Por más que la estiran, no alcanza la cobija.
Por eso se está desmantelando una parte financiera del Estado Méxicano, para destinar los recursos a uno de los proyectos más disparatados en los que lópez está encaprichado: la Refinería de Dos Bocas.
Muy a tiempo recibió la advertencia pero, como siempre, se negó a escuchar.
El caprichito, si es que culmina, saldrá mucho más caro que lo calculado «al tantéo» por él mismo.
Posiblemente cueste el doble, se termine en el doble de tiempo y la capacidad de refinación sea menor que lo «previsto».
Ya se puso de manifiesto la primera evidencia: a mediados de este mes la empresa Kellogg Brown and Root, una de las más prestigiadas del mundo en su ramo, prefirió abandonar la obra por la irracionalidad de los presupuestos.
Kellogg Brown and Root, en sociedad con la mexicana Constructora Hostotipaquillo, recibió hace un año la adjudicación para llevar a cabo durante tres años el paquete 4 de la refinería, que consiste en la construcción de la planta generadora de gas y las plantas regeneradoras de aminas, además del paquete 6 de servicios de integración, edificios y la urbanización interna de la planta. En total, un contrato por 155.8 millones de dólares para la conclusión de estas obras en 2022.
Pero la empresa condicionó su participáción a revisar los presupuestos al concluir la primera fase, lo que sucedió a principios de mes. Y al revisarlos, resultó que los costos se elevan prácticamente al doble de lo «deseado» por la Secretaría de Energía.
Los costos habrían sido sobrepasados en proporción de 2.4 a 4.7.
Punto menos que al doble.
La primera fase consistió en el desarrollo de la ingeniería, mientras que la segunda implica la compra de equipos y construcción.
Ahí fue donde Kellog le dijo adios a lópez.
Desde que lópez anunció la puntada de construir la refinería, estableciendo un costo máximo de 8 mil millones de dólares y en un plazo de 3 años -para concluirla en 2022- todos los expertos le dijeron que no era factible.
Pero empecinado, lópez ordenó a la Secretaria de Energía Rocio Nahle que así tenía que ser. Bajo esas bases lanzaron la convocatoria. Dijo entonces lópez que había invitado a las 4 mejores empresas del mundo para realizar los trabajos.
Resultado: nadie atendió la convocatoria y la licitación se declaró desierta.
Aun así, desoyendo a la terca realidad, lópez ordenó que la construyera Pemex. Dijo entonces que no necesitaba a esas grandes empresas y que, para suplirlas, Pemex convocaría a los ingenieros mexicanos que participaron en la construcción de la última refinería que ha construido el país, hace 42 años.
Por supuesto la ocurrencia no avanzó ni medio centímetro.
Entonces se optó por asignar paquetes parciales a diversas empresas. Una de ellas fue la que acaba de tirar la toalla, por la clara razón de la incongruencia de los presupuestos.
Y sigue Samsung. En los próximos dias abandonará el trabajo en Dos Bocas por la misma razón: los inverosímiles cálculos presupuestales de lópez no cuadran. El gigante sudcoreano ya decidió no continuar con la segunda fase de los paquetes 2 y 3, que involucran un par de plantas hidrodesulfuradoras de diésel, una hidrodesulfuradora de gasóleos, dos hidrodesulfuradoras de naftas, la construcción de una reformadora de naftas y el desarrollo de una planta de desintegración catalítica, que son parte escencial del proyecto.
A estas alturas nadie duda que la refinería tendrá un costo mucho mayor y que no se terminará en 2 años. El avance en los dos años desde que se anunció la ocurrencia es menor al 8 por ciento.
Una poderosa razón son las naturales dificultades técnicas y otra la insuficiencia de dinero indispensable para acelerar la obra.
Para cubrir el déficit de recursos, Pemex ha debido incurrir en subejercicio de su gasto en transformación industrial, que incluye exploración, perforación y rehabilitación de las otras 6 refinerías con las que cuenta el país, que están operando alrededor de un 30 por ciento de su capacidad.
