dispersión, hasta que habiéndose reunido como a las quatro de la tarde en la loma nombrada la Peana* los derrotó completamente con pérdida, de doscientos muertos, y ochenta y un prisioneros, sin haber otra de nuestra parte, que un caballo muerto en que montaba el alférez D. Juan de Dios Becerra, y herido otro de un dragón, á pesar de venir armados los enemigos con flechas de seis dedos de lengüeta de fierro, lanzas y escopetas, habiéndose portado toda la oficialidad y tropa con el mayor entusiasmo y valor. Inmediatamente se conduxo al pueblo con ánimo de castigar á los rebeldes á sangre y fuego; pero considerando que habría muchos inocentes, mando publicar el bando de indulto de 12 del pasado con algunas restricciones que exigían las circunstancias para la tranquilidad del pueblo, y dirigiendo sus desvelos á la aprehensión de los cabecillas y obstinados. S. E. ha apreciado justamente la conducta del teniente coronel que ha comandado esta acción, y el valor y entusiasmo con que las tropas del Rey han Manifestado su patriotismo y fidelidad. Asimismo ha aprobado la humanidad con que ha dado a conocer las benignas intenciones del Gobierno justo y suave que nos rige y que solo tiene a la vista la felicidad y paz de los pueblos reservando el rigor de la justicia para los malvados que abusando de la ignorancia de sus hermanos y conmoviendo la malicia de los revoltosos han llevado el trastorno y la desolacion á l as mansiones mas preciosas de la fidelidad y de la paz. Si estos pueblos seducidos no ceden á la claridad con que la Divina Providencia nos manifiesta sus designios en su sensible injfluxo teman a los horrores que serán la precisa consecuencia de la ceguedad y arrojo.
El capitán Don Francisco Hernández, comandante de una de las divisiones de nuestro exército del Sur, al dar cuenta á este Superior Gobierno con la Gazeta que antecede, dice al Señor Generalísimo lo siguiente: Con fecha de 2 del corriente participa el teniente coronel Don Antonio Andrade a Gobierno la toma de, Tepecuacuilco, describiendo sus circunstancias menudamente, queriendo hacer de todo su resultado un prospecto que le adquiriese gloria respeto de sus Gefes, y al mismo tiempo alucinando a los insensatos su crítica. Supone haber hallado en aquel Pueblo considerable número de gente, resuelta a una vigorosa defensa, y que solo el denuedo de sus dragones, dirigidos por su decantada pericia militar, pudo conseguir tan glorioso triunfo.
¡Gran Dios! ¿y que no tengan vergüenza estos hombres de estampar en los papeles públicos mentiras tan de primera clase?
Pueblos todos circunvecinos de Tepecuacuilco. vosotros que teneis asertos evidentes de las operaciones de Andrade seréis los jueces que decidan si estas merezcan el epíteto de heroicas, ó el de tiranas: vosotros a todos los habitantes de América, que habiéndose retirado núestras tropas del Pueblo de Teloloapa y al Real de Taxco por justas consideraciones, qual ladrón ratero valiéndose de la ocasion, ertró á un pueblo indefenso, y cometió excesos que ultrajan á la Religión y ofenden á la humanidad vosotros direis que visteis entrar al Templo de Dios á estos impíos y robarse toda su plata, sin que escapasen de su insaciable codicia ni los Vasos Sagrados: vosotros diréis que visteis conducir a la Imagen de la Madre de Dios atravesada en una carga, ( tal vez por vilipendio) vosotro diréis, que visteis conducir prisionero al Pastor de aquel rebaño, dejando aquella Feligresía sin los auxilios preciosos de la religión y aquel Templo qual el destruido de Jerusalen sin sacerdotes ni holocausto, vosotros diréis que visteis en las calles de aquel infeliz Pueblo ialas vírgenes y mugeres honestas ser víctimas de la desenfrenada lascivia de los Satélites del irreligioso Andrade, vosotros diréis que visteis Llevar por prisioneras á todas las mugeres que consideraban útiles al serrallo de San Gabriel, y que solo escaparon de su torpeza las que por su edad ó deformidad les parecieron despreciables, vosotros diréis, que visteis sacrificar á ancianos impedidos, y aun criaturas ¡nocentes, convirtiendo aquel país en un país de horror y de muerte: vosotros diréis que el Templo de Huisuco, y su Minisiro han sido tratados del mismo modo.
