Ayer se dieron a conocer los nombres de los tres norteamericanos que ganaron el Premio Nobel de Economía, por sus estudios sobre la desigualdad de riqueza entre las naciones. Por supuesto que nos llegó a la mente el libro de la mexicana Viri Ríos “No es normal”, en donde aborda los mismo temas pero centrándose en México, en donde dice: la movilidad social de abajo para arriba es muy difícil, pero se puede obtener, sin embargo dejar de ser de las élites, es prácticamente imposible, porque las estructuras e instituciones económicas están diseñadas para mantener la desigualdad en México.
En palabras breves y llanas Viri Ríos en su reciente libro dice que dejar de ser pobre en México es muy difícil pero se puede lograr; pero es imposible, dadas las estructuras e instituciones económicas dejar de ser millonario.
La digresión se da porque es el mismo tema por el que la Academia sueca, dio ayer un reconocimiento al turco-estadounidense Daron Acemoglu y a los británico-estadounidenses Simon Johnson y James Robinson por sus investigaciones sobre la desigualdad de riqueza entre naciones.
Acemoglu y Robinson publicaron hace 12 años el libro “Por qué fracasan los países” y Simon Johnson lo comparte porque también hizo aportaciones importantes sobre el tema.
La académica y analista Denise Dresser, comentó en su cuenta de X, que el libro pone como uno de (sus muchos) ejemplos a México, e incluso menciona a Carlos Slim, como una ejemplo de la gran desigualdad que las instituciones económicas y políticas, provocan en el mundo según los ganadores del Nobel.
Los maestros del MIT y la Universidad de Chicago, son galardonados “por sus estudios sobre cómo las instituciones se forman y afectan a la prosperidad”, anunció el Comité Nobel de la Real Academia Sueca de las Ciencias.
Los tres economistas “han demostrado la importancia de las instituciones sociales para la prosperidad de un país”, agregó el Comité. “Las sociedades con un Estado de Derecho deficiente e instituciones que explotan a la población no generan crecimiento ni cambios a mejor. Las investigaciones de los galardonados nos ayudan a entender por qué”.
Corrupción y desigualdad
Según el libro de los ganadores del Nobel, la corrupción y desigualdad, es propiciado por las instituciones políticas y económicas. México sí es ejemplo de esta situación, las empresas más grandes pagan menos impuestos que las pequeñas empresas, lo que impondría una reforma fiscal, lo cual por cierto ya fue descartado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Podríamos centrarnos en el libro “No es normal”, publicado apenas el año pasado por Viri Ríos y las conclusiones son muy parecidas a los comentarios de Dresser, quien publicó en su cuenta de X: “Las claves del éxito son las siguientes: 1)La calidad de la instituciones (jueces por tómbola, no es la mejor vía para tener instituciones sólidas). 2) El Estado de derecho. 3) Modelos económicos incluyentes que no permitan la extracción de rentas por lo más ricos. Señalan a Carlos Slim y la persistencia nociva del capitalismo de cuates que genera pobreza, desigualdad y bajo crecimiento.
“Muchas de las reformas de AMLO/Morena/Sheinbaum corren en sentido contrario al camino que señalan. Y seguiremos siendo ejemplo del país que constantemente se sabotea a sí mismo”, comenta Dresser.
Pues bien, si quieren saber porque fracasan los países en el mundo, lean a los economistas ganadores en su libro “Por qué fracasan los países“; ahora bien, si quieren saber porque la desigualdad en México persiste, lean a Viri Ríos en “No es normal”.
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