* Signos ominosos
La cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México es una primera muestra del gran poder que le fue otorgado por el pueblo mexicano a Andrés Manuel López Obrador, la consulta hecha muy a modo, llena de irregularidades, fue sólo una farsa para cumplir con un compromiso de campaña, que probablemente le haya generado votos, que seguramente le cancela un gran negocio a múltiples políticos y empresarios especuladores, pero quienes realmente perderán con este acto ya de gobierno de AMLO, son los que siempre han pagado: las clases medias y pobres. Los beneficiarios con los contratos no perderán con esta cancelación, tendrán millonarias indemnizaciones y la decisión la estamos pagando todos con la depreciación de la moneda que ya inició.
* Signos ominosos (II)
En la página digital de la LXIV Legislatura se encuentra, identificado como boletín 0226, una iniciativa del diputado del PT Benjamín Robles Montoya, quien en la inauguración del foro “Análisis de la ley del Banco de México”, propone modificar el marco jurídico de la institución bancaria central, para ampliar sus objetivos y destinar parte de las reservas internacionales al crecimiento económico y combate a la pobreza.
* Signos ominosos (III)
Lo anterior es mero eufemismo, para quitar la autonomía al Banco de México y con ello acabar con décadas de estabilidad macroeconómica y quitarle la protección al peso con el riesgo de iniciar una espiral inflacionaria que los jóvenes votantes no recuerdan pero empobreció al pueblo de México en el sexenio de Miguel de la Madrid, con una inflación que alcanzó los tres dígitos.
* Signos ominosos (V)
La revista Proceso cabeceó su más reciente edición con un demoledor “AMLO se aísla. El fantasma del fracaso”, en su portada número 2192 y con ello enfureció a los fans quienes arremetieron en redes sociodigitales contra el semanario que celebra en la misma edición su aniversario número 42. Quien inició la andanada contra la revista fue la propia esposa de Andrés Manuel, Beatriz Gutiérrez Müller en su Twitter dice: “Todavía no toma posesión y ya está ‘solo’ y a punto del ´fracaso´. El conservadurismo de izquierda y de derecha, nubla el juicio y da pie a conjeturas fantasiosas. Los extremos pueden tocarse y abrazarse. Bienvenida la pluralidad y el debate. Lo bueno es el desenmascaramiento”.
* Colofón
Ciertamente aún no toma posesión pero ya está gobernando y ocupando plenamente la agenda pública, como lo demuestra el inminente cambio de planes en el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Enrique Peña Nieto dejó el escenario y el gobierno meses antes de que concluyera formalmente su gobierno, ¡AMLO ya está gobernando!, aunque su esposa no se dé por enterada.
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