El pasado sábado 8 de septiembre fue asesinado el Marakame Margarito Díaz González, ambientalista nayarita, representante del Consejo de Seguridad de Wirikuta.
Hombres armados llegaron a su domicilio, ubicado en Aguamilpa, municipio del Nayar, en el estado de Nayarit, y le dispararon en el rostro, según información proporcionado por el sitio Somos el medio.
Margarito era un férreo defensor de los sitios sagrados del Pueblo Wixárika, lo que lo mantenía enfrentado a las compañías mineras canadienses en la zona Wirikuta en el estado de San Luis Potosí.
Este martes el Marakame fue despedido por su comunidad, quien lo consideraba “un ser humano íntegro, justo, un hombre de mucha fe en su cultura Wixárika”, según Somos el medio.
El pueblo Wixárika exigió al gobernador de Nayarit, Antonio Echevarría García esclarecer el asesinato y respetar los derechos de los pueblos indígenas.
Para el pueblo Wixárita, un Marakame es un tipo de “chaman” huichol que conoce los textos rituales y sabe cómo recitarlos además de que tiene una capacidad mágica para comunicarse con los dioses. Además de ser el responsable del bienestar de la comunidad, el guía.
Otros dos defensores del pueblo Wixárita fueron asesinados en mayo de 2017: Miguel Vázquez, y su hermano Agustín Vázquez Torres. Ambos fueron atacados por hombres armados en el poblado de Kuruxi Manuwe, en Tuxpan de Baños, Jalisco.
Entre julio de 2016 y diciembre de 2017, en México se presentaron 88 casos de ataques contra defensores de los derechos humanos ambientales, de esos casos, 29 fueron asesinados.
Entre los activistas asesinados el año pasado está el caso de Isidro Baldenegro, indígena rarámuri que fue galardonado con el premio Goldman por su labor en favor de la defensa del bosque y su territorio, Baldenegro era reconocido por su lucha contra la tala ilegal en el estado de Chihuahua.
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