Americanos, ¿y que estos hombres se quiera tener por religiosos y por protectores de la evidenciada humanidad?
Pero no es extraño, pues todos los filósofos libertinos de nuestro infeliz siglo han querido dorar siempre sus exécrables excesos con los sagrados nombres de humanidad, libertad, naturaleza, razón, y otros de los que han usado para el trastorno del mundo político. No hay que alucinarse, amados compatriotas las operaciones de Andrade en Tepecuilco son suficientes para hacernos abrir los ojos por poca luz que tengáis ya sois capaces de discernir y de hacer una comparación juiciosa de la conducta de nuestros enemigos con la nuestra: ya habéis visto que á la llegada de nuestros enemigos en los pueblos se dispersan las gentes, y corren fugitivas á auxiliarse á las malezas de los montes, y que al mismo tiempo qué nosotros ocupamos los mismos corren presurosas á ponerse baxo nuestro amparo, ofreciéndonos gustosas las familias infelices quanto tienen para su subsistencia para el auxilio de las tropas, prueba nada equivoca de que se han formado mejor concepto de nosotros que de nuestros contrarios.
Pero en prueba, amados compatriotas» de nuestra mejor causa, ya habeis visto nuestros felices éxitos, yá habéis sido testigos que sin embargo de tener intenciones nuestros enemigos de atacar primero á este Pueblo de Igual la, jamás $e atrevieron solo con haber visto acampado el exército comandado por el capitán Don Francisco Hernández, á pesar de hallarse debilitado por estar parte de sus tropas en Teleloapa y Tasco: igualmente habeis experimentado que luego que se reunieron nuestras fuerzas, corrieron presurosos en su alcance á Tepecuacuilco el 8 dé diciembre, de donde se habian fugado á la media noche temerosos de nuestro ataque
Pero sin embargo á pesar de hallarnos, fatigados los seguimos en su retirada todo ese dia y toda la noche, hasta las 4 de la mañana del día 9 y teniendo noticia de que se hallaban acampados en el Rancho de Aquetzalapa á pesar de indecibles fatigas por lo escarpado del camino, colocamos un cañón de á 12 en un punto dominante, caminando los otros tres por la parte de abaxo para atacarlos mas de cerca; mas apenas oyeron el estallido del primero disparado á metralla, quando el Héroe invencible de Andrade con todo su exército se puso en una precipitada y vergonzosa fuga, dexando en aquel campo todos los equipages, sus bagages, y el saqueo del infeliz Tepecuacuilco.»
»¿Que mas queréis. Nobles Americanos, que hagamos por nuestra justa causa?: hemos dexado nuestrás familias y nuestros intereses, hemos caminado de dia y de noche, hemos pasado sed, y hambre insufribles, todo lo hemos sacrificado en prueba de nuestro patriotismo, y estamos satisfechos que todos estáis dispuestos á hacer lo mismo que nosotros: reunios, y no temáis las amenazas de nuestros enemigos. Aquí, como ya os diximos en otra vez, se desplego la vandera de la independencia para no enrrollarse jamas: sed fieles á nuestra Patria, y estad seguros de que una mano providente nos protege y un Sabio Gefe guía
Cuartel Subalterno de Iguala. diciembre 15 de 1810. El capitán comandante del rumbo sur Francisco Hernandez
Yaque el Señor Hernández nos ha trazado el abominable, irreligioso y heretical quadro de la conducta de los católicos Gachupines y sus auxiliares en unos pueblos indefensos; no llevaran á mal nuestros lectores que añadamos aquí la interesante, piadosa y verdaderamente católica escena con que asombró á nuestros mismos enemigos el exercicio de los excomulgados y hereges Americanos en el Pueblo de La Barca. Tenemos la satisfacción de anunciar un suceso púbico, notorio, acaecido en la mitad del dia, a presencia de miles de testigos, v confesado por el mismo osado Recacho, el Aquilea de los Gachupines de la Nueva Galicia. No hay ciertamente colores con que pintar la carniceria horrible que los enemigos hicieron en los nuestros, los dos primeros dias en que fueron atacados en la plaza y calles de aquel Pueblo, valiéndose de toda la superioridad que les daba la artillería, fusileria y demás pertrechos militares de que abundaban. Pero al tercero fue tal la confluencia, los Americanos, que por todos vientos cayeron sobre Recacho, y tus tropa , que este se creyó perdido sin recursos, y se abandono á un total desaliento, esperando por horas su muerte y la de todos los suyos, hasta que su Capellán le el arbitrio de que sacase la Custodia de parroquia y , conduxese con toda solemnidad y aparato a esta ciudad. En verdad, que desde Urbano IV hasta nuestro! dia jamas se ha visto una procesión de Corpus tan larga, pues dista de aquí la Barca mas de treinta y cinco leguas.