Según los reportes de presupuesto de la petrolera estatal, de una inversión autorizada para proyectos de inversión física en Pemex Transformación Industrial de 57,500 millones de pesos al 31 de diciembre de 2019 se ejercieron únicamente 13,500 millones de pesos, mientras que al 30 de junio de 2020, de una autorización de 69,500 millones de pesos sólo se han ejercido 20,700 millones de pesos, lo que implica que hay un subejercicio de 92,800 millones de pesos.
Estos enormes montos bien podrían estar siendo ahorrados para adelantos en la compra de equipos de las empresas que dejaron la obra y que por lo tanto podrían perderse.
Esto significa que todas las otras áreas de Transformación Industrial de Pemex estarían siendo abandonadas para enfocar los recursos al capricho en las costas tabasqueñas.
Visto desde el proyecto global de lópez consistente, según ha dicho, en obtener la autosuficiencia nacional en gasolinas, la táctica se traduce en meter el acelerador y el freno al mismo tiempo.
La concentración del gasto en dos Bocas perjudica el fin mayor.
La rehabilitación de las 6 refinerías, que tendría un costo aproximado de 3 mil millones de dólares se ha frenado y el presupuesto para el 2021 sólo contempla un monto de 7 mil millones de pesos.
Para suplir a Kellog la Secretaria de Energía adjudicó sin licitación los trabajos a la ítalo-argentina Techint, acusada en un juicio en Italia por haber participado en la red de Odebrecht, al haber otorgado 6.6 millones de euros en sobornos a funcionarios de Petrobras.
Las condiciones y los montos de la nueva adjudicación de los trabajos se han mantenido en secreto.
En ese contexto, los círculos de expertos en materia de energía recibieron con asombro en dias recientes la noticia de que el Instituto Mexicano del Petróleo acaba de emitir una licitación pública para contratar un “servicio de asistencia técnica para la elaboración de un diagnóstico relacionado con la ejecución del proyecto de la refinería en Dos Bocas”.
Claramente, la Sener está buscando con ansia alternativas al sentir que presupuestalmente el agua le llega al cuello.
De acuerdo con la convocatoria, el ganador de la licitación LA-018T0O004-E97-2020, quien será adjudicado posiblemente hoy o mañana, deberá entregar “un diagnóstico preliminar del proyecto” a fin de “determinar el estado” que guarda, y “proponer estrategias y acciones a fin de mitigar los riesgos”.
Aunque la elaboración del diagnóstico es una buena noticia, la mala es que se esta realizando con dos años de retraso, pues lógicamente debió realizarse antes de autorizar y ordenar la obra.
Nótese que se trata de un «diagnóstico preliminar» y no de medio camino.
Mientras tanto, en el mudo entero surgen los informes del nada incierto destino de las refinerías: van en picada. Una ola de sobreproducción ha llevado a una excesiva capacidad de refinado en el planeta.
Las proyecciones a mediano y largo plazo también indican que el petróleo y las gasolinas van de salida.
La transición mundial a las energías limpias ya es un hecho y en materia de gasolinas está a la vuelta de la esquina.
El pasado lunes el gobernador de California anunció que el estado más rico de la unión americana prohibirá los autos de combustion interna a prtir de 2035; Dinamarca, más pronto, en 2030; Holanda discute acortar su meta para el 2025; El archipiélago Noronha, ubicado frente a las costas de Brasil, anunció que a partir del 10 de agosto de 2022, quedará prohibido el ingreso al archipiélago de vehículos que liberen gases de dióxido de carbono; China eliminará la producción y venta de vehículos de motor a diesel y gasolina en una medida similar a las anunciadas por los gobiernos de Francia y Gran Bretaña que prohibirán absolutamente el uso de esos motores en 2040.
Las señales de que el futuro ya llegó están a la vista de todos y sólo los necios no las quieren ver.
Los expertos de prácticamente todo el mundo coinciden en que la construcción de otra refinería en México hubiera sido buena idea, pero al inicio de la década de los 80 del siglo pasado. Actualmente es todo lo contrario.
Hoy en día, el costo de Dos Bocas es de ocho gargantas y está llevando al congreso a desaparecer los fideicomisos para atender los desastres naturales, para las enfermedades catastróficas, para financiar al campo y a la investigación científica, a la tecnología, al cine y a la cultura, para atender a víctimas y a defensores de derechos humanos, entre otras cosas. En total 109 acciones prioritarias, porque el dinero no alcanza para los caprichos de lópez.