Ciudad de México.- Después de 23 años de absoluto silencio, el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León ha reaparecido en los últimos seis meses con declaraciones que han acaparado la conversación pública. En su segunda intervención pública en cinco lustros, Zedillo afirmó que, tras las reformas judiciales, de supremacía constitucional y de “Estado policial”, México ya no es un país democrático, sino una tiranía con un “caudillo oculto” que ejerce el poder cercano a la presidenta Claudia Sheinbaum, en clara referencia al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
“No necesitamos un país que sea una autocracia de partido hegemónico, donde el poder real e inmenso lo ejerza un caudillo instalado oculto en la oficina anexa de la Presidencia de la República. Queremos una presidenta de verdad, que mande conforme a las facultades constitucionales y a las reglas de una República democrática”, señaló en una intervención vía Internet durante un encuentro en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
El anteriormente reservado expresidente participó en el Seminario de Perspectivas Económicas 2025, organizado por el ITAM, donde impartió la conferencia magistral «Desafíos y Disyuntivas en la Nueva Geopolítica: Incertidumbre y Riesgos Inéditos».
El exmandatario, quien fue el primero en abrir paso a la alternancia partidista en la Presidencia de la República, alertó que las reformas que han convertido la democracia en tiranía llegan en el peor momento para el país, justo cuando debe enfrentar el regreso de fuerzas “colonialistas e imperialistas” representadas por el presidente electo Donald Trump, quien ha reiterado amenazas intervencionistas contra México.
Zedillo advirtió que enfrentar estas fuerzas sin un Estado de Derecho sólido, sin democracia y sin unidad será un gran desafío. “Sin unidad, será muy difícil superar los retos económicos y políticos que se avecinan”, expresó.
«Ante las tormentas que se vislumbran en el horizonte, enfrentar esta situación en las condiciones actuales es muy desafortunado. Esto aumenta significativamente la probabilidad de que esa tormenta internacional se convierta en una verdadera tragedia para nuestro país», manifestó ante un auditorio de economistas y académicos.
En una parte de su conferencia, Zedillo propuso a la presidenta Claudia Sheinbaum “convencer” a su partido y a las demás fuerzas políticas para aprobar dos artículos transitorios en la Constitución.
El primero sería para “dejar pendiente, dilatar, posponer la entrada en vigor de lo que se ha venido implementando desde septiembre” y dar espacio a la deliberación de la Reforma Judicial, con el objetivo de evitar que se utilice para construir una tiranía en el país.
Zedillo aseguró que dicha Reforma Judicial “destruye el profesionalismo y la independencia del Poder Judicial” y que, al ser avalada, lo convertiría “en un simple sirviente del Poder Ejecutivo y del partido en el poder”. Agregó que esta medida “nos daría unidad nacional” para enfrentar los retos venideros.
El segundo transitorio que pidió aprobar es uno que deje sin efectos “esa barbaridad llamada la revocación de mandato, un artículo que se ha incluido en la Constitución sin ninguna justificación en nuestro país. Es necesario suspender lo que se ha hecho para destruir la democracia y abolir por completo esa figura de revocación de mandato”.
“Lo que necesitamos es una presidenta que gobierne con autoridad, con poder, pero en un país democrático que siga las reglas de la democracia. Eso es lo que necesitamos”, concluyó Zedillo durante su conferencia magistral en el ITAM.