iQual fué en tan imprevista coyuntura la conducta de doce mil hereges Americanos? Palmense al oírlo los cielos: todo aquel exército numeroso, penas percibe en manos del enemigo el Sacramento adorable, quando sobreponiéndose á todos los movimientos mas fuertes de la naturaleza, calma en el momento su justo rencor, adormece su venganza, se olvida del dolor de sus recientes perdidas y despert ándose solamente su feé y su ternura a vista de Dios sacramentado, se abre en dos filas, y se postra por tierra, y rinde las armas, dexando escapar á su mortal enemigo al favor de tan augusto Padrino. Viles Europeos, calumniadores, injustos, revolved toda la historia, registrad los Anales del mundo entero, y citadnos un rasgo semejante de una tal feé en una tal situación.
PROBLEMA.
¿Por qué los Religiosos Cruciferos de Quereraro predican á todas horas la excomunión contra los Americanos?, por que nos tratan á todos de herejes y a uno de nuestros Generales de Ante Christo, y en fin por que arengan al populacho con la Hostia Santa en las manos?
RESOLUCION.- . La malicia de los Tecomates cotejando la conducta de aquellos Regulares con el silencio y moderación que en las actuales circunstancias observan constantemente los Guadalupanos de Zacatecas, á quienes por su exemplar piedad llama el vulgo Padres Santos, y que profesan la misma Regla é Instituto que los Cruciferos, juzgan que el problema está resuelto con solo observar que los Frayles Queretanos son Gachupines, y los Zacatecanos Criollos, Añaden que heregía, é independencia en nuestra presente situación, son dos ideas tan inconexas, y distintas una de otra, como el cielo de la tierra: y que es menester padecer un trastorno de cabeza bien extraño, para decir, que es un error pertinaz contra la feé el tomar las armas para cumplir el juramento de vencer, ó morir, antes que sugetarse al usurpador Josef Napoleón y á los Gachupines que pretenden entregarnos a aquel Rey intruso. Valientes .Americanos, muy desesperada debe ser la causa de los Gachupines, quando todo lo profanan, y hacen el mas sacrilego abuso de la Religión para pervertiros y alucinaros. Sírvaos de norte, y de preservativo el exemplo del Clero Secular y Regular Americano, y sobre todo el de vuestros Curas que han sido y son los Apostóles y Soldados de la Santa independencia. Que no se perciba ya mas que un solo voto entre nosotros, una voz, un eco, y sea el de morir, ó vivir libres de los Napoleones.
Todo concurre a darnos las mas alhagüeñas, y bien fundadas esperanzas de que bien pronto se disipará e! prestigio que tiene engañados á nuestro» hermanos, que militan. baxo las vanderas del cobarde y sanguinario Callejas. Antenoche se presentó á S. A. Serenísima nuestro Generalísimo, un cabo y varios soldados del Regimiento de la Corona, que es el cuerpo mas disciplinado que tiene el enemigo. Aseguran a una vez todos los dichos desertores, que no hay soldado que no esté ardiendo en deseos de pasarse á nuestros exércitos, y que lo verificarán en la primera ocasión que se les presente de hacerlo toda segundad; pues Cal!eja ha pasado por las armas á muchos que han hablado sobre deserción. Dios permita que no nos veamos en la sensible necesidad de derramar sangre criolla, dando lugar á que los Gachupines se burlen de oosotros.
Expreso de Acapulco que llegó ayer noche al toque de las Oraciones ]Trahe la noticia de que la división destinada a aquel Puerto sigue progresando sin dejar al enemigo hace excursiones por aquel rumbo. La fuerza efectiva de dicha División consiste en 80 hombres, y siete cañones de artillería.
