México se aleja cada vez más de la posibilidad de cumplir con sus compromisos contraídos en el marco del Acuerdo de Paris para reducir el calentamiento global.
Con las políticas de lópez el país se perfila precisamente en sentido contrario.
Regresar al uso del carbón y el combustóleo no es lo único.
Debemos agregar el factor diesel.
Vea nomás:
La más reciente decisión tomada en torno al Tren Maya es que sólo un 40% de su operación será con energía electrica. El resto quemará diesel. Su uso se privilegió frente a las posibilidades de electricidad generada con gas natural y a la procedente del sol y el viento. La energía eléctrica que usará contaminará en donde fue generada y el diesel contaminará en la refinería donde fue elaborado y en las selvas mexicanas donde se arrojará al ambiente.
El Tren Maya arrojará a las selvas del sureste mexicano miles de toneladas de gases tóxicos por la decisión de usar diesel.
Pero mientras eso sucede, el mes pasado la Comisión Reguladora de Energía -ya sometida a los caprichos de lópez- autorizó a Pemex vender por más tiempo diesel de mala calidad en el país.
Se trata de diesel con alto contenido de azufre.
Es el tercer aplazamiento desde que inició el gobierno de lópez.
El azufre es un veneno altamente nocivo para la salud de las personas, los animales y las plantas. La exposición a sulfatos y ácidos derivados del dióxido de azufre, SO2, es muy dañina debido a que estos compuestos entran en el sistema circulatorio directamente a través de las vías respiratorias. Un nivel de 0.3 microgramos por metro cúbico de aire implica un riesgo potencial para los humanos, causante de turbidez corneal, dificultad para respirar, inflamación de las vías respiratorias, irritación de ojos, daños en la garganta, alteraciones psíquicas, edema pulmonar, insuficiencia cardíaca, colapso circulatorio…y eventualmente la muerte.
El dióxido de azufre también está asociado con el asma, bronquitis crónica, morbilidad y la alta mortandad en ancianos y niños.
Si eso es para los humanos en cantidades de 03ml/m3 para los árboles, 0.2 es extremadamente peligroso. Los óxidos de azufre (SOX) y el ácido sulfúrico (H2SO4) se relacionan con deterioro del suelo, daño y destrucción de la vegetación, fauna, lagos y ríos.
Incluso, la industria automotriz repele el diesel con esos niveles de azufre porque daña severamente los motores y los equipos que se operan con su combustión.
En interacción con el agua de la lluvia, los gases como el dioxido y el trioxido de azufre forman ácido nítrico, ácido sulfuroso y ácido sulfúrico.
Esa «lluvia ácida» se precipita sobre los seres vivos y cae al suelo.
El diesel expendido por Pemex contiene hasta 500 miligramos por kilo de azufre, cuando la norma oficial establece un máximo de 15 miligramos por kilo.
Sin embargo, la CRE autorizó a principios de este año que la norma sea ignorada hasta 2025.
Es decir, el gobierno de lópez se desentenderá de cumplir la norma durante todo su período. Se autorizó a sí mismo para generar emisiones tóxicas.
Así el abuso.
México se comprometió en el Acuerdo de Paris a reducir el 22% de sus emisiones entre 2017 y 2030, lo cual implica que gobierno, empresas y sociedad civil sumen sus esfuerzos.
Por lo pronto, el gobierno ha abandonado su participación.
No sólo no contribuirá lópez a disminuir el calentamiento, no.
Al contrario, lo impulsará decidida y sostenidamente desde Pemnex y la CFE.
Cuando se dieron a conocer ambas noticias, la de la operación del tren maya con diesel y la autorización para que Pemex venda en el país diesel tóxico, decenas de ambientalistas y científicos de la salud pública elevaron la protesta.
El Resultado usted ya se lo sabe. La respuesta de lópez fue descalificarlos, llamarlos pseudo ecologistas, conservadores y reaccionarios.
La reconocida científica Julia Carabias declaró a El Sol de México que en la construcción del Tren Maya hay problemas que no se pueden ocultar y que “sorprende y preocupa” que por diferir o disentir se descalifica a los académicos, investigadores y organizaciones de la sociedad civil.
“Los que estamos trabajando sí tenemos un interés, es el del bien de la nación. Es un interés por la conservación del patrimonio natural nacional y por el bienestar de las poblaciones; a eso nos dedicamos muchos científicos, muchos académicos y organizaciones de la sociedad civil y lo único que queremos es colaborar y contribuir, dialogar y hablar dónde están los problemas, yo creo que es totalmente inadecuado que se censure y se limiten las expresiones que no aplaudan. Eso ya lo vivimos hace muchos años. El que estaba en contra de la opinión del gobierno y del presidente era reprimido”.
