1 El presidente municipal de Chihuahua, Marco Antonio Bonilla Mendoza, ha tenido una carrera política tranquila y sin grandes sobresaltos. Nació en la ciudad de Chihuahua hace poco más de 40 años, pertenece a la generación X y estudió Leyes en la UACH. Posteriormente, cursó una maestría en impuestos. Ya desde su época de estudiante, sus caminos iban por la recaudación y gasto de los impuestos, ya que casi simultáneamente entró a militar en el PAN y a la nómina municipal en la administración de Juan Blanco Saldívar. La burocracia y la política eran, evidentemente, un llamado vocacional.
De manera simultánea, ocupó puestos de carácter partidista y en el aparato de gobierno, sobre todo en las administraciones de Blanco y, posteriormente, de Carlos Borruel Baquera. Los años 2004 y 2005 fueron determinantes en su vida: se afilió al PAN, entró a la burocracia, de la cual nunca ha salido, y se casó chavito. Incluso fue funcionario federal en la administración de Felipe Calderón; en 2012 ocupó la subdirección administrativa en la Comisión Nacional del Agua.
Fue precisamente en 2013 cuando inició ligas amistosas y de colaboración política con María Eugenia Campos Galván. Ese año le coordinó la campaña para una diputación al Congreso local y dejó la administración federal para colaborar con Campos Galván en el Congreso. Tres años después, repitió como coordinador general de la campaña de Maru a la alcaldía, y sus carreras se unieron, por lo menos, hasta hace un par de semanas. Una alianza fructífera para ambos que lo llevó a la alcaldía en 2021 y lo tiene hoy como el más fuerte aspirante a la candidatura del PAN a la gubernatura en 2027.
2 Marco Bonilla es un alcalde con altos índices de popularidad entre la ciudadanía. Diversas empresas de demoscopía lo colocan regularmente entre los tres primeros lugares, y muy frecuentemente a la cabeza, entre los alcaldes con mayor aceptación. La obra pública realizada es fácil de ver, entre otras cosas, porque Chihuahua es una ciudad que aún no alcanza el millón de habitantes y nunca se ha rezagado en los presupuestos estatales y federales.
De hecho, en una reciente encuesta quedó como la segunda ciudad en calidad de vida después de Mérida, Yucatán. Hace más de una década, ya se ponderaba su amabilidad para habitarla. En aquellos años, Querétaro era la ciudad mejor calificada de la República, pero Chihuahua era, al igual que ahora, la segunda en la percepción de sus habitantes como lugar deseable para vivir.
Se puede decir, sin faltar a la verdad, que es un alcalde bien aceptado, y de alguna manera lo demostró en las elecciones pasadas, donde el PAN se llevó carro completo en la capital estatal. Sigue siendo el principal bastión del PAN en términos electorales. La carrera política y administrativa de Marco Bonilla se puede calificar de exitosa, no obstante que la personalidad del alcalde a algunas personas que lo han tratado les parece insípida y gris, incluso a algunos panistas. Cierto o no, hasta ahora no le ha estorbado.
3 Parecería que la vida para Marco Bonilla ha sido miel sobre hojuelas, lo cual no es necesariamente cierto. La política lo ha tratado bien y lo ha llevado, en pocos años, de la popular colonia Santa Rosa al exclusivo fraccionamiento Bosques del Rejón, donde, al siguiente día de ganar la reelección, compró una casa. Manifiesta que la adquirió en 17 millones de pesos, pero se publicitaba para su venta en 23 millones; o sea, le costó más de un millón de dólares. (El actor Tom Cruise vive en una de dos millones.) Sin embargo, maniobró para no verse tan fifí y millonario, y le quitó cinco millones de pesos al precio manifestado, lo cual no es poca cosa.
¿Cómo el sencillo joven de la Santa Rosa se hizo millonario? Pues igual que otros muchos políticos: un 10 o 20 por ciento por aquí, otro tanto por allá. En fin, un camino conocido y común. De repente, un buen asunto, como comprar a sobreprecio un terreno en Mápula para la operación de un tiradero metropolitano. En fin, oportunidades que redundan en dineros sobran para los hombres y mujeres dedicados a la política, sobre todo los que logran puestos ejecutivos. Los del poder legislativo tienen menos margen de maniobra, pero también se puede. Ahí están los resultados “de las batallas legislativas” por la “Ley Televisa”, que le redituaron 23 millones de pesos de los pesos de 2004 a Javier Corral, depositados en la cuenta de su esposa Cinthia. El disimulo siempre es importante, aunque aquí la revista Proceso los descubrió.
4 Marco Bonilla, sin importar la compra de su terreno en Mápula o su casa de 23 millones de pesos, es el panista mejor posicionado para lograr la candidatura del blanquiazul a la gubernatura de Chihuahua en 2027. Tiene el 70 por ciento de las simpatías de los militantes del PAN, según el último sondeo de opinión de Rubrum. Aunque las preferencias electorales favorecen a Morena en un rango ligeramente superior a 10 puntos, es una batalla que está por darse.
Aquí recordamos el fenómeno de Samuel García, quien, con 17 puntos abajo, los remontó y ganó la gubernatura de Nuevo León. O sea, el primer escenario para el 2027 es el triunfo de Morena en Chihuahua, según los últimos sondeos de preferencias electorales. Pero faltan los candidatos y las campañas. Por supuesto que nada está dicho.
Sólo hay un problema: observadores internos han visto que Marco Bonilla Mendoza está muy aplicado a la política electoral y deja en segundo término sus obligaciones como alcalde de la ciudad de Chihuahua. Esta situación ha sido censurada por la propia gobernadora Maru Campos, quien ha hecho llamados a Bonilla Mendoza. Uno de ellos fue público, cuando dijo que “quien tenga resultados puede aspirar”, y metió en la carrera por puestos de elección popular a Gilberto Loya, secretario de Seguridad Pública, y mediante “columnas políticas afines” a César Jáuregui Moreno, fiscal general del estado.
Bonilla Mendoza parece no oír, y se sabe tan fuerte que la candidatura del PAN la tiene con sólo estirar la mano. Seguiremos observando.