Corral, un farsante y faceto
Quienes conocen a Javier Corral, saben que es un farsante, un faceto, un impostor, y en sus fantasías etílicas se imagina el nuevo Porfirio Muños Ledo, pero le falta talento, cultura y conocimiento del Derecho, para acercarse a los talones de Muñoz Ledo. Sus muchos años de panista, no se acomodan con las circunstancias actuales, en donde Morena le brindó impunidad y esperaba un jilguero, que es lo que siempre ha sido. Ahora, el burro de la Universidad Autónoma Ciudad Juárez y egresado de la Universidad de Occidente, cualquier cosa que eso sea, quiere reencarnar en Muñoz Ledo y censurar ¡La pinche manera de legislar! de los morenistas, sabe que su carrera política termina el 2030 y quiere trascender como la conciencia política de la 4T y del país, así de desmesurado es en su delirium tremens.
Un malagradecido, dijo Noroña
La condición de Javier Corral, es la de mal agradecido, de desleal e hipócrita, López Obrador no lo supo leer y ahora Claudia Sheinbaum está sufriendo las consecuencias. Corral Jurado, habilidoso como es, farsante como es, quiere trascender y su modelo es Muños Ledo, un hombre controversial y polémico, pero sobre todo un hombre, algo que Corral jamás llegará a ser y la que mejor sabe es Cinthia “La honesta” Chavira, su esposa.
Una alerta que AMLO ignoró
Andrés Manuel López Obrador, ignoró la impostura y lo deleznable de Corral Jurado. En el patio del Palacio de Gobierno, en una “visita guiada”, casi a mitad del patio el ignorante de Corral señaló el piso y dijo: “aquí cayó muerto don Abraham González”, Andrés Manuel, conocedor de la historia nacional, hizo un gesto como para corregir el dato, pero sólo fue un instante y decidió ignorarlo. Y tampoco lo recordó cuando decidió darle fuero y protección ante la persecución que se columbraba de parte de Maru Campos. ahora la 4t y Claudia y Sheinbaum, tiene que lidiar con las consecuencias.
Cruz se refleja siempre en la Dirección de Comercio
Cruz Pérez Cuéllar, compadre del faceto y también conocedor de su imposibilidad de ser hombre, desde la época de la administración de Ramón Galindo sabe por experiencia propia, que la Dirección de Comercio de Ciudad Juárez, es lo más parecido una mina de oro a flor de tierra. Una revisión de los cuatro años previos de su gobierno son prueba más que suficiente. Siempre ha tenido en esa posición a hombres de su entera confianza, como es el caso de Oscar Guevara, quien acaba de ser denunciado por comerciantes rarámuris como extorsionador, quien les pide cuotas que no ingresan a las arcas municipales, pero que por ejemplo podrían permitirla compra de una mansión en El campestre.
¡Ay! don Cruz
“Alrededor de una decena de inspectores y empleados se le rebelaron luego de que les pidió recabar más dinero de los mercados populares y a los comerciantes ambulantes. Los ahora ex-empleados no se reportaron y este mismo martes los recibió con personal jurídico que les exigió la renuncia voluntaria por no reportarse y les argumentaron decisiones administrativas”. publicó el periodista Juan de Dios Olivas, quien se basó en una nota de televisión en donde se ve y se escucha: “¿Qué onda con eso, Óscar? ¿Por qué esas decisiones? No es un asunto administrativo; tú sabes qué es lo que pasó. ¡Aquí estamos!, le dijeron los empleados que lo rodearon en el estacionamiento mientras subía a su camioneta y recibía dinero de otros inspectores y lo contaba sin rubor alguno, incluso enfrente de un medio de comunicación que grabó la escena y también lo cuestionó.”
¡Ay! don Cruz (II)
Así año dice Juan de Dios: “Se trata de un grupo que laboró con Arturo Urquidi, a quien Guevara le aumentó la cuota para los mercados; así se lo dijeron. Como represalia, los despidió. ‘Tú los amenazaste, les quitaste el teléfono y nos encerraste y tengo los videos. ¿Por qué atacar al grupo de nosotros? ¿Por más dinero? ¿Por pedirnos dinero y no ayudarte? No seas cobarde, da la cara de perdida. No sabes cuánto les pides a los mercados; le vamos a dar hasta donde tope, aunque nos amenaces’, le increparon.”, bueno, para acabar pronto es la historia de siempre y con sólo ver como estan invadidas las calles y baquetas del Centro Histórico, se pude dimensionar el tamaño del negocio. Menudo asunto tiene que resolver con Cruz Pérez Cuéllar.
Canales dixit
“Es un escándalo lo que está sucediendo en la Dirección de Comercio, vendedores ambulantes por toda la ciudad en banquetas, calles y Corredores comerciales se otorgan los permisos violando los reglamentos de Desarrollo Urbano, Imagen Urbana, Protección civil, y otros más, todos los comerciantes pagando cuota semanal que no llega a tesorería municipal: Muy obvio lo que está sucediendo”, lo publicó en sus redes José Luis Canales, no es un secretos, es tan descarado que aun queriendo ignóralo se ve.
Presionan al al juez del caso de El Chino
La denuncia del juez Elmer Lerma Fontes sobre presiones extrajudiciales en el caso de Fernando R.G., hermano del presidente del Congreso local, expone una crisis estructural en el Poder Judicial de Chihuahua. Este incidente no es un hecho aislado, sino un reflejo de la vulnerabilidad del sistema ante influencias políticas y de poder, en un estado donde la impunidad alcanza el 92% según el Índice Global de Impunidad 2024. La valentía de Lerma al hacer pública su acusación frente a cámaras, arriesgando su carrera, pone en evidencia la fragilidad de la independencia judicial, pero también plantea una pregunta crítica: ¿es su denuncia un acto de resistencia aislado o el inicio de un cambio sistémico? La falta de una investigación inmediata y transparente por parte del Consejo de la Judicatura Estatal sugiere que las estructuras de poder podrían optar por contener el escándalo en lugar de enfrentarlo, perpetuando la desconfianza ciudadana.
Sobre nepotismo y favoritismo
Por otro lado, el caso revela cómo los vínculos familiares entre actores políticos y judiciales alimentan percepciones de nepotismo y favoritismo. La presunta intervención del magistrado Gerardo Acosta, según reportes no confirmados, apunta a una red de influencias que trasciende el caso particular de Fernando R.G. Este tipo de maniobras, comunes en contextos donde el poder político y judicial se entrelazan, erosionan la legitimidad del sistema penal acusatorio, implementado en México desde 2008 para garantizar imparcialidad. La respuesta tibia del PRI, limitándose a un deslinde sin condenar explícitamente las presiones, y la ausencia de un pronunciamiento claro del Tribunal Superior de Justicia, refuerzan la narrativa de opacidad. En este sentido, el caso no solo cuestiona la conducta de un juez o un imputado, sino el diseño institucional que permite estas injerencias sin consecuencias inmediatas.
