Ciudad de México.- Ismael «El Mayo» Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, ha exigido al Gobierno de Claudia Sheinbaum que intervenga para su repatriación, advirtiendo que, de no hacerlo, México y Estados Unidos «sufrirán un colapso». Actualmente preso en Estados Unidos, Zambada podría enfrentar la pena de muerte por los delitos que se le imputan.
Exige repatriación a México
Según una carta obtenida por el diario Reforma, «El Mayo» Zambada solicita a las autoridades mexicanas intervenir, argumentando que fue trasladado a Estados Unidos de manera ilegal.
“Debe intervenir (México) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de Estados Unidos”, escribió en la misiva.
La carta fue presentada ante el Consulado General de México en Nueva York por Juan Manuel Delgado González, su asesor jurídico, quien confirmó la solicitud de repatriación.
Amenaza con secuestros de funcionarios
Zambada advierte que, si el Gobierno mexicano no actúa en su favor, políticos y funcionarios mexicanos también podrían ser secuestrados y trasladados ilegalmente a Estados Unidos.
Además, afirma que su posible condena a la pena de muerte sentaría un precedente peligroso:
“Si el Gobierno de México no actúa, seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda, y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera, de manera impune, violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda”, advierte en la carta.
Exige cancelación de su proceso penal
“El Señor de las Montañas” sostiene que el Estado mexicano tiene la obligación de defenderlo, por lo que su respuesta «no es opcional».
Finalmente, exige que México pida la cancelación de su proceso penal en Nueva York, alegando que su detención y traslado fueron ilegales.