EL NUMERO 6 ES EXTRAORDINARIO y da cuenta de un comunicado enviado por el comandante Mariano Jimenez a Miguerl Hidalgo.
Dice así :
El Exmó. Señor Don Joief Mariano Ximenez, Teniente Genera! de los Exércitos Americano y General en gefe de una de las divisiones de nuestro Exército de! Norte en oficio fecha 26 de Diciembre ultimo, en el Quartel General del V . de Matehuala, conducido á esta Superioridad por expreso que llegó hoy á las once de la mañana, dice A 5. A Serenísima el Señor Generalísimo lo siguiente.
Participo á V A Serenísima que nuestros enemigos se hallan atados á dos fuegos pues los Angloaiméricanos, nuestros aliados, están ya en Nacodochcs en numero de mil y doscientos. Ya les tengo comunicados mis planes par medio de cuatro propios para que en todo obremos de concierto. A ¡os Europeos que se han embarcado en varios puntos, los han despojado nuestros Aliados de todos sus bienes, y los han vuelto á echar en tierra desarmados.
Ya mandé una división á Altamira para entablar comunicación con las Islas y provernos de armas. Participa también dicho Señor Exmo. tener una fuerza de más de 80) hombres, entre ellos 40 de caballería, gran parte veteranos de los que han desertado del exército enemigo, y armados de fusil, sable y pistola, y los restantes de lanza y terciado. La Artillería es de 21 Cañones de buen calibre, servidos por 221 (sic) Astilleros, abastecidos de municiones, y bien disciplinados con el continuo exércício de fuego que hacen diariamente á tarde y mañana. De los oficiales de su mando, dice su Exa lo siguíente.— Mi Oficialiadad es recomendable por todas sus circunstancias, y principalmente por su subordinación y amor al buen orden. Ella sola es capaz de hacer temblar. al enemigo.
Americanos, es tanto mas sensible la satisfaccion que experimentamos, al anunciaros el arribo dé la Avanzada del Exército Auxiliar Anglo Americano a nuestras fronteras quanto desde nuestro primer numero os aseguramos que debíais esperar todo genero de socorros de estos Vecinos generosos. Ensalzado sea para siempre el nombre del Dios de los Exércitos, que por todas partes se declara protector de nuestra justicia, y por todas parres hace triunfar la independencia de una Nación, que solo ha tomado las armas para recobrar sus naturales derechos, y mantener intacta la Religión de sus Padres. Americanos egoístas, Patriotas indolentes, tibios espectadores de nuestros riesgos y convates ¿aun no os declarareis? ¿aun no sacudireis esa vergonzosa apathia? queréis participar solo de la gloria, y no de los peligros?
En primera ocasión daremos un resumen estatistico de los Estados Unidos.
EL NUMERO 7 FUE EL ULTIMO. Se publicó exactamente el mismo día, 17 de Enero de 1811 en que las tropas insurgentes fueron aplastantemente derrotadas en Puente de Calderón, a unos 30 kilómetros al este de Guadalajara, en el actual municipio de Zapotlanejo, por el ejército de Calleja, aun contando con una notable superioridad numérica. Los jefes insurgentes habían discutido prolongada y acaloradamente la decisión de enfrentar a Calleja, oponiéndose Allende y Aldama a un combate frontal, pero nuevamente la determinación de Hidalgo se impuso. Eran 100 mil insurgentes, el mayor contingente que se llende reunido en suelo mexicano, desde la conquista de Tenochtitlan, de los cuales sólo 3,400 estaban entrenados. Sólo contaban con 1,200 fusiles útiles. 20 mil iban a caballo, pero todos mal armados. Ante la carencia de armas, Allende, Aldama y Abasolo idearon un plan consistente en operar cohetes con puntas metálicas y granadas de mano que lanzarían con hondas. Se dice que La mañana del 17, Hidalgo afirmó: «Hoy desayunaré en Puente de Calderón, comeré en Querétaro y cenaré en México. Algunas versiones afirman que Hidalgo esperaba que viendo el imponente contingente Calleja decidiera no presentar batalla e incluso que decidiera unirse a la insurgencia. Allende decidió que la artillería estaría a cargo de José Antonio El Amo Torres, la caballería al mando de Juan Aldama e Hidalgo dirigiría las reservas. Los generales impusieron el criterio de que el mando superior recayera en Allende. Los realistas sólo contaban con entre 6 mil y 7 mil efectivos, todos bien armados y entrenados. Sin embargo ni siquiera hubo ocasión de medir la eficacia de la estrategia, aunque en las primeras 4 horas los rebeldes parecían dominar la situación, pero de manera incidental un petardo estalló en el carro depósito de pólvora y munición de los insurgentes, provocando una gran explosión y un incontrolable incendio que causó pánico en la multitud que huyó despavorida. Como todos sabemos, la batalla fue decisiva y causó la desintegración del ejército. No se volvería a reponer y la guerra por la Independencia tomaría otros cauces. Hidalgo, Allende, Aldama, Abasolo y otros huirían hacía el norte y 2 meses después , el 21 de marzo, serán aprehendidos en Acatita de Baján, hoy Coahuila y trasladados a Chihuahua donde fueron fusilados. El periódico de ese día sólo se distribuyó mínimamente. Calleja entró en Guadalajara el día 21 y de las primeras acciones emprendidas fue crear una gran hoguera con los ejemplares encontrados en la imprenta.