La doctora Carabias, ex titular de la Secretaría del Medio ambiente y Medalla Belisario Domínguez fue ignorada e insultada.
En consecuencia, dijo, defender el patrimonio nacional natural “es una actividad de muy alto riesgo” en nuestro país.
Y habló con plena memoria y conocimiento.
México es uno de los países más peligrosos para quien defiende el medio ambiente.
Aún se recuerdan los asesinatos cometidos contra dos activistas por oponerse a sendos planes de construcción de plantas generadoras de energía en Puebla.
Uno de los etiquetados como «reaccionario» por lópez fue Samir Flores.
Samir Flores era uno de los principales opositores a la operación de la termoeléctrica de Huexca y luchó por la defensa de un río. Su asesinato, a 20 disparos, ocurrió el 21 de febrero de 2019 en medio de una «consulta» promovida por lópez, ilegal y sin reglas como han sido las de su estilo. Por supuesto, lópez se negó siempre a dialogar con los opositores al proyecto y recientemente mintió al decir que su gobierno ya había ganado todos los amparos interpuestos por las comunidades inconformes. Varios siguen aún su trámite.
Menos de 3 meses después, el 10 de mayo de 2019, otro opositor, Leonel Diaz, también fue asesinado en su vivienda ubicada en el municipio serrano de Zacapoaxtla. Se oponía a la construcción de una hidroeléctrica en la comunidad de San Juan Tahitic, también en el estado de Puebla.
Tras el caso de Leonel Diaz la empresa titular canceló el proyecto, pero en el caso de Flores lópez ordenó ignorar el crimen y seguir adelante.
Un tercio de los asesinatos contra ambientalistas en México está relacionado con proyectos energéticos.
Pero hay muchos otros casos y causas.
El 2020 arrancó con la muerte de Homero Gómez González y Raúl Hernández Romero, defensores de la mariposa monarca en una zona de Michoacán amenazada por la tala clandestina.
Si de verdad se quisiera combatir la corrupción y proteger el ambiente al mismo tiempo, la tala clandestina es la punta de una gran madeja.
En lo que va de 2020, 10 ambientalistas han sido asesinados en el país por oponerse a la minería, proteger su territorio, impedir la tala ilegal, defender el derecho al agua y al aire limpio de sus comunidades.
Datos de la propia Semarnat establecen que de enero a mayo de 2020 fueron ultimados nueve hombres y una mujer en Michoacán, Morelos, San Luis Potosí, Veracruz, Oaxaca, Sonora y Guerrero.
Ante el despótico desprecio de lópez por el cuidado ambiental y las causas ambientalistas, el clima de hostilidad y violencia contra los defensores del medio ambiente se ha tornado cada vez más violento.
De acuerdo con la ONG Front Line Defenders, en 2019 -el primer año del gobierno de lópez- se documentó el asesinato de 24 activistas en pro del medio ambiente y en defensa de intrereses de sus comunidades, de diversas tendencias y con diferentes causas.
Los cinco países con más asesinatos a defensores comunales y ambientalistas en 2019, según FLD, fueron Colombia con 106, Filipinas con 43, Honduras con 31, México con 24 y Brasil con 23.
La organización Global Witness registró que 18 de esos 24 asesinatos fueron por defender causas medioambientales, a los que se suman los 9 de este año.
Global Witness reveló que México fue el cuarto país más peligroso para los defensores del ambiente en 2018 con 14 asesinatos y en el reporte del 2019 se encuentra en el sexto lugar con 14 homicidios de ambientalistas.
En 2020 está posicionado en tercer lugar, hasta el último de septiembre.
El 60 por ciento de las víctimas eran indigenas.
La mitad del total se concentró en Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
Sólo uno de esos casos ha sido resuelto.
Según registros de la Semarnat, en la actualidad hay 27 personas y una organización amenazada por defender derechos ambientales en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Chihuahua.
Así, el ambientalismo en México está entre la espada y la pared.
Por un lado, las políticas contaminantes de lópez impedirán reducir la emisión de gases tóxico y por el otro impera la impunidad ante la violencia letal contra quienes se atrevan a defender sus causas.
Sólo parece haber dos opciones: respirar muerte sin hacer caras, o correr el alto riesgo de morir asesinado.