Los Ángeles, Calif.- ¡México es campeón de la Concacaf Nations League! La cuarta fue la vencida. Por primera vez en cuatro ediciones, el Tricolor pudo levantar este trofeo que se le había negado por tres ediciones consecutivas.
La Selección Nacional de México rompió con la mala racha en la Concacaf Nations League. El equipo de Javier Aguirre se coronó en el torneo que le faltaba al derrotar 2-1 a Panamá en la final que se jugó en el SoFi Stadium, gracias a un doblete de Raúl Jiménez.
El delantero del Fulham fue quien marcó los cuatro goles en los dos partidos que jugó el Tricolor en este Final Four, anotaciones que lo colocaron en la historia del Tri como el tercer máximo anotador, por debajo de Javier Hernández y Jared Borgetti, desplazando a Cuauhtémoc Blanco.
Javier Aguirre le devolvió la ilusión a los mexicanos. Desde su llegada, ha insistido en que los jugadores sientan orgullo, lo que ha generado un compromiso evidente en el campo, siendo esta la principal clave para levantar este campeonato.
México repitió la dosis de hace dos años a Panamá. En los últimos minutos, con un penal, el equipo mexicano se llevó el triunfo y el trofeo que le hacía falta en la Concacaf. Poco a poco, el gigante parece volver a despertar.
La primera anotación de Raúl llegó muy temprano; solo habían pasado ocho minutos cuando, con un cabezazo al segundo poste, remató un centro del Piojo Alvarado, haciendo estallar a las más de 70 mil personas que se dieron cita en el SoFi Stadium.
El Tricolor intentó buscar el segundo gol que le diera mayor tranquilidad, pero Panamá se acomodó y, por momentos, le quitó el balón, provocando el nerviosismo de Luis Ángel Malagón, quien, con una mala salida, ocasionó un penal. El cobro fue ejecutado magistralmente por Adalberto Carrasquilla.
El 1-1 era un resultado injusto, ya que solo había un equipo intentando hacer algo sobre el césped: México. Sin embargo, le faltaba algo, ese último paso para enviar el balón a las redes panameñas.
Todo indicaba que el juego se iría al tiempo extra, hasta que apareció una mano dentro del área, lo que llevó al árbitro a marcar un penal a favor de México. Sin dudarlo, el silbante señaló la infracción, y Raúl lo concretó sin titubeos.
La copa que faltaba ya está en las vitrinas de la selección. Ahora, el Vasco y sus pupilos deberán, en el verano, terminar de concretar la obra. Así, a un año del Mundial en casa, la narrativa podría ser que el gigante de la Concacaf está más despierto que nunca y con ganas de hacer historia.