La Junta Municipal de Aguas de Ciudad Juárez es económicamente muy solvente y, desde hace décadas, ha sido una de las cajas chicas de los gobernadores en turno. También ha sido el lugar donde terminan los recomendados. Esta situación, la de “los recomendados”, tuvo su punto culminante en el anterior sexenio, en donde la hermana incómoda de Javier Corral, Leticia, era la última palabra en todos los sentidos en la JMAS, a ciencia y paciencia de quien ocupaba la silla del gobernador, su hermano.
Mozo de estribo
Quien operaba para Leticia Corral, los enjuagues en la Junta de Aguas, era el exregidor Enrique Torres Valadez, quien era el damo de compañía de la llamada vicegobernadora en el periodo del tránsfuga del PAN. A Torres Valadez le decían el “Ten percent”. Kike, como es conocido en el medio periodístico, llenó de “aviadores” la nómina de la empresa descentralizada. Empresa que, por otra parte, ha operado con superávit tradicionalmente y no se justifica ninguna alza en las tarifas.
Ahí están los huevos de oro
La JMAS de Ciudad Juárez, de hecho, con sus ganancias subsidia la operación de otras juntas de aguas de municipios menores. La descentralizada ha sido tradicionalmente saqueada y la llenan de operadores políticos. Tanto el PRI como el PAN han hecho las mismas operaciones y han hecho mal uso de los recursos de la Junta.
Una anécdota
Se conoció por fuente confiable en su momento que un expresidente de la JMAS, quien tenía como antecedente haber sido rector de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, acudía a cumplir con “horas nalga”, y entre sus órdenes diarias, la recurrente y diaria era que le enviaran los dólares que habían caído en caja. Estas cantidades, que siempre eran notables, se iban directamente al bolsillo, para cuando se fuera de compras a El Paso.
Otra anécdota
Más de un presidente municipal ha manejado como bandera política la petición a gobierno del Estado de que la JMAS pase a la administración municipal, como suele ser en la mayor parte del país. Voy a poner el ejemplo de Pancho Barrio, porque sé de primera mano la segunda parte del asunto: Barrio Terrazas, como candidato en 1992, ofrecía que la JMAS pasaría a la administración municipal. Era promesa de campaña… ¡Y que va ganando!
Otra anécdota (II)
Sentado ya en la gubernatura y conociendo a plenitud los recursos y facilidades para acceder a ellos, el primer gobernador panista en Chihuahua dijo con claridad rayando en cinismo: “Las cosas cambiaron, ahora estamos en gobierno del Estado”; no iba a dejar ir a la gallina de los huevos de oro.
No se aumentarán tarifas
En días pasados se habló de un aumento del cuatro por ciento a las tarifas, autorizado por el Consejo Administrativo de la JMAS. Hubo algo de revuelta, pero ayer la gobernadora acabó con el asunto: “Esto no ha sucedido ni va a suceder; yo quiero decirle a todos los juarenses de parte de la Gobernadora que pueden contar conmigo, que cuentan conmigo los juarenses y que no va a haber este incremento de tarifa de agua porque sé que son tiempos difíciles y que lo que tenemos que hacer, pues es al contrario, aumentar la inversión en Ciudad Juárez”. Además, no lo necesita la descentralizada, que sigue siendo lo de siempre, albergue de “aviadores” y discrecionalidad en el gasto.