La máxima de Sheinbaum
Entre las bases morenistas, se repite constantemente que la presidenta espera del partido Morena unidad y en la búsqueda de esa unidad la máxima es que: “moreno no come moreno”, que no es sino claramente una paráfrasis de “perro no come perro”. No quiere pleitos internos, ni que las contradicciones internas trasciendan los muros del partido. El complemento de los deseos de la Presidenta es que “la ropa sucia se lave en casa”. En un partido que tiene todo el poder, es lógico que haya luchas internas, es inevitable; lo único que pide CSP es que todo quede en familia, que no salga de los muros de Morena, que se vean como una familia feliz.
Juan Carlos Loera simplemente no entiende
Con una formación política tardía, de hecho en proceso, el senador Juan Carlos Loera de la Rosa, no obstante su larga carrera partidista, nunca tuvo un mentor en política, que es a la vez un oficio, un arte y una profesión. El senador Loera con sus declaraciones contra Brenda Ríos, Cruz Pérez Cuéllar y Mayra Chávez, más los que se acumulen esta semana, demuestra una gran falta de oficio, no ha encontrado el arte en su quehacer, y como profesión, la desea y la desprecia, de otra manera no se entienden sus enfrentamientos, sus contradicciones.
Mal conocedor de personas
Loera no sabe escoger sus batallas, por lo menos la mayor parte de la veces, creo que se le debe anotar como un triunfo el que no se construyera un puente elevado en la avenida Vicente Guerrero de Ciudad Juárez… pero una golondrina no hace verano. El equipo que lo rodeaba cuando era el superdelegado del Bienestar, no podía ser más deleznable, lo que lo exhibe como mal conocedor de personas. Hasta periodistas hampones lo han rodeado y esa condición es del conocimiento público. En esta misma línea de pensamiento que esperaba de Mayra Chávez, la ex presidente del CDM del PRI en Ciudad Juárez, a quien le abrió las puertas de par en par, al parecer el halago le baja las defensas… y ahora se extraña ¿Pues que esperaba?
Mal conocedor de personas (II)
Muchos son los desatinos de Juan Carlos en la selección de colaboradores, pero estas tres muestras nos dan una idea de su escaso talento como scout: Mayra Chávez, Brenda Ríos y Adriana Terrazas, hay va diciendo de que color pinta el guinda. Son sus errores y a lo hecho pecho, ya no tiene sentido que siendo del mismo partido se dedique a golpearlas, como lo hace con Mayra y con Brenda
Falta autocrítica
Andrea Chávez refiere cada hora, no, no tanto, cada 50 minutos, que ella ganó con 850 mil votos, que es la más votada en la historia del estado, lo cual es cierto, aunque fuera montada en la ola del amloismo. Sin embargo, Juan Carlos rara vez lo menciona, no lo presume nunca, porque sabe que los tiempos electorales fueron tiempos de bohemia, según lo refiere el delegado de la SEP Ulises García, quien era su asiduo acompañante. Esa campaña fue tiempo de vino y rosas para Juan Carlos, quien ahora se sube el ring, con o sin provocación. Reiteramos ¿que esperaba? si el abrió las puertas de morena a las mayras, las brendas y las adrianas; que no se llame a robado.
El síndrome del COVID
A cinco años de la crisis del Covid, cuando todo el mundo se encerró en su casa y empezó el trabajo desde el hogar en los muchos casos en que se podía y las reuniones se volvieron habituales vía Zoom, la costumbre en la clase política quedó muy arraigada. Es muy común que los diputados locales hagan presencia vía remota, para que no les pongan falta o bien el Instituto Estatal Electoral, de plano en sus convocatoria a reuniones, anuncia con descaro que será virtual. Ya ni para cobrar acuden a las oficinas, ya que les paga vía trasferencia electrónica, pueden trabajar y cobrar mientras disfrutan de sol y playa en las costas mexicanas…esa clase política tenemos.
Andrea Chávez necesita más que un coscorrón
Impresiona el talante y la soberbia de la senadora Andrea Chávez, en todo el país se comenta sobre sus gastos millonarios en precampaña para la gubernatura y ella, sin darse cuenta de sus desatinos, desmiente su fama de joven inteligente. Sigue hablando por ejemplo de que las caravanas de salud y las ambulancias seguirán, ahora sin su nombre y sin su rostro, pero la pregunta y la presunción de delito continuará: ¿Quién pompo?… sigue sin entender que ese es el problema, el origen del desmesurado gasto. Ya se habla de la compra de tres vehículos del año al contando, cierto o falso es lo de menos, tiene verosimilitud.