Más adelante hablaremos del destino de los editores, del impresor y de la imprenta.
En este ejemplar el editor se dirige nuevamente a los Americanos. “Compatriotas muy amados, les dice, y les pide “oid la voz de la razón, escuchad los gemidos de la angustiada militante Patria, mostraos sensibles al clamor de sus justísimas quexas. ¿Es posible que vuestros generosos corazones sólo abriguen afectos de compasión hacia nuestros mortales enemigos, hacia unos tiranosdetestables que después de tenernos esclavizados por tres siglos añaden actualmente el colmo a su maldad manteniendop por pura malignidad, por puro capricho, contra todo humano y divino derecho la mas atroz y exterminadora guerra contra la nación Americana que solo trata de ser fiel a sus juramentos?
Dedica un amplísimo texto a lamentar y recriminar a los criollos que condenen los excesos cometidos por “la plebe” insurgente contra los gachupines, confirmando que fue un trascendente error político no contenerlos, motivo que causó los primeros grandes desacuerdos de Allende con Hidalgo. Se refiere específicamente a Guanajuato, ya recuperada por Calleja, donde al verse perdidos la plebe desató una matanza indiscriminada de españoles, incluyendo mujeres y niños. Condena que Calleja no haya sido magnánimo con esa plebe que defendió la plaza aguerrida, aun sin armas y le reprocha que no haya mostrado bondadosos sentimientos ante un pueblo valeroso.
Ingenuo o pecando de simplista, como si no se tratara de una guerra, aventura:
“Qual hubiera sido la conducta de cualquier otro general después de tomar una ciudad, cuyos hijos acababan de manifestarse superiores a los mismos espartanos? Qualquier Militar ¿no los hubiera respetado en su desgracia, no hubiera admirado su constancia, no les hubiera dado algunas muestras de humanidad? Pero, Americanos, las almas de los Gachupines no son de este temple. Apenas se apodera aquel Monstruo de la desgraciada y opulenta Goanaxoato, todo lo lleva á fuego y sangre, sin importar edad, sexo ni condición por elevada que sea…
Afirma que Diez mil Criollos perecieron en tan sangrienta borrasca, y sus cadáveres se esparcieron entre los montes para pasto de las aves carnívoras.
