Chihuahua, Chih.-. En un hito que redefine los lazos binacionales, el Gobierno del Estado de Chihuahua celebró el cierre de la quinta edición del programa «Soy México», una iniciativa que ha devuelto la identidad patria a 9 mil 449 personas nacidas en Estados Unidos y con raíces mexicanas. Tras dos intensos meses de trámites gratuitos y simplificados, esta cifra no solo marca un récord histórico para el esquema, sino que eleva el total de nuevos mexicanos incorporados durante la actual administración a 31 mil 395, fortaleciendo así las redes de inclusión social en un territorio marcado por la migración.
La Secretaría General de Gobierno, a través de la Dirección General del Registro Civil, anunció los resultados este martes, destacando cómo el programa ha transformado barreras administrativas en puentes de oportunidad. «Soy México» surgió como respuesta a las demandas de miles de familias divididas por la frontera, ofreciendo un camino expedito para que hijos de padres o madres mexicanos, nacidos al otro lado del Río Bravo, reclamen su derecho constitucional a la nacionalidad sin costos ni complicaciones innecesarias.
Impulsado en Chihuahua desde hace cinco años, «Soy México» es mucho más que un trámite burocrático: representa una estrategia conjunta entre el Registro Civil estatal, el Registro Nacional de Población (Renapo) y el Sistema de Estadísticas Vitales de Estados Unidos. Su esencia radica en validar electrónicamente actas de nacimiento estadounidenses a través del sistema EVVE, eliminando esperas eternas y verificaciones presenciales que solían desanimar a los solicitantes.
En esta edición 2025, lanzada el 3 de septiembre y extendida hasta el 31 de octubre para captar a más interesados, el programa operó en todas las oficialías del estado de lunes a viernes, de 9:00 a 15:00 horas. Familias enteras acudieron con documentos básicos —como el acta de nacimiento del norteño, la del progenitor mexicano y una identificación simple— para llenar formatos de inexistencia de registro y condonación, todo bajo un techo de gratuidad absoluta. Para menores de edad, el proceso se facilitó aún más, permitiendo que parientes directos o incluso terceros con carta poder simple actuaran en su nombre.
El impacto trasciende lo numérico. Estas 9 mil 449 incorporaciones no son solo estadísticas; son historias de retorno dignificado. Personas que, al obtener su acta de nacimiento mexicana y su Clave Única de Registro de Población (CURP), dejan atrás el limbo legal que les impedía integrarse plenamente a la sociedad chihuahuense. Ya sea un joven buscando empleo en las maquiladoras de Juárez o una familia entera reclamando acceso a la educación pública, el programa asegura que nadie quede excluido por un papel ausente.
Ahorros millonarios y reformas que allanan el camino
El éxito de 2025 no habría sido posible sin las innovaciones impulsadas por el Gobierno estatal. Por primera vez, se eliminó por completo el pago de derechos —equivalente a 1,002 pesos por trámite—, la necesidad de traducciones juradas y, gracias a una reforma al Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, el requisito de apostilla para inscripciones de nacimiento destinadas a la nacionalidad. Estas medidas no solo simplificaron el proceso, sino que generaron un ahorro colectivo de 9 millones 467 mil pesos para los beneficiarios, recursos que ahora pueden destinarse a sueños postergados como estudios o un nuevo comienzo en México.
«Estas facilidades refuerzan el principio constitucional de gratuidad y accesibilidad en el registro de identidad», enfatizó la Secretaría en su comunicado. El resultado: una edición que supera con creces las anteriores, posicionando a Chihuahua como referente nacional en políticas de doble nacionalidad. En ediciones pasadas, el programa ya había beneficiado a más de 20 mil personas desde el arranque de la administración; ahora, con este cierre triunfal, el contador avanza hacia metas aún más ambiciosas, priorizando los derechos humanos en un contexto de flujos migratorios impredecibles.
Con su acta en mano, los nuevos mexicanos ya no enfrentan obstáculos para tejer su vida en el país de sus ancestros. A partir de hoy, pueden recoger su documento en cualquier caja de Recaudación de Rentas y desbloquear un abanico de derechos: inscripción en programas sociales como Prospera o becas educativas, obtención de la credencial del Instituto Nacional Electoral (INE) para votar en las urnas, tramitación de pasaporte para viajar sin visos migratorios y ejercicio pleno de libertades civiles y políticas. Ninguno requerirá acreditar estancia legal, ya que su nacionalidad es el escudo definitivo contra la exclusión.
En un estado como Chihuahua, donde la migración ha moldeado comunidades enteras —desde las colonias fronterizas de Ciudad Juárez hasta los valles agrícolas del sur—, «Soy México» emerge como un faro de equidad. Al cerrar esta quinta edición, el Registro Civil invita a quienes aún no han actuado a mantenerse atentos a futuras convocatorias, recordando que la identidad no es un lujo, sino un derecho inalienable. Así, en el umbral de 2026, el programa no solo consolida su legado, sino que inspira a otros estados a emular esta fórmula de inclusión que une, en lugar de dividir.



