Nuevo Casas Grandes, Chih.- Autoridades locales y estatales reportaron este lunes el cierre temporal de puentes y carreteras en la región norte de Chihuahua, tras el desbordamiento del Río Casas Grandes que inundó gran parte de la mancha urbana de Nuevo Casas Grandes y colonias aledañas en el municipio vecino de Casas Grandes. El fenómeno, desencadenado por lluvias intensas en la sierra que superaron los 30 milímetros acumulados desde el fin de semana, dejó al menos seis personas rescatadas y decenas de viviendas con daños estructurales, aunque no se registran fallecidos hasta el momento.
El caudal descontrolado inició su descenso el sábado por la noche, cuando tormentas torrenciales en las alturas de la sierra de Chihuahua alimentaron afluentes como el Río Piedras Verdes y el Palanganas. Estos ríos secundarios descargaron volúmenes excesivos hacia el Casas Grandes principal, impactando primero las comunidades rurales de Colonia Juárez, con su población mormona mayoritariamente asentada, y las localidades de Buena Fe y Madero. En Buena Fe, el agua alcanzó alturas de hasta un metro y medio, inundando el Telebachillerato local y obligando a evacuaciones preventivas de familias enteras que se resguardaron en techos de viviendas.
Para el amanecer del domingo, el avance del agua llegó a la cabecera municipal de Nuevo Casas Grandes, donde las zonas aledañas a la margen sur del río sufrieron el mayor impacto. Calles principales se convirtieron en corrientes improvisadas, y el nivel del agua se aproximó peligrosamente a la catedral histórica del centro de la ciudad. Equipos de Protección Civil municipal y estatal coordinaron la evacuación de al menos 50 familias en esta área, utilizando helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública para rescatar a personas varadas. Entre los afectados, una familia quedó atrapada en una corriente del río, requiriendo intervención inmediata de bomberos que lograron su extracción sin lesiones graves.
El tramo carretero que une Nuevo Casas Grandes con Casas Grandes Viejo fue cerrado al mediodía por riesgo estructural en el puente, según confirmó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Esta medida afectó el tránsito de vehículos pesados y obligó a desvíos por rutas alternas, complicando el abastecimiento de bienes básicos en la zona. En paralelo, el Ejército Mexicano desplegó 150 elementos en apoyo logístico, distribuyendo kits de alimentos, agua y mantas a los evacuados, mientras reforzaba diques y barreras con sacos de arena para contener el avance hacia barrios residenciales como la colonia Juárez en el municipio vecino.
La presidenta municipal de Nuevo Casas Grandes, Edith Escárcega, supervisó personalmente las labores de contención y evaluación de daños durante la tarde, destacando en conferencia que las acciones preventivas evitaron un desastre mayor. «Hemos priorizado la vida humana; el hospital del IMSS opera con normalidad pese a la acumulación de agua en calles cercanas, gracias a bombas de achique instaladas a tiempo», precisó. Autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social corroboraron que no hubo interrupción en servicios, aunque recomendaron a derechohabientes evitar traslados innecesarios.
La Coordinación Estatal de Protección Civil mantiene alerta roja en la región y estima que el nivel del río podría estabilizarse en las próximas 24 horas, siempre y cuando cesen las precipitaciones en la sierra. Hasta ahora, se reportan más de 100 viviendas con afectaciones en Casas Grandes, incluyendo tres escuelas en Colonia Juárez, y al menos seis rescates adicionales de personas y mascotas arrastradas por la corriente, una de ellas con fractura de cadera que requirió traslado médico. El gobernador de Chihuahua anunció la solicitud de declaración de emergencia federal para agilizar recursos de rehabilitación, enfocados en la reconstrucción de infraestructura hidráulica y apoyo a productores agrícolas impactados en las comunidades rurales.
Vecinos de las zonas afectadas expresaron preocupación por la recurrencia de estos eventos, atribuidos al cambio climático y a la falta de mantenimiento en presas y canales de derivación. Mientras tanto, albergues temporales en gimnasios y centros comunitarios albergan a unas 200 personas, con pronóstico de lluvias intermitentes que mantienen en vilo a la población. Las autoridades federales y estatales continúan monitoreando el pronóstico meteorológico para extender las medidas de apoyo si el caudal persiste en su ascenso.



