El primero de tres debates entre los cinco candidatos a la presidencia de México se llevó a cabo en el Palacio de Minería de la Ciudad de México, para discutir los grandes temas centrales en el país: corrupción, impunidad, seguridad y violencia.
Donde la tónica del evento fue intercambiar ataques y acusaciones, especialmente al puntero en las encuestas Andrés Manuel López Obrador.
Si tuviéramos que dar a un ganador así a bote pronto, probablemente se diría que el panista Ricardo Anaya resultó el ganador, por ser quien lanzó los ataques más contundentes al candidato de la coalición «Juntos haremos historia«, Andrés Manuel López Obrador.
Por otro lado José Antonio Meade el candidato del PRI, Verde y Nueva Alianza, se nota desesperado, ávido de atención probablemente por el muy lejano tercer lugar en el que se encuentra en las encuestas, ni la fama de hombre preparado, pueden contrarrestar la pésima imagen y el legado que deja el hombre que lo puso en esa posición, ni el hartazgo de la gente hacia el principal partido que representa.
Por su parte Margarita Zavala, es penoso escucharla; se nota forzada, poco natural, se tropieza al hablar, tartamudea y además, le toca defender lo indefendible: el legado de violencia y muerte de su esposo Felipe Calderón. Por no decir que no convence con su propuesta de más de lo mismo. El ejemplo es su ofrecimiento para combatir la violencia, su oferta es obtener lo último en tecnología para hacerle frente a los delincuentes, y quien esto escribe no pudo evitar acordarse de las más de dos mil latitas con antenitas (detectores moleculares) que compró su esposo y que resultaron ser un fraude. Quién no se acuerda de los soldados con el aparatito ese.
Jaime Rodríguez «El Bronco» fue, de todos, el que quizá cumplió con lo esperado de él: pegarle a López Obrador y restarle votos con su estilo desparpajado, pero lo único que consiguió fue exhibirse y demostrar que no tiene nada que hacer ahí.
Por último Andrés Manuel López Obrador fue quien aguantó la andanada de ataques, se mostró esquivo y reacio a contestar a algunas de las acusaciones en su contra. Sin duda López Obrador fue en plan de mantener lo que ha conseguido hasta ahora sin arriesgar.
El próximo debate será el 20 de mayo en la ciudad de Tijuana y versará en torno México en el contexto mundial, así que los candidatos deberán hablar de comercio exterior e inversión, seguridad fronteriza y combate al crimen trasnacional, así como derechos de los migrantes.
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