Llama la atención las declaraciones de Ricardo Monreal, coordinador político de la Cámara de Diputados, respecto al proyecto de cambios a varios artículos de la Ley de Infonavit, enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Dio por sentado que no habrá periodo extraordinario de sesiones para su revisión y eventual aprobación, y alegó que se requiere un periodo de reflexión, ya que apenas llegó el sábado por la noche. Es imposible no fijarse en el contraste con las reformas, mucho más trascendentes, enviadas por Andrés Manuel López Obrador, como la reforma judicial, cuya característica fue la celeridad y falta de reflexión con la que fue procesada legislativamente, al grado de que hubo que hacer reformas a la reforma por los errores contenidos.
Celeridad en el regalo a López Obrador
Famosa se hizo la frase de Mario Delgado sobre la justificación de lo apurado, atropellado e irreflexivo que fue el proceso de la reforma judicial. Según él, era “un regalo” que merecía el presidente. La celeridad fue tal que en las legislaturas locales se llevó las palmas el Congreso de Oaxaca, que en sólo siete minutos aprobó la reforma como parte del requisito de que un cambio a la Constitución debe ser aprobado por más de la mitad de las legislaturas locales.
Reflexión y estudio con la propuesta de Sheinbaum
En contraste con la celeridad de las propuestas de Andrés Manuel López Obrador, es claro que el proyecto de Claudia Sheinbaum, de construir un millón de casas de interés social para venta y renta, no requiere la urgencia con la que se cumplieron los deseos del «tatamandón» de Macuspana, incluso ya expresidente. Aquí habría que preguntarse quién manda en el país, y si no estamos, como dicen muchos críticos de la Cuarta Transformación, en un nuevo Maximato. El problema de falta de vivienda en el país es muy grave y urge la construcción de varios millones de viviendas. Que la presidenta se ponga la meta de un millón de viviendas de interés social es un acto de gobierno urgente.
Controversial la reforma
La reforma de varios artículos de la Ley de Infonavit ha sido muy debatida y criticada porque conlleva el uso de un fondo de dos billones de pesos del ahorro de los trabajadores, que se ha ido acumulando con el tiempo porque estos no hacen uso del derecho a una vivienda de interés social, ya sea por desidia o por cualquier otra razón, pero es dinero de los trabajadores. Que la reforma sea controversial no diluye el llamado a la reflexión que hizo ayer el líder de la fracción mayoritaria de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal. En política, la forma es fondo, y las formas atropelladas de la aún más controversial reforma judicial no importaron al zacatecano, tal vez porque quien quería la reforma era el poderoso, aún, López Obrador.
Sheinbaum sabe dar manotazos
La presidenta Claudia Sheinbaum, con todo y su estilo aparentemente sereno, tiene un carácter fuerte. Si no, pregúntele a Alfonso Durazo. Sabe dar manotazos y, hasta ahora, ha sido discreta y cuidadosa porque sabe bien que al sentarse en la silla presidencial no le llegó, por arte de magia, todo el poder que en este país suelen tener los presidentes, menos con un expresidente que la dejó copada y con escaso margen de maniobra. ¿El pleito entre Adán Augusto y Monreal se habría dado siendo presidente López Obrador? La pregunta es pertinente, porque en política los vacíos no existen y, al parecer, Monreal y López Hernández quieren llenar algunos. Sheinbaum no les inspira el temor que le tenían a Andrés Manuel. Es claro que la presidenta tiene que hacer un recuento de activos políticos y empezar a dar más manotazos. Todos lo dicen: el poder no se comparte.
Cautela que comprendemos
Pensar que Claudia Sheinbaum está esperando los tiempos y tomando poco a poco los hilos es claro. Una muestra de ello es que la empresaria que entra a Palacio sin tocar la puerta es Altagracia Gómez y no Carlos Slim. Ya no se niega que se fabrique fentanilo en México. Se decomisó una tonelada y media en Sinaloa. Para dimensionar la importancia del decomiso, se calcula en dos toneladas el consumo anual en los Estados Unidos. En fin, por el bien de todos, Claudia debe tomar las riendas.