Morelia, Michoacán.- Grecia Itzel Quiroz García, la mujer que compartió con Carlos Manzo no solo la vida sino también la lucha por un Uruapan libre de extorsiones y balas, tomará protesta este miércoles como alcaldesa sustituta del municipio michoacano. El designo llega apenas dos días después del atentado que segó la vida del edil independiente durante un evento de Día de Muertos, un crimen que ha encendido la indignación nacional y recordado las heridas abiertas de un estado asediado por el narco.
El Congreso de Michoacán, en una sesión extraordinaria programada para las 14:30 horas, será el escenario donde Quiroz jure lealtad a la bandera y asuma el cargo que deja vacío la ausencia definitiva de Manzo. La notificación oficial del Cabildo de Uruapan llegó este lunes a la Comisión de Gobernación del Legislativo, donde se turnó el dictamen para su discusión y votación unánime. Fabiola Alanís Sámano, presidenta de la Junta de Coordinación Política, confirmó que el presupuesto para la transición ya está en marcha, asegurando que no habrá interrupciones en la administración que Manzo encabezaba desde 2024 bajo la bandera del Movimiento del Sombrero.
La designación de Quiroz no fue un capricho del destino, sino el resultado de un consenso entre los fieles al Movimiento del Sombrero, la corriente política que Manzo fundó como antídoto a la corrupción y la infiltración criminal en el ayuntamiento. Propuesta directamente por este grupo, su nombre surgió tras el rechazo de la síndica municipal, Hilda Flor del Campo Maldonado, quien declinó el puesto según fuentes consultadas en el Cabildo. Otros perfiles, como el secretario particular de Manzo, Sigifredo Múgica, o el diputado local independiente Carlos Bautista Tafolla, fueron considerados, pero el acuerdo se inclinó por la viuda, vista como la guardiana natural del legado de su esposo.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, en declaraciones recientes, avaló la continuidad del movimiento hasta el fin de la administración en 2027, subrayando que «el Sombrero no se apaga con la violencia». Este respaldo estatal, en un Michoacán donde los homicidios de funcionarios se han multiplicado —solo en 2025 suman al menos cinco en puestos electos—, añade un matiz de urgencia política a la transición. La Ley Orgánica Municipal, en su artículo 65, establece que ante una ausencia definitiva por defunción, el Congreso debe valorar y nombrar un provisional, mientras la síndica asume interinamente; sin embargo, el rechazo de Maldonado aceleró el proceso hacia Quiroz.
El perfil de una líder inesperada
Licenciada en Ciencias Políticas, Grecia Quiroz no era una figura ajena al servicio público, pero su trayectoria se forjó más en los pasillos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Uruapan que en las urnas. Desde abril de 2024, como presidenta honoraria de la institución, impulsó programas para niños, mujeres y adultos mayores, superando carencias presupuestales con «esfuerzo y trabajo en equipo», como ella misma lo describió en su toma de posesión. En redes sociales, su presencia es constante: jornadas de atención a la primera infancia, apoyo a sectores vulnerables y un compromiso palpable con los invisibles de la ciudad aguacatera.
Madre de dos hijos con Manzo —a quienes él describía como frutos de un amor que mezclaba «cariño, amor y cuidado»—, Quiroz aspiró en 2024 a la candidatura independiente por el Distrito 20 de Uruapan, un paso que la posicionó al lado de su esposo en la arena política. Su rol en el Movimiento del Sombrero la convirtió en aliada clave, pero el destino la catapulta ahora al centro del poder municipal, en un municipio donde la producción de aguacate —que genera miles de empleos— convive con la ruta de los cárteles.
El domingo, en la ceremonia fúnebre de Manzo, Quiroz rompió el silencio con un discurso que caló hondo en el corazón de Uruapan. «Ayer no solo murió él, murieron dos», dijo, aludiendo al agresor abatido en el lugar del crimen, un joven cuya madre, según ella, «llora hoy en otra casa». Con voz entrecortada pero firme, lanzó un llamado a las familias: «Si a tiempo hubiéramos educado a nuestros hijos con amor y guía, ese hijo no habría atentado contra la vida de mi Carlos». Y remató con una promesa que trasciende el duelo: «Aunque apagaron su voz, no apagarán su lucha. Seguiremos con el Movimiento del Sombrero de la mano de una sociedad cansada de la violencia que nos quita a nuestros familiares. Hoy honramos la memoria de Carlos. Mataron al mejor presidente de Uruapan y de México».
El lunes, desde la cuenta de Facebook de Manzo, la viuda elevó la apuesta por la paz: «No lo vamos a hacer de esta manera (con violencia). Lo haremos como a él le hubiese gustado, sin vandalismo ni afectando a terceros». Sus palabras llegan en un contexto de manifestaciones espontáneas en el Parque Morelos de Uruapan, donde velas, flores y mensajes claman justicia por el alcalde caído el 1 de noviembre, durante un desfile público que debía celebrar la tradición y no el terror.
Este martes, Quiroz cruzó el umbral de Palacio Nacional para reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, un encuentro que duró cerca de dos horas y que fuentes oficiales describieron como un gesto de solidaridad ante la orfandad municipal. La viuda, acompañada de allegados, expuso las demandas de Uruapan: mayor despliegue de la Guardia Nacional y recursos para blindar la economía local contra las extorsiones. Sheinbaum, por su parte, reiteró el compromiso federal con la paz en Michoacán, aunque en su mañanera del día anterior evadió culpas directas y cuestionó a la oposición: «¿Qué proponen?». El diálogo en Los Pinos marca un respaldo clave, especialmente en un estado donde el 40% de los homicidos vinculados al crimen organizado ocurren en zonas como la Tierra Caliente.
La toma de protesta de Quiroz no solo cierra un capítulo de luto, sino que abre uno de interrogantes: ¿podrá una viuda, impulsada por el cariño y la rabia, donde su esposo dejó huella con reformas anticorrupción, navegar las aguas turbulentas de un Uruapan sitiado? Mientras el Congreso sella el decreto, la ciudadanía observa, con el Sombrero en la mano y la esperanza en el corazón, si la semilla de Manzo florecerá en manos de quien mejor lo conoció.
