Cinco magistrados de la sala del Tribunal Supremo de la India decidieron por unanimidad la despenalización de la homosexualidad en adultos. La histórica sentencia establece que “las relaciones sexuales entre adultos homosexuales en privado no constituye una ofensa” y que cualquier norma que persiga estas prácticas es “discriminatoria y una violación de los principios constitucionales”. De esta manera concluye de manera exitosa, la batalla librada por la comunidad LGTB durante 10 años.
La discusión en torno a la despenalización de la homosexualidad en la India, la cual se alargó por cerca de tres meses logra acabar con una anacrónica ley vigente desde hace 150 años.
“Las relaciones privadas y consensuadas entre adultos del mismo sexo no constituyen una violación del artículo 377 del Código Penal”, comenzó diciendo el presidente del Tribunal Supremo de India, Dipak Misra, tras la deliberación con el resto de magistrados. La sentencia supone la abolición de los efectos en contra de la comunidad homosexual que tenía la ley victoriana de 1861, aún vigente en India, y en la que se establecía que el “acceso carnal contra natura con un hombre, mujer o animal, será penado con prisión de por vida, o con prisión por término o que podrá extenderse a 10 años y una multa”.
Una multitud de miembros del colectivo LGTBI y sus defensores aguardaron por horas frente a las puertas del tribunal para escuchar la decisión final de la Corte Suprema. Desde que comenzara su debate hace más de dos meses.
La sentencia restituye sus derechos a cerca de dos millones de homosexuales, según el último censo en el país, aunque se estima que muchos otros se abstienen de expresar su orientación sexual por temor a represalias derivadas de la subrogada ley.
“No solo se trataba de despenalizar [la homosexualidad] sino de reconocer nuestros derechos fundamentales”, uno de los demandantes.
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