Quizá mostrando desesperación le llama a quien condena los excesos insurgentes “Criollo habituado a la esclavitud”. Es quizá la primera ocasión que insulta a quienes a través de los números previos ha tratado invariablemente de amados hermanos:
“El Criollo habituado á la esclavitud, á verse siempre tratado por el Gachupin á lo perro, ve tales horrores sin la mas ligera emociono Pero quítesele la vida á uno de sus amos, á uno de esos perjuros, traydores, infieles á su Religion, y á su Rey, á uno de esos hipócritas que al mismo tiempo que confiesan ser justa nuestra causa, mantienen una guerra de exterminio contra nosotros, cuyos inevitables males cesarian luego al punto, si hablasen de buena feé, y tratasen de acomodarse con nosotros; castiguese de muerte á algunos de estos, úsese con ellos del derecho de Represalias, adoptado en todo el mundo desde la mas alta antigüedad, procedase contra ellos con arreglo al derecho de la Guerra, para contener de este modo la matanza de los nuestros; entonces si que se desplegan los sentimientos mas vivos de la mas cordial compasion, entonces se puebla el ayre de sollozos, se vierte el mas amargo llanto, se prorrumpe en quexas y clamores, se publica á gritos que es una barbarie sin exemplo, una atrocidad, una impiedad inaudita quitar á los Gachupines la vida, y arrojar sus cuerpos por los campos, esto es, hacer con ellos lo que primero ellos mismos tienen hecho con nosotros. ¿Americanos ¿hay una justicia para el Europeo, y otra para el Criollo? ¿será una misma cosa lícita para aquel, é ilicita para este? ¿solo lloraréis el justo castigo de vuestros opresores, sin gemir por la desastrada muerte que dan ellos á vuestros hermanos y paisanos? ¿Hasta quando cesaréis de ser insensatos, e injustos con vosotros mismos?
También, por primera vez que yo haya identificado en cualquier documento llama a Hidalgo dentro del mismo contexto y en un muy extenso panegírico, “Padre de la Patria”:
Es verdad que por una parle la ignorancia, y por otra los enlaces de los Europeos con las primeras de nuestras familias han suscitado á lo pronto violentas quexas, y clamores injustos; pero Vos, ó Padre de la Patria, sobreponiéndoos a toda la sensibilidad de vuestro generoso corazón, y atendiendo. solo á la común redención, os hubeis hecho superior murmuraciones populares é insensatas. …Proseguid pues, Héroe invicto. Héroe inmortal, continuad ese saludable plan de terror de que el mismo enemigo os ha dado las primeras lecciones. Seguid purgando la Patria de los monstruos que la despedazan, y devoran. No os detengais hasta aniquilar al débil y versátil Venegas, á ese Virrey, despachado por el Consejo de Regencia para consumar el iniquo proyecto de nuestra entrega á los Napoleones. No pareis hasta colgar al caústico Aguirre, azote del Criollismo en estos desventurados tiempos y á su padrino y fomentador el orgulloso Yermo. En fin, destruid, exterminad de entre nosotros toda esa maléfica y abominable raza que se opone á nuestra suspirada libertad, al cumplimiento de nuestros mas solemnes juramentos y á la conservacion de nuestra sacrosanta y adorable Religion.
Revela este artículo que el proceder del “pueblo baxo” como lo llama el editor, ha desgstado políticamente al movimiento , pero que Hidalgo ha decidido ignorar su importancia.
En un segundo capitulo del mismo frustrado número, expone el prometido
RESUMEN ESTATISTICO DE LOS ESTADOS UNIDOS, ú ANGLO AMERICANOS.
Dice así:
“La extensión de estos florecientes Estados, según el papel publico titulado National Intelligencer, es de mi! Doscientas y cincuenta millas de largo, y mil quarenta de acho, que hacen un millón doscientas setenta mil millas cuadradas ú ochocientos doce mil y ochocientos acres de tierra { como veinte y cinco millones y doscientas mi! Caballerías) Desde el año de mil setecientos setenta y cuatro hasta el de mil ochocientos tres creció la población desde dos millones de almas ; a cinco millones; las tierras abiertas y cultivadas desde 20 a 36 millones de acres ; las milicias óesde quatrocientos mil hombres a novecientos mil; los marineros desde quince mil a sesenta y tres mil; el producto de las rentas públicas desde seis millones de pesos á sesenta y tres millones ; los fondos de amortización de activos en mil setecientos noventa y tres ascendían a dos millones y en mil ochocientos dos a doce millones; los pagares y dinero en efectivo en tesorerías seis millones en1793 y 13 millones en 1803 sinj incluir en esto la Luisiana; En el ultimo estado relativo a la casa de moneda asciende el total valor de lo acuñado hasta el 31 de diciembre de 1803 a cerca de cuatro millones de pesos y los gastos a doscientos treinta cinco mil pesos. Desde 1803 hasta esta era ¡que progresos no habrá hecho aquel industrioso pueblo en su población, agricultura, comercio , marina, negocios políticos y domésticos ¡
Compatriotas, ¡no sentis una santa envidia al ver tanta felicidad entre nuestros laboriosos vecinos?”
