Es evidente que los políticos no resisten la tentación de vivir cómodamente y con lujos si es posible. Eso de “los funcionarios públicos… no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado”, como lo expresó Benito Juárez al abrir, como gobernador, el primer período de sesiones de la X Legislatura del estado de Oaxaca, el 2 de julio de 1852, no es para ellos… la honrosa medianía es para los de a pie.
Muchos son los casos
Que los políticos quieran tener una mansión como vivienda es de muchas décadas atrás. Por ejemplo, “La colina del perro” de José López Portillo; “La Casa Blanca” de Peña Nieto; las 14 casas de Javier Corral Jurado, con un valor superior a toda su vida de trabajo como jilguero de angora. La casa de 20 millones de César Augusto Peniche Espejel, ex Fiscal General de Chihuahua, con Corral Jurado.
La casa de Marco Bonilla
En los últimos días, el tema no ha dejado de sonar en los mentideros políticos, en columnas de medios de comunicación o en notas informativas. El alcalde de la ciudad de Chihuahua se compró en Bosques del Rejón una casa valuada en 17 millones de pesos. La compró apenas el 3 de junio pasado, inmediatamente después de su reelección; un regalito que se hizo para celebrar tres años más pegado a la ubre… tan modosito que se ve, quién lo fuera a pensar.
La casa de Marco Bonilla (II)
La casa está muy bonita a juzgar por las fotos y caben cinco o seis casas de Infonavit en sus 512 metros cuadrados de terreno. En dos plantas son 659 metros de construcción, el modosito debe tener una familia grande. La primicia del nuevo hogar de Bonilla fue comentada originalmente en el programa de redes “El Punto G de la Política”. Por cierto, evadió impuestos, pues la operación fue registrada por poco más de ocho millones de pesos.
Recordando a Peniche Espejel
Bonilla tuvo el cuidado de sacar créditos e hizo la faramalla; por supuesto, ya no podrá presumir sus orígenes humildes en la colonia Santa Rosa o su casa de Infonavit. En el sexenio pasado fue fiscal general César Augusto Peniche Espejel, quien se construyó una residencia muy superior en San Francisco Country Club, valuada en 20 millones de pesos.
Recordando a Peniche Espejel (II)
Con un sueldo de 100 mil pesos mensuales, el ex Fiscal General se hizo de un terreno de 500 metros y se construyó una casita de 450 metros cuadrados, aparentemente más modesta que la de Marco Bonilla por sus dimensiones, pero la zona es más exclusiva.
No pasa nada
Todos los casos anteriormente citados no tuvieron en los hechos ningún efecto alguno, tal vez solo la “Casa Blanca”, cuyo escándalo marcó el declive del gobierno de Peña Nieto. Pero lo cierto es que la “honrada medianía” no es del gusto de nuestros políticos. Que disfrute su casa Bonilla, no pasará nada; incluso será, es vaticinio, candidato del PAN a la gubernatura. Por supuesto, perderá… bueno, por lo menos las apuestas no lo favorecen.