El 2018 ya está aquí, con 365 nuevas oportunidades de ser mejores. Y como siempre sucede alrededor de estas fechas empezamos a hacer un balance de lo bueno y malo del año que termina.
Ciertamente el 2017 no fue un año fácil, la paz que creíamos recobrada, ha vuelto a verse amenazada, desastres naturales dejaron grandes pérdidas, el aumento de precios en bienes y servicios también han causado preocupaciones a más de uno.
Pero el cierre de un ciclo y la apertura de uno nuevo se presenta también como una oportunidad de empezar de cero, dejar a tras lo malo y seguir adelante afrontando los retos que este 2018 nos pueda poner enfrente.
Este año es de grandes definiciones para nuestro país, como lo es una elección presidencial. Aquí no vamos a resaltar las cualidades de algún candidato y engrandecer los defectos de otro. No.
Lo que sí vamos a hacer es invitarlos a hacer un examen a conciencia y salga a votar por el candidato que usted elija, pero es importante que salgamos a votar y expresemos nuestra voluntad sin coacción de por medio. Y si no le convence alguno de los contendientes pues anule su voto, que también anulando hacemos uso de nuestro derecho de expresión. Pero salgamos a votar.
Por nuestra parte deseamos que el 2017 haya sido un año de aprendizaje y grandes experiencias. Muchos habrán tenido grandes pérdidas y decepciones. Recordemos con amor y respeto a los que se nos adelantaron, aprendamos de lo malo y continuemos adelante.
Celebremos que nosotros seguimos aquí, con 365 oportunidades por delante de sacarle algo bueno a la vida. Hagámoslo.
El personal y directivos de Semanario, les desea a sus lectores y patrocinadores un feliz y próspero año 2018.
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