El presidente Andrés Manuel López Obrador se sumó a los gobiernos de Rusia y China en el reconocimiento al gobierno de Nicolás Maduro, que fue desconocido por países como Estados Unidos, Colombia y Brasil.
Entre tanto, las agencias de noticias reportan un saldo de siete muertos y 23 heridos, luego de que el Gobierno irrumpiera para dispersar a los manifestantes durante una protesta contra Maduro.
«Conozco el artículo 89, fracción X de la Constitución que establece que en política exterior nos debemos conducir con los principios de no intervención, de solución pacífica de las controversias. Sobre lo que está pasando en Venezuela, apoyo la postura de la Secretaría de Relaciones Exteriores», dijo en conferencia de prensa.
La Cancillería de México informó el miércoles que «no participará en el desconocimiento del gobierno de un país con el que mantiene relaciones diplomáticas».
En contexto, Estados Unidos, Canadá y otros 11 países latinoamericanos desconocieran a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y en su lugar otorgaran ese reconocimiento a Juan Guaidó, quien el miércoles se declaró «presidente encargado».
El líder de la Asamblea Nacional de Venezuela hizo este juramento durante una marcha en contra de Nicolás Maduro en Caracas.
Por su parte, López Obrador dijo que «no es que estemos a favor ni en contra, estamos por el cumplimiento de los principios constitucionales de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y respeto a los derechos humanos».
A su vez, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriore, declaró que México no acompañará el desconocimiento por parte de 13 países del Gobierno de Nicolás Maduro.
“Lo que pasó ayer tiene pocos precedentes, que en un mismo día se desconozca al gobierno de un país y se reconozca inmediatamente a otra autoridad”, señaló.
En el comunicado de la SRE lanzado el miércoles, la Cancillería indicó que tanto la administración federal como Uruguay abogaban por una reducción de las tensiones en Venezuela.
«De forma conjunta, el Gobierno de Uruguay y México formulan un llamado a todas las partes involucradas, tanto al interior del país como al exterior, para reducir las tensiones y evitar una escalada de violencia que pudiera agravar la situación», según el documento.
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