La gran mayoría de los medios de comunicación se fijaron en la propina de solo ocho pesos, por el probable consumo de un par de cafés, en el encuentro que sostuvieron el senador Gustavo Madero y el excandidato presidencial Ricardo Anaya Cortez. Madero, mediocre político de plaza, pero hábil en corto y en los salones, hace de tripas corazón y busca el acercamiento con el personaje que tras telones controla al PAN a nivel nacional.
* Hay decisión
El encuentro refleja, al margen de lo que muchos han llamado tacañería, por la escasa propina, la aceptación de Madero de recomponer la relación con su antiguo protegido y socio en la política, ya que de él depende que las posibilidades del Senador mejoren en la carrera por lograr la candidatura del PAN a la gubernatura en el cada vez más cercano 2021, ya que en estos momentos es clara favorita la alcaldesa de la ciudad de Chihuahua Maru Campos, quien sin duda ganaría por consulta a la base, por encuesta a población abierta o por decisión del Consejo Político Estatal o nacional en su última instancia.
* Madero trata de abrir una puerta
Un acercamiento con Ricardo Anaya, si resulta exitoso, le abre a Madero Muñoz, la posibilidad casi inexistente en estos momentos, de que el CEN del PAN se reserva para el Consejo Político Nacional la decisión de escoger candidato para la gubernatura de Chihuahua en el 2021 y él ser el favorecido.
* Viejas ligas
Entre ambos personajes hay viejas ligas, que por lo menos se remontan al 2012, cuando el entonces llamado “Niño Maravilla” fue presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y desde ahí apoyo al chihuahuense en los acuerdos de “El Pacto por México”, que fue el fundamento de las llamadas reformas estructurales en los primeros años del gobierno de Enrique Peña Nieto.
* Madero, su gran impulsor
Anaya venía de una exitosa carrera política en el estado de Querétaro, iniciada apenas a los 21 años y encontró en el líder nacional del PAN, Gustavo Madero un gran impulsor, quien lo llevó a la Secretaría General del PAN, luego a la presidencia provisional del mismo instituto y luego a una campaña en la que ganó al hoy gobernador de Chihuahua la presidencia nacional del PAN, con el 81 por ciento de los votos, en una desigual lucha que Javier Corral, llamó La Rebelión de las Masas.
* Un falso instrumentador
Madero creyó ser el instrumentador de todo, pero la ambición de Anaya ya lo había sobrepasado sin que lo advirtiera y la misma lo llevó a construir su propia candidatura presidencial en el 2018. Anaya sigue siendo el hombre fuerte en el PAN a nivel nacional, Madero lo aprendió con dureza en el camino y a él acudió en sus afanes por mejorar las posibilidades de ser candidato a la gubernatura de Chihuahua… la propina es lo de menos.
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