Hidalgo del Parral, Chih.- Un trágico accidente vial en la carretera Gómez Palacio-Jiménez dejó un saldo de seis personas sin vida y dos más gravemente lesionadas, todas en situación de movilidad humana, al volcar un tractocamión que transportaba láminas de acero y en cuya caja viajaban ocultos los migrantes. El operador de la unidad abandonó el lugar junto con otras cuatro personas, lo que desató una intensa búsqueda coordinada por la Fiscalía de Distrito Zona Sur y el Instituto Nacional de Migración, que indagan posibles delitos de homicidio culposo y tráfico de personas.
El percance ocurrió la tarde del martes 4 de noviembre, a la altura del kilómetro 183+300, un tramo conocido por su tráfico pesado y condiciones variables del terreno. Según las primeras indagatorias, el conductor perdió el control de la pesada unidad marca Kenworth de color blanco, acoplada a un semirremolque cargado con material industrial, lo que provocó su salida del camino y la posterior volcadura. La escena, marcada por el esparcimiento de las láminas y los restos del vehículo, fue procesada por peritos forenses que recolectaron evidencias clave para reconstruir el suceso.
Sobrevivientes relatan el horror del viaje clandestino hacia la frontera
Las dos personas que resultaron con heridas de consideración, identificadas como William Jeferson M.A., de 23 años, y Marlyn Marisol C.M., de 24, ambas originarias de El Salvador, fueron estabilizadas en un hospital de Ciudad Jiménez tras ser rescatadas del amasijo de metal retorcido. En sus declaraciones iniciales a las autoridades, los lesionados describieron un periplo desesperado que inició horas antes en Torreón, Coahuila, donde un grupo de al menos 12 desconocidos, incluyendo ellos mismos, solicitó al chofer del tráiler llevarlos hacia Chihuahua con destino final en Ciudad Juárez, en busca de cruzar la frontera norte.
El operador accedió a la petición a cambio de un pago no especificado, indicando a los migrantes que se ocultaran en el remolque entre la carga de acero para evadir revisiones. «Emprendimos la marcha y todo parecía normal hasta que el camión comenzó a tambalearse», relató uno de los sobrevivientes en un testimonio preliminar, según fuentes ministeriales. La mujer, Marlyn Marisol, sufrió la amputación de un brazo como consecuencia de las heridas graves causadas por el impacto, un detalle que agrava la dimensión humana de la tragedia y que ha impulsado protocolos de atención médica especializados en el nosocomio local.
Víctimas sin identificar generan alerta por posible origen centroamericano
Los cuerpos de las seis personas fallecidas fueron trasladados al Servicio Médico Forense para necropsias de ley y análisis genéticos que permitan su identificación, un proceso que podría extenderse días en medio de la complejidad por la falta de documentos. Las descripciones físicas preliminares, proporcionadas por los peritos, pintan el retrato de adultos jóvenes, predominantemente de tez morena y complexión media, con edades estimadas entre 25 y 30 años, vestidos con ropa cotidiana que evoca viajes improvisados: chamarras negras, pantalones de mezclilla, sudaderas y botas de trabajo.
Autoridades sospechan que, al igual que los heridos, las víctimas podrían provenir de países centroamericanos, dada la dinámica del traslado irregular y las declaraciones de los testigos. Esta hipótesis ha intensificado la colaboración con el Instituto Nacional de Migración, que no solo apoya en la verificación de nacionalidades, sino que también explora la red detrás del posible tráfico de personas, un delito que castiga con penas severas el aprovechamiento de la vulnerabilidad de quienes huyen de la pobreza y la violencia en sus naciones de origen.
Búsqueda incansable del fugitivo y llamado a la prevención en rutas migratorias
La ausencia del chofer en la escena del accidente, quien se dio a la fuga presuntamente con cuatro acompañantes que viajaban en la cabina, ha convertido la investigación en una carrera contra el tiempo. Elementos de la Fiscalía Sur, respaldados por unidades especializadas en persecución vehicular, rastrean pistas como huellas de llantas y testimonios de testigos oculares que reportaron la salida apresurada del grupo hacia direcciones desconocidas. «No descansaremos hasta dar con los responsables», afirmaron fuentes oficiales, subrayando que el homicidio imprudencial por conducción temeraria podría escalar a cargos más graves si se confirma el elemento de explotación migratoria.
Este suceso resuena en un contexto de creciente flujo migratorio por las rutas chihuahuenses, donde incidentes similares han cobrado vidas en el pasado reciente, exponiendo las fallas en los mecanismos de control y protección. Expertos en movilidad humana llaman a reforzar inspecciones en carreteras federales y a campañas de sensibilización que disuadan a los polleros, mientras las familias de las víctimas, aún en la sombra de la incertidumbre, esperan respuestas que al menos devuelvan dignidad a los caídos en su sueño americano truncado.



