* La incubación
Las candidaturas políticas históricamente han tenido un periodo de incubación de un mínimo de 10 años, aun cuando hubo gobernadores que tuvieron que esperar mucho para lograr la candidatura y, en esos tiempos, la seguridad de la gubernatura. Sin importar el ser buen o mal candidato, en aquella época era suficiente un voto. No nos iremos muy lejos, en esta situación están Manuel Bernardo Aguirre y Óscar Flores Sánchez. En el caso del primero, fue el representante en Chihuahua de la candidatura de Plutarco Elías calles con tan solo 26 años, esperó paciente 46 años. Es famosa la frase de Óscar Flores de que le costó más de 20 nos cruzar la Avenida Universidad, ya que su residencia particular estaba frente a Los Laureles, la casa de gobierno de aquella época.
* Los de carrera corta
Los de carrera corta han sido Óscar Ornelas, quien por el dedazo de JLP en 1974 fue alcalde de Chihuahua y de allí lo sacó antes de terminar para hacerlo Senador y lo sacó de la senaduría para hacerlo gobernador y las presiones de Fidel Velázquez, lo sacaron de la gubernatura por aquella afirmación de que él trabaja bien con los alcaldes panistas que dos años antes de su salida ganaron las 17 presidencias municipales con mayor población en el Estado. Sólo se llevó seis años, pero el presidente de la República lo impuso armando una carrera política al vapor, incluso fue tesorero de la CNC a nivel nacional, para fines curriculares; ya venía de no acabar posiciones como la rectoría de la UACH, que tras graves conflictos tuvo de abandonar. Otro de carrera corta fue Patricio Martínez, quien de la mano de Baeza Meléndez, a quien después le fue ingrato, llegó al gabinete en 1991 (se le adelantó al PAN, que también le había puesto el ojo). Otro ejemplo es Pancho Barrio quien fue empujado a la política en 1983, cuando ganó la presidencia municipal de Ciudad Juárez y en once años llegó a la gubernatura, que había buscado en 1986.
* Han cumplido su periodo
José Reyes Baeza, se llevó 18 años entre su primera posición política en 1986, hasta su llegada a la gubernatura en 2004, empezó joven y arribó joven, siempre de la mano de su tío Fernando Baeza, quien artículo tres gubernaturas, la propia, la del sobrino y la del ingrato. El propio Baeza Meléndez se llevó doce años y prolongó su carrera hasta años muy recientes. El prófugo Duarte se llevó más, de militar en el PRI desde los 15, pero propiamente inició su carrera a principios de los años 90, cuando ocupó la diligencia de su partido en Parral. Se llevó casi 20 años. Y Javier Corral, ahí podemos compararlo sino con Manuel Bernardo, sino con Oscar Flores se llevó más de 30 años en cumplir sus deseos de niñez, se le acercó a su admirado Manuel Bernardo. Ambos tienen una cosa en común llegaron a contracorriente, nunca formaron parte de las élites.
* El PAN lo tiene resuelto
En el caso del partido en el poder, sus dos claros precandidatos: Maru Campos, alcaldesa de Chihuahua y Gustavo Madero Muñoz, cumplen con creces, los mínimos de militancia política y su periodo de incubación, de hecho el caso de este último, si llega puede acreditar 35 años de actividad política prácticamente ininterrumpida.
* El problema de Morena
Cruz Pérez Cuéllar puede acreditar más de 30 años de actividad política casi ininterrumpida, actual senador por MORENA, pero no militante, 25 de los cuales fueron exitosos en el PAN, partido del que fue dos veces presidente estatal. También cumplen una militancia político-partidista de más de 30 años Víctor Quintana Silveyra, los que de plano están verdes en estas lides son Juan Carlos Loera y Rafael Espino, ambos con carreras políticas muy recientes, prácticamente de 2018 para acá y un doctor familiar de gasolineras que también se menciona, pero se me escapa el nombre, todavía no empieza.
* Lo demás es lo de menos
Faltan otros partidos y los mencionados en el PRI, por ejemplo, cumplen muy bien el periodo de incubación, esto están con escasas posibilidades de lograr un triunfo; en Chihuahua la gubernatura esta entre MORENA y el PAN.
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