La línea de ropa y accesorios de Ivanka Trump ha anunciado su cierre definitivo luego de un boicot organizado por activistas que presionaron para que varias tiendas departamentales retiraran de sus anaqueles los productos de la hija consentida del Presidente de Estados Unidos.
La hija de Trump, anunció este martes que pondrá fin a su negocio particular, arguyendo que sus prioridades están concentradas en su trabajo en Washington, como asesora del Presidente. Ivanka, quien ya se había retirado del frente de su empresa, tras el triunfo de su padre, abandonó su trabajo en la compañía de moda al asumir el cargo político y reubicó sus activos en un fideicomiso, del cual continuaba obteniendo réditos. Su situación empresarial la colocó en una posición delicada en reiteradas ocasiones por un posible conflicto de interés y aprovechamiento de su puesto en el Gobierno.
«Después de 17 meses en Washington, no sé cuándo volveré o si volveré al negocio de moda, pero sí sé que mi enfoque para el futuro será el trabajo que estoy haciendo aquí, por lo que tomar esta decisión ahora es la única opción justa para mi equipo y socios», dijo la empresaria en un comunicado. Abigail Klem, la actual presidenta de la marca Ivanka Trump, aseguró que la decisión había sido «difícil» para la hija del Presidente.
Grandes tiendas de distribución, como como Nordstrom y Neiman Marcus, abandonaron la marca, tras la presión de activistas para boicotear los comercios que hacen negocios con la familia del presidente. A principios de este mes, la tienda minorista canadiense Hudson’s Bay –que incluye a las estadounidenses Saks Fifth Avenue y Lord & Taylor– decidió eliminar gradualmente la marca.
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