Han pasado los primeros cien días de la administración del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, y todo ha sido una derrota tras otra. Todos y cada uno de sus grandes proyectos ha sido rechazado y vetado tanto por el poder judicial como por el Congreso.
Del hombre seguro y confiado de hace cien días queda poco, aquel que a diario posaba ante las cámaras firmando ordenes ejecutivas, unas para frenar la entrada de ciudadanos musulmanes, otras para la construcción del polémico muro en la frontera con nuestro país, una tras otra, las más importantes han sido rechazadas.
La orden ejecutiva que frenaba la entrada de ciudadanos musulmanes ha sido rechazada dos veces por dos jueces, al encontrar en su proyecto serias violaciones a la Constitución, incluso su segundo intento, el cual la lógica indicaría que hubiera sido alterado para evitar el fallo negativo de un juez, también fue detenido nuevamente por el poder judicial.
La otra orden ejecutiva en materia de migración y la cual contemplaba la construcción del muro de en la frontera, también se ha topado con pared en el Congreso, Trump que pretende obtener los fondos para la construcción de dicho muro del presupuesto de egresos, en lo que ve la forma de cómo conseguir que México lo pague, se ha topado con el rechazo de ambas bancadas en el Congreso, el tiempo corre y si el presupuesto no es aprobado provocaría el cierre del gobierno. Otra de sus derrotas en materia de migración, fue el fallo que un juez de California en contra de la pretensión del presidente de negar recursos federales a aquellas ciudades que se nieguen a cooperar con el Departamento de Inmigración, las llamadas ciudades santuario.
En ambos casos no se ve a la vista una resolución en favor de los deseos del Presidente.
Derrota también fue el que su Reforma Sanitaria, la cual suplantaría el llamado Obamacare, no fuera aprobado en el Congreso, al no ser posible conseguir los votos necesarios, incluso del mismo partido republicano.
Todo esto se suma a los escándalos y las bajas dentro de su equipo por los lazos no tan claros con Rusia y la supuesta intromisión en la elección de noviembre pasado.
Del flamante presidente Trump de hace cien días, no queda nada, tanto que él mismo ha llegado a declarar «Pensaba que sería más sencillo». Preocupa que el supuesto «líder del mundo libre» piense que gobernar Estados Unidos fuera una tarea sencilla, preocupa y mucho.
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