Murió don Adolfo Álvarez Álvarez
Conocido por sus amigos como Chofo Álvarez, falleció a los 98 años de edad. Se inició en la política y en el PAN junto a su hermano mayor Luis, cuando en 1956 este buscó la gubernatura de Chihuahua, primero bajo un comité de apoyo ciudadano y luego cobijado por las siglas del blanquiazul. El grupo de presión política había surgido en el movimiento estatal encabezado por Lázaro Villarreal para lograr la destitución del gobernador Óscar Soto Maynez, quien dejó la gubernatura al médico militar, general Jesús Lozoya Solís.
Siempre discreto
Adolfo Álvarez fue una figura del PAN desde los años cincuenta y formó parte de por lo menos una docena de aguerridos panistas que, más concretamente en 1956, iniciaron su militancia partidista y fueron un puntal importante en el boom panista de 1983, cuando se llevó a Francisco Barrio a la presidencia municipal de Ciudad Juárez. Luis, el hermano mayor, había sido candidato a la presidencia de la República en 1958, pero don Adolfo, sin dejar su militancia partidista, se dedicó más a sus labores como ingeniero civil. Su obra está por todos los rumbos del viejo Juárez.
El Vibode
Con el boom panista de 1983, las siglas empezaron a abundar en el PAN con organizaciones que querían apoyar electoralmente, pero que, medrosas, no querían ser etiquetadas como panistas. De hecho, el Frente Cívico de Participación Ciudadana, totalmente fantasmal, fue el nombre bajo el cual se ocultaron los primeros simpatizantes de una candidatura como la de Barrio Terrazas. Querían evitar que llegara a la alcaldía don Santiago Nieto Sandoval, quien no tenía ligas con las élites económicas y, por lo tanto, sus simpatías eran demasiado del pueblo. Los ricos del pueblo querían a uno de los suyos, concretamente a Jaime Bermúdez Cuarón… Aquello se llenó tanto de siglas que surgió el Vibode.
El Vibode (II)
Los viejos luchadores panistas de los malos tiempos: José Posada, Pepe Aguilera, Hedeberto Galindo, los hermanos Cárdenas Holguín, Alfonso Arronte Domínguez, Salomón Acosta Baylón, Jesús Hernández y Chofo Álvarez, entre muchos otros que omitimos injustamente por la flaca memoria y la hora del cierre, formaron, en una broma muy festejada, los «Viejos Bofos por la Democracia». Hoy muere el último de esa extraordinaria camada de perdedores de elecciones, hasta que empezaron a ganar y los primeros diputados al Congreso fueron los Pepes: Posada y Aguilera… Ahí estuvo siempre don Adolfo, apoyando lo mismo en casillas que económicamente.
Un imprudente columnista
Un imprudente columnista de El Fronterizo dio la primicia sobre la creación, insistimos, más en broma que en serio, del Vibode. Sin embargo, el aprecio por los Pepes era tal que no se atrevía a llamarlos bofos y tuvo la terrible ocurrencia de cambiar la palabra por bobos, pues le parecía más suave: “Viejos Bobos por la Democracia”.
Un imprudente columnista (II)
Pepe Aguilera, sin tono de reclamo, en el café matutino cotidiano en el café del Hotel de Luxe, le hizo el comentario: “Yo prefiero ser bofo que pendejo”… Bueno, con la marcha de Chofo, se acaba aquel extraordinario grupo de hombres que lucharon por la democracia y que en 2004, ante la derrota en la presidencia municipal, Pepe Posada, al ver la descomposición del partido, exclamó: ¡Fue lo mejor!
Descanse en paz don Adolfo Álvarez, lo tiene muy merecido, fueron muchos años de lucha ingrata. ¡Ah!, no fue presidente municipal suplente, como dice una nota que consigna su muerte; ese es otro Adolfo.