Washington, D.C.– Estados Unidos está intensificando sus planes para detener a inmigrantes indocumentados en centros militares de todo el país, una ampliación significativa de los esfuerzos de la Casa Blanca por utilizar recursos bélicos para cumplir con las deportaciones masivas prometidas por el presidente.
El equipo de Donald Trump está desarrollando un centro de deportación en Fort Bliss, cerca de El Paso, que podría llegar a albergar hasta 10,000 inmigrantes indocumentados mientras pasan por el proceso de deportación, según fuentes internas.
Un modelo para futuras detenciones
Fort Bliss serviría de modelo, ya que el gobierno pretende construir más centros de detención en emplazamientos militares de todo el país —desde Utah hasta la zona próxima a las cataratas del Niágara— para compensar la falta de espacio en las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), dijeron los funcionarios.
Hablaron bajo condición de anonimato para discutir los detalles de un plan que aún está en sus primeras fases y que todavía no se ha ultimado, según reportó The New York Times.
El uso de bases militares para detención de inmigrantes
Los gobiernos anteriores han retenido a algunos inmigrantes en bases militares, sobre todo a niños que luego eran entregados al cuidado de familiares o amigos. Las bases servían como refuerzo de emergencia cuando el sistema de albergues del gobierno federal alcanzaba su capacidad.
Sin embargo, el plan del gobierno de Trump ampliaría esa práctica al establecer una red nacional de centros militares de detención para inmigrantes sujetos a deportación.
La propuesta supondría una importante escalada en la militarización de la aplicación de las leyes de inmigración, después de que Trump dejara claro al llegar al poder que quería apoyarse aún más en el Pentágono para frenar la inmigración.
Dudas y preocupaciones sobre el plan
Para los funcionarios de Trump, el plan ayudaría a resolver la escasez de espacio para retener a la gran cantidad de personas que esperan detener y deportar. Pero también plantea dudas sobre la reorientación de recursos militares y los programas de entrenamiento.
Los oficiales militares advierten que el impacto dependería de la magnitud de las detenciones y del tiempo que los migrantes permanezcan bajo custodia. Además, los defensores de los derechos de los inmigrantes han señalado un historial de malas condiciones para los retenidos en instalaciones militares.
«Es más que extraño», dijo Gil Kerlikowske, ex comisario de Aduanas y Protección Fronteriza. «Asegurar a la gente requiere mucha mano de obra y también podría requerir muchos recursos».
Esfuerzos de militarización de la inmigración
Trump ha hecho de la deportación masiva una pieza central de su presidencia, tras una campaña en la que los votantes estadounidenses de todos los partidos se inclinaron hacia la derecha en materia de inmigración.
Hasta ahora, el Pentágono ha desplegado 5,000 soldados en activo y miembros de la Guardia Nacional en la frontera sur para ayudar a la Patrulla Fronteriza, con el objetivo de duplicar esa cifra en las próximas semanas.
También trasladó en avión a un pequeño número de migrantes a Guantánamo, antes de reubicarlos en otros países. Además, ha difundido fotos y videos para promover las duras medidas migratorias, incluidos primeros planos de inmigrantes con grilletes.
Sin embargo, el gobierno aún no está deteniendo a inmigrantes a un ritmo que llenaría una red nacional de instalaciones militares. Los agentes del ICE realizaron más de 15,000 detenciones entre el 21 de enero y el 13 de febrero, según el Departamento de Seguridad Nacional.
Fort Bliss como punto de partida
No está claro cuántos inmigrantes podrían ser retenidos en las distintas instalaciones militares, ya que el gobierno de Trump probablemente creará nuevos campamentos de tiendas de campaña en el espacio que las rodea.
Algunas instalaciones, como Fort Bliss, ya han albergado migrantes en el pasado, pero un aumento de miles de personas podría poner a prueba la seguridad del perímetro. El ejército podría verse obligado a traer refuerzos a las distintas bases, lo que interrumpiría sus actividades habituales.
Los funcionarios esperan retener a solo 1,000 inmigrantes en Fort Bliss en la fase inicial, pero en última instancia podría albergar a muchos más.
La postura del gobierno de Trump
La Casa Blanca remitió las solicitudes de comentarios sobre el plan a los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional, que no respondieron.
Stephen Miller, vicejefe de gabinete de Trump, subrayó la intención de la administración de seguir apoyándose en los recursos del Departamento de Defensa.
«Ha abierto Guantánamo y está utilizando aviones militares para llevar a cabo deportaciones por todo el país», dijo Miller en una rueda de prensa. «Aquí no se entra ilegalmente. No entrarán».
El gobierno de Trump eligió Fort Bliss como punto de partida después de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, visitara la base a principios de mes.
Impacto y posibles consecuencias
Cuando el gobierno termine de evaluar las detenciones en Fort Bliss en los próximos dos meses, considerará la posibilidad de ampliar la iniciativa a otras bases militares, incluidas instalaciones en Florida, Nueva Jersey, Utah, Nuevo México, Colorado, Oregón, Minnesota, Wyoming, Washington, el norte de California y cerca de las cataratas del Niágara.
Debido a los recursos limitados, el ICE actualmente detiene a unas 40,000 personas en prisiones privadas y cárceles locales, una cifra inferior a la del primer gobierno de Trump.
«Se están quedando sin instalaciones del ICE, se están quedando sin camas», advirtió Theresa Cardinal Brown, ex asesora de Aduanas y Protección de Fronteras.
El uso de bases militares podría proporcionar más espacio, pero también ha generado preocupaciones.
Después de que el gobierno de Biden alojara a miles de niños inmigrantes en Fort Bliss, un organismo de control interno detectó que los menores sufrían angustia y ataques de pánico debido a la falta de recursos y de personal capacitado.
Algunos migrantes fueron retenidos hasta dos meses antes de ser liberados en Estados Unidos.
Por ahora, el gobierno de Trump afirma que las bases solo servirán como centros de detención temporal antes de la deportación de los inmigrantes.