•Patricio Martínez García oyó muy bien el clamor popular adverso y los sustituyó por pasantes o por profesionales del Dereho •«Irán a ejercer la representación social debidamente capacitados» dijo el gobernador en la parte relativa de su 2do Infome •Sin presunción pero Longitud 107 tuvo mucho qué ver en tan necesaria moción que mejoró el ejercicio de la acción penal en todo Chihuahua
Por muy largos, pero muy largos años y felices días, desde que la Revolución se hizo Gobierno, el ejercicio de la Representación social, o sea el Ministerio Público, en los municipios rurales, los serranos entre ellos, los desempeñaban como Dios le daba a entender, los señores Recaudadores de Rentas que, además, «representaban» al Gobernador en turno.
Obvio mencionar que era pobre y deficiente la acción penal requerida, dado que eran ajenos al Derecho y estaban allí por ser conocidos, amigos, partidarios, aportadores monetarios en las campañas electorales, o por lo que sea, pero estaban allí como «ministerios públicos» por ministerio de ley.
Ellos, en los casos requeridos, se concretaban a «dar fe».
No investigaban porque no sabían hacerlo. No consignaban con apego a la Ley porque no sabían nada de la ley. No podían pedir acción penal contra los malandros, por lo ya mencionado. No podían pedírseles peras a los olmos, pues.
En tanto que los jueces estaban felices. Liberaban o atemperaban las penas de sus sentencias, «porque la consignación viene deficiente». Y así, la impunidad campeaba por los campos de Chihuahua. ¡Qué delicia!
Entre la últimas décadas de 1900 y las primeras de 2000 circuló en el occidente de Chihuahua, desde Janos al norte hasta Guadalupe y Calvo al sur, un periódico mensual que aludía, necesariamente, a estas cuestiones.
Algunas de sus «cabezas»:
«En octubre del 2000: Por deficiencia del Ministerio Público y sospechosa generosidad de la juez de Ocampo ya anda libre en Moris el que asesinó al joven Martín Rivas Mendoza».
«Tolerados por ministerio públicos ineptos y jueces benévolos compradores «balines» de madera no les pagan los que les deben a los ejidatarios».
En febrero del 2001: «Inconsistencia ministerial de la Procuraduría de Justicia del Estado permite que jueces den fallos a conveniencia».
«La pobreza del ministerio público pone en bandeja de plata al Poder Judicial la oportunidad de confirmar autos de libertad grotescos y contarios a la Justicia».
En marzo del 2001: «Por deficiente fiscalía social se desata síndrome entre jueces que liberan a delincuentes “en apego a derecho”».
Estos encabezados a las notas elusivas eran el pan de todos los días.
Pero un buen día el Gobernador del Estado oyó ese clamor y dispuso la sustitución de los Recaudadores de Rentas por pasantes de Derecho o por abogados titulados; y también de paso, sustituyó varios jueces que habían hecho sus agostos en julio aprovechando la nula Representación Social.
En el segundo Informe de gobierno tocó el tema y empezó la aplicación del ordenamiento de Patricio.
Y así fue como la licenciada en Derecho Erika Vale Vázquez llegó a Moris a sustituir a don Gerardo Camargo Aguayo en su función «por ministerio de ley» de sub agente del ministerio público, así fueron llegando a todas las cabeceras municipales los Representantes Sociales egresados de la Facultad de Leyes de la Universidad Autónoma de Chihuahua sobre todo, y de otras universidades.
A todos los juzgados de Primera Instancia también Patricio Martínez les construyó edificios adecuados, incluyendo área para habitación del titular, que generalmente llegaba de fuera del lugar. Y como Pancho Villa, ordenó que las fachadas de esos nuevos edificios de juzgados se pintaran de verde como lo hizo el Centauro del Norte con todas las edificaciones de Canutillo.
La licenciada Erika Vale Vázquez estuvo en Moris más de cuatro años sin descansos ni vacaciones. Les habían advertido, por orden del gobernador, que debían vivir, convivir, orientar, enseñar, a sus comunidades en todo lo que les fuera posible.
Ahora ella se encuentra como Secretaria de Acuerdos en el Juzgado de Primera Instancia en Ocampo, cuya titular también es una bella dama: la licenciada en Derecho Flor Gutiérrez González.
Chihuahua, 2016
*Premio Nacional de Periodismo 1973
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