Fueron estas las últimas palabras que se escribieron en El Despertador Americano.
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La imprenta fue allanada por los realistas el 28 de enero de 1811.
Maldonado fue forzado editar el periódico El Telégrafo de Guadalajara, un semanario oficialista, o realista, totalmente contrario a la causa independentista que salía los lunes. En el alabó incesantemente al Virrey Venegas a quienes antes había atacado y atacó despiadadamente a Miguel Hidalgo, a quien tanto había alabado. De hecho, fue Maldonado quien por primera ocasión le llamó públicamente Padre de la Patria, titulo que retomaron los opositores a Iturbide luego de su fusilamiento. Debió aceptar la responsabilidad de editor, escribir y firmar diversos artículos condenando al movimiento independentista para obtener el indulto y salvar su vida. El Correo de Guadalajara publicó 82 numeros, hasta el 24 de febrero de 1813, sin pie de imprenta pero estampado por Don José Fructo Romero, en la misma imprenta que se imprimió El Despertado Americano. Fue elegido diputado a las Cortes españolas, sin embargo una vez declarada la Independencia de México canceló su viaje. Siendo párroco de Jalostotitlán fue llamado a firmar el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. Fue miembro de la Suprema Junta Provisional Gubernativa y diputado del Congreso Constituyente de 1822.2 En 1822, publicó el Fanal del Imperio Mexicano en las cuales incluyó su pensamiento filosófico y político a través de las obras «El pacto social de los mexicanos o Miscelánea Política», «Nuevo pacto social propuesto a la Nación española» y el «Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac», obra que desde el momento de su aparición levantó grandes polémicas, tanto por el sentido que en ella plasmaba y que atentaba contra el ya caduco sistema de explotación español, como por el cúmulo de ideas de sabios europeos que encuentran eco en los escritos del inquieto cura que las interpreta y adapta a las realidades americanas, pero ideas de difícil asimilación por la falta de antecedentes de estas nuevas corrientes del pensamiento que campeaban por Europa y como consecuencia del hermetismo y censura a que la Corona Española lo sujetó, tardía o difícilmente eran conocidas en América; por lo que el mismo Maldonado, al opinar sobre el Pacto Social afirma que es una obra difícil de digerir. También fungió como abogado de la Real Audiencia de Guadalajara, y más tarde fue nombrado cura de Jalostotitlán. La independencia de México, empero, dejó sin efecto su elección a las Cortes. Murió en la ciudad de Guadalajara el 8 de mayo de 1832. Don José Fructo Romero dirigió su imprenta hasta su fallecimiento de un ataque cardíaco en marzo de 1820. Su viuda Petra Manjarrez y Padilla heredó y contninuó con el negocio, conocido como la opúsculos dedicados a combatir publicaciones Imprenta de la Viuda de Romero, en donde edito opúsculos pro reformistas de la religión y un periódico llamado El Defensor de la Religión. En 1824 publicó La Cruz, un periódico que exhortó a evitar la lectura de la «caterva de libros perniciosos» de Diderot, Voltaire, Rousseau, D’Alembert, prohibidos por algunas Juntas de Censura Eclesiástica de México No encontré ninguna relación con el famoso tequila, marca fundada en 1852, producido por otra viuda. La imprenta se ubicó en una finca conocida como La Casa de los Perros porque la adornan dos esculturas de canes en su cornisa. Actualmente es el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas y se ubica en el Paseo Fray Antonio Alcalde, frente a la Plaza de la Reforma, en pleno centro tapatío. Circula en torno a la finca una serie de leyendas que incluye la de que por las noches hay espíritus aparecidos.
**Versículo Proverbios 27:17 . El hierro afila al hierro. Así como el hierro duro , es decir, el acero , hace que un cuchillo tenga un mejor filo cuando se afila adecuadamente contra él: así un amigo puede ser el medio para motivar a otro a reflexionar , sumergirse profundamente e ilustrar un tema, sin cuyo estímulo o excitación , esto nunca hubiera tenido lugar. ¿Había visto Horacio este proverbio en la traducción de la Septuaginta cuando escribió?
Ergo fungar vice cotis, acutum
Reddere quae ferrum valet, exors ipsa secandi.