Y seguimos en búsqueda de nuevos lugares y nuevos sabores que probar y en esta ocasión un amigo que le gusta el buen comer nos recomendó un lugarcito de ramen recién inaugurado en la ciudad, en uno de los lugares menos esperado: en la Colonia Partido Romero. En el cruce de las calles Honduras e Ignacio de la Peña, está Mr.
Roboto, una esquina que puede pasar desapercibida a simple vista pero que adentro se cocinan uno de los platillos más populares de la gastronomía japonesa y que en los últimos años se ha hecho muy popular en occidente, hablamos del ramen.
Pero no nos referimos a las sopas esas instantáneas que vienen en vasito y que se cocinan en tres minutos, no. Hablamos de unos buenos fideos servidos en un caldo preparado a base de carne y verduras y servido la mayoría de las veces con cerdo y una guarnición de vegetales, algas (nori), cebollines (negi), huevos tibios y rematado con naruto (pasta de pescado, servida en diferentes patrones, siendo el más popular el de forma en espiral).
Esta popular sopa, contrario a lo que podamos pensar, es de origen chino. A principios del siglo XX, en China, comenzaron a popularizarse los platillos de fideos servidos en caldos preparados en base de huesos de puerco y sal. Luego de la Segunda Guerra Mundial y la crisis en la producción de arroz que azotó Japón durante la posguerra, el platillo fue adoptado por los habitantes de la isla, que rápidamente lo hicieron suyo.
Pero basta de historia y entremos en materia. En cuanto mi amigo me contó del lugar, me lancé a probar esta nueva opción de ramen en la ciudad. Lo primero que llamó mi atención, fue la ubicación, no podía imaginar un restaurante por esos rumbos y debo confesar que me llevé una agradable sorpresa al llegar a una de esas casitas tan bonitas que quedan por ahí, completamente restaurada. Al entrar, su decoración resulta muy simple, sólo una barra que hace las veces de cocina y escasas mesas, su menú se limita al ramen como su nombre lo indica, así que olvídese del sushi y los makis, aquí la cosa es comer sopitas de fideo estilo japonés.
El menú consta de una par de entradas: gyozas o empanaditas o dumplings y baos de cerdo y cinco clases de ramen, entre los que destaca el clásico y muy conocido Tonkotsu preparados en un caldo en base de cerdo y servido con cerdo chashu, que son unas lonjas de panceta de cerdo marinado; el Tan Tan Men que se sirve con carne molida y una pasta de ajonjolí picante y el Birriamen, preparado en caldo de birria de res, y servido con res, limón y cilantro.
Mi colega y yo como buen equipo que somos, pedimos siempre cosas diferentes para abarcar más elementos del menú y poder darle una información más completa a usted estimado lector. Y en aras de la investigación, pedimos: las gyozas doradas, un bao, el Tonkotsu, el Tan Tan y el Kotteri Tokyo, preparado con pollo, no tenían el de Birria.
Primero llegó el bao, que es este pequeño pan cocido al vapor el cual rellenan de cerdo chashu y pepino servido con una mayonesa kewpie, la cual se prepara con especias lo que le da un rico sabor spicy. Luego llegaron las gyozas, buenísimas, las de carne nunca fallan, pero las de vegetales resultaron ser una agradable sorpresa, pues están preparadas con lo que a mi parecer es jengibre y lemon grass (hierba de limón), que les da una frescura inesperada a la empanadita, las cuales se sirven en una aliño de soya y aceite de ajonjolí exquisito.
Unos minutos después, llegó el ramen, el Tonkotsu, riquísimo, el caldo es ligero a diferencia de otros en los que se llega a sentir espeso, lo cual, a mí en lo particular no me gusta. Lo malo es que muchas de las guarniciones que según yo debe llevar, las cobran como extra, como el nori y el naruto, lo cual sube un poco más el precio.
Pero no decepciona. El Tan Tan por su parte resultó una revelación, debo de admitir que nunca había probado un ramen con carme molida y confieso que resultó muy bueno, el problema es que de los platillos, este es el picante, y quizá a la primera no lo sienta o sea un picor soportable, pero a la larga puede llegar a ser muy spicy, así que si usted es como yo, no lo pida y dedíquese a quitarle tantito al de a lado, para que pueda degustarlo y no se quede con las ganas. Y por último el Kotteri, servido con pollo y bambú en un caldo con una fuerte y considerable cantidad de salsa soja, lo cual puede resultar muy salado para algunos.
Lo bueno: A mí en lo particular me gustó y mucho la comida, el tiempo de espera es bueno, los precios son dentro del promedio, si no lo pide con los extras que pueden subir el coste del plato, el cual hay que reconocer, es una buena porción.
Lo malo: Es el cobro de algunos extras, como los cebollines y el nori, elementos muy presentes en el ramen.
Lo feo: En tiempos que poco a poco le ha dado la espalda al uso de popotes de un solo uso y a los desechables, hay que decirlo, dígame exagerado, pero estoy totalmente en contra del uso de vasos desechables y de palitos desechables y más cuando venden unos muy monos con diseños que puede uno recargar en unos “posapalitos” muy lindos de panditas.
Apostilla: La ubicación del lugar merece mención aparte. Mr. Roboto, es un ejemplo de lo que nuestro centro puede llegar a ser con un poquito de imaginación y amor a nuestra ciudad, en lugar de tirar casas para hacerlas Oxxo, estos emprendedores juarenses, decidieron rescatar una propiedad y convertirla, en lo que esperemos sea un próspero negocio. Ojala otros sigan el ejemplo y volteen los ojos a este olvidado rincón de la ciudad para invertir. Sólo por eso, Dōmo arigatō Mr. Roboto.
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