El entusiasmo por el desfile del 8 de diciembre con motivo del aniversario de la fundación de “Nuestra Señora de Guadalupe de los indios Mansos del Paso del Río del Norte, conocida hasta 1888, simplemente como Villa Paso del Norte, y ese año se rebautizó oficialmente como Ciudad Juárez; decíamos que el entusiasmo fue tanto que hubo viejos juarenses que han presenciado desfiles los últimos cincuenta años y no recuerdan ninguno tan deslumbrante y espectacular como el de los 365 años de la ciudad. Se calcula en por lo menos 120 mil juarenses los que disfrutaron de este espectáculo. Por supuesto, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar lucía radiante en la tercera edición de la parada en honor de Juárez.
Pusieron la vara muy alta
El próximo año tendrán que igualar o superar lo realizado el domingo. El desfile se dividió en cuatro etapas, con el tema “Juárez, corazón de América”. Se vieron pachucos bailando danzón; muy acertado el carro alegórico dedicado a Juan Gabriel, a la bebida Margarita, a la lucha libre, que entró a México a través del puente Santa Fe, venía del norte; la Misión de Guadalupe tuvo su carro alegórico. Belleza no faltó, pues asistieron la Señorita México 2014 y Miss Chihuahua 2025. Entre otras cosas, fue un gran tributo a Juan Gabriel.
Una ciudad de maquiladoras
Hubo un carro que nos recordó la importancia de los trabajadores de la industria maquiladora; estas líneas de producción hicieron explotar a la ciudad en lo demográfico y lo económico, dejamos de estar pendientes de los precios del algodón. Por supuesto, la canción de Juan Gabriel que dice “Juárez es la número uno, Juárez es number one”, así en espanglish, muy fronterizo. No se olvidó nuestra pertenencia a México, hubo alebrijes, se vieron las pirámides, El Ángel de la Independencia, La Torre Latinoamericana y El Palacio de Bellas Artes.
Una gran fiesta
Los toritos de pirotecnia alegraron a todos, las mojigangas, los vendedores de globos, de algodones de azúcar, toda una feria popular, en donde el eclecticismo de la frontera se hizo notar. No faltaron los riders de ambos lados de la frontera, de hecho, la participación de los paseños fue notable: el evento inició con la participación de la UTEP Miners Marching Band, organización musical más grande y visible de la Universidad de Texas en El Paso, que en esta ocasión se sumó a los festejos de esta frontera. Miners Marching Band, El Sonido del Suroeste, es un grupo que cada año actúa ante más de 250 mil espectadores y ha aparecido en partidos de fútbol profesional en San Diego, Los Ángeles, Denver y Houston, ahora, en una muestra de hermandad, acompañó a los juarenses en su festejo.
Cuatro etapas tuvo el desfile
Líneas arriba comentábamos las etapas en que se dividió el desfile: Juárez Místico Ancestral, Carretera Panamericana, Juárez Corazón de América y Bienvenido a la Música, Baile y Fiesta. El primer segmento, Juárez Místico Ancestral, mostró la historia que guarda esta ciudad. Ahí desfiló el arco «Todos Somos Juárez, Somos Felices», donde el Presidente Pérez Cuéllar acompañó a algunos personajes. Posteriormente, se presentó el contingente de la Cultura Mogollón con los matachines Resurrección, que han sido voluntarios desde el Primer Gran Desfile Conmemorativo y que hoy representó a sus ancestros y clanes como la serpiente, la lluvia, el antílope y la araña de esta cultura que hace muchos años se congregó en Samalayuca, además de los volcanes durmientes.
Cuatro etapas (II)
El segundo segmento, llamado Carretera Panamericana, tuvo como objetivo plasmar el recorrido de la carretera que empieza en Alaska y concluye en Argentina, pasando por Ciudad Juárez como corazón de América por su ubicación geográfica. Este segmento mostró un mapa de México con la carretera. Aquí participaron voluntarios con 15 carros réplica de ganadores de la Gran Carrera Panamericana de los años 50. Asimismo, desfiló la banda de la Secretaría de la Defensa Nacional, que se unió al gran festejo fronterizo interpretando el Noa Noa de Juan Gabriel. El Tercer Gran Desfile se llevó a cabo el domingo en el bulevar Zaragoza, desde la calle Durango hasta la Uva. Ya estamos esperando el del próximo año.
Un dato como colofón
La torre de la Misión de Guadalupe inició su construcción en 1817 y se terminó 10 años después. El párroco, cuyo nombre escapa a mi memoria, que la construyó, fue también el diputado de Paso del Norte al Constituyente de 1824.