Ciudad de México.– Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, ofreció una respuesta rápida a Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos. Sin que mediara una pregunta expresa por parte de los reporteros asistentes a su conferencia mañanera, y proyectando un mapa de 1609 —cuando aún dos millones de kilómetros cuadrados del actual territorio estadounidense no habían sido arrebatados a México—, propuso un nombre para esa región: “América mexicana”.
“¿Por qué no le llamamos ‘América mexicana’? Se oye bonito, ¿no? Desde 1607, la Constitución de Apatzingán era de América mexicana. Entonces, vamos a llamarle así”, dijo la mandataria al inicio de su conferencia este miércoles. Sheinbaum también recordó que el golfo de México es reconocido y registrado como tal por instituciones internacionales. Lo dijo con una media sonrisa, sin intimidarse por los frecuentes y estrambóticos comentarios del septuagenario residente de Mar-a-Lago.
Posteriormente, aludió a otro tema abordado por Trump en su conferencia del pasado 7 de enero: “Yo creo que ayer al presidente Trump le malinformaron, porque parece que piensa que en México todavía gobierna Felipe Calderón y García Luna —este último, brazo derecho de Calderón, preso por narcotráfico en los Estados Unidos—. Pero no, en México gobierna el pueblo”, afirmó Sheinbaum al finalizar su intervención inicial.
La mandataria anticipó las preguntas que esperaba recibir, tras la propuesta de Trump de cambiar el nombre del golfo de México por “golfo de América” en una conferencia de prensa desde su residencia en Florida. Trump, con clara intención de que el término aludiera más a su país —al que sus ciudadanos suelen referirse simplemente como “América”— que al continente, describió su idea como un “nombre bello y apropiado”.
El republicano ha insistido en una serie de declaraciones con tintes expansionistas, en las que también ha sugerido recuperar el control del canal de Panamá, considerar a Canadá como un estado más de los EE. UU. y comprar Groenlandia, actualmente territorio de Dinamarca.
En un tono habitual, despreocupado y con cierta ironía —“la sonrisa de Mona Lisa”, comentó un asistente—, Sheinbaum pidió a José Alfonso Suárez del Real, historiador y asesor político de la coordinación de comunicación, que explicara los orígenes del nombre del golfo de México. Suárez del Real detalló: “Entre la Florida y Yucatán se reconoce al Golfo mexicano como un punto náutico fundamental para la navegación desde el siglo XVII. El nombre de ‘América mexicana’ ya existía antes de que el primer grupo de peregrinos llegara a poblar Virginia, es decir, a finales de 1607”.
El golfo de México es una región marítima que forma parte del océano Atlántico y comprende aguas internacionales. Su nombre no se debe a una cuestión de pertenencia, sino a su geografía. La propuesta de Trump de renombrarlo como “golfo de América” es solo una más de las amenazas que ha lanzado desde su victoria electoral en noviembre, dirigidas contra México, al que acusa de estar controlado por los cárteles de la droga y al que ha advertido sobre la imposición de aranceles si el gobierno de Sheinbaum no detiene radicalmente el tráfico de fentanilo hacia los Estados Unidos.