Muy probablemente el nombre de Tony Mendez y el hecho de que haya sido espía puede decir poco a la mayoría de los lectores, pero si a esto agregamos que parte de su historia fue la base para la multipremida y aclamada cinta Argo actuada y dirigida por Ben Affleck en 2012, hace de la noticia algo muy lamentable para muchos. El hombre que rescató con vida a un grupo de diplomáticos estadounidenses escondidos en la embajada de Canadá en Teherán en 1979 murió el pasado 19 de enero a los 78 años de edad, la noticia fue confirmada por su esposa Jonna Mendez, el ex espía padecía Mal de Parkinson.
En una nota publicada por el diario The Washington Post, se alaba su habilidad para el disfraz y su poder de trasformación, de acuerdo al artículo publicado, Mendez transformó a un agente afroamericano y a un diplomático asiático, en dos hombres de negocios caucásicos. Con el uso de prostéticos y máscaras, transformaba a cualquier persona en lo que la situación lo requiriera. En otra ocasión ayudó a escapar a una fuente protegida de la CIA con la apoyo de un maniquí, según detalla la nota.
De ascendencia mexicana, Méndez, perteneció a la CIA durante 25 años. En su obituario, publicado en el diario estadounidense, describen la labor del agente como un actor en el “negocio del teatro geopolítico”, utilizando las técnicas de magos, artistas del maquillaje.
Transformaba a una persona en otra, con historias de fondo, disfraces y documentos que les ayudaron a evadir la detección y evitar la captura en países extranjeros.
Para un hombre cuya carrera parecía sacada de un thriller de Hollywood, su mayor triunfo fue el rescate de los diplomáticos de la embajada de Teherán en 1979, para lo cual inventó una película de ciencia ficción falsa, montó una oficina de producción falsa en Los Ángeles y una falsa búsqueda de escenarios naturales en Irán.
Disfrazándose a sí mismo como un cineasta irlandés, el Sr. Méndez sacó con éxito a seis empleados del Departamento de Estado de Teherán durante la crisis de rehenes de Irán en 1979-1981, haciéndolos pasar por un equipo de filmación canadiense en una misión audaz que fue la base de la película ganadora del Oscar Argo en 2012.
Su proeza lo hizo acreedor de la Estrella de Inteligencia, uno de los más altos honores de la CIA, de las manos del presidente Jimmy Carter, pero su papel y el de la CIA en la operación de rescate se ocultó hasta 1997, cuando fue honrado y reconocidos por sus contribuciones a la agencia.
Le sobreviven su esposa y dos hijos.
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