Ciudad Juárez, Chihuahua.- La Coordinación del Centro Fundacional se alzó con el primer lugar en el concurso de altares de muertos organizado por el Instituto para la Cultura del Municipio de Juárez (Ipacult), durante el Festival Tradiciones de Vida y Muerte celebrado el sábado en el corredor peatonal de la avenida 16 de Septiembre.
El altar, dedicado a María Mercedes “Meche” Álvarez Vicencio, fallecida el 15 de septiembre de 2024 a los 76 años, superó a las ofrendas presentadas por otras dependencias municipales y captó la atención de cientos de visitantes que recorrieron el centro histórico.
Daniela González Lara, coordinadora del Centro Fundacional, destacó que el equipo asumió el desafío de exaltar las tradiciones juarenses con una ofrenda que honró a la mujer que, en 1967, abrió las puertas del bar Noa Noa al joven Alberto Aguilera Valadez, entonces un adolescente de 16 años conocido como Adán Luna.
“Fue ella quien le dio su primera oportunidad a Juan Gabriel para cantar en público”, recordó González Lara ante el jurado integrado por especialistas en historia, artes plásticas y diseño. “Sin Meche, quizá el Divo de Juárez nunca hubiera pisado un escenario”.
La funcionaria felicitó al equipo por el esfuerzo colectivo y por lograr un montaje que combinó elementos tradicionales con objetos personales de la homenajeada, prestados por familiares y amigos.
Detalles que conmovieron al público
La ofrenda ocupó un espacio de tres por dos metros y respetó la estructura clásica de tres niveles: cielo, tierra y inframundo. Papel picado en tonos negro y naranja enmarcó el arco superior, mientras guirnaldas de cempasúchil fresco guiaban la vista hacia el retrato central de Meche sonriente, flanqueado por velas blancas y moradas.
En el nivel intermedio destacaron calaveras de azúcar con el nombre “Meche” escrito en betún rosa, pan de muerto elaborado por una panadería del centro y frutas de temporada dispuestas en canastos de mimbre. Un sahumerio de copal mantuvo el aroma durante las horas de exhibición.
Lo que marcó la diferencia fueron los objetos originales: un vestido rojo que Meche usó en los años setenta, un boleto del Noa Noa de 1968 y una carta manuscrita que Juan Gabriel le envió desde la Ciudad de México en 1971, cuando firmaba aún como Adán Luna.
Una fronteriza que marcó época
Mercedes Álvarez Vicencio nació en Ciudad Juárez y desde los 17 años trabajó en la vida nocturna del centro. Conoció al futuro ídolo cuando él dormía en la calle y tocaba guitarra a cambio de propinas. Le ofreció techo, comida y, sobre todo, un micrófono.
Juan Gabriel nunca olvidó el gesto: le dedicó la canción “Meche” en el álbum Recuerdos II (1984) y la incluyó en el rodaje de la película El Noa Noa, donde la actriz Meche Carreño interpretó su papel.
Tras superar abusos infantiles, abandono familiar y años de trabajo sexual, Meche publicó en 2019 el libro No soy Meche la de Juan Gabriel, donde reivindicó su identidad más allá de la fama del cantante.
González Lara cerró su intervención recordando que el altar no solo celebró a una mujer, sino a la Juárez que forja leyendas en sus cantinas y calles. “A través de nuestras tradiciones honramos a quienes construyeron esta identidad fronteriza”, dijo.
El fallo del jurado se anunció a las ocho de la noche entre aplausos. El primer lugar incluyó un premio de 15 mil pesos que el equipo destinará a talleres de ofrendas para niños del centro histórico.
Visitantes como Rosa Isela Domínguez, vecina de la colonia Altavista, se detuvieron largo rato frente al altar. “Vine por curiosidad y me quedé llorando. Meche era parte de nuestra historia y hoy la sentimos viva”, comentó.
Con este triunfo, la Coordinación del Centro Fundacional reafirma su compromiso de revitalizar el primer cuadro mediante la memoria colectiva. El altar permanecerá exhibido hasta el martes en la Antigua Presidencia Municipal para quien desee rendir homenaje a la juarense que abrió el telón a una estrella.



