Primera de dos partes
En la Hacienda de Siquisiva, municipio de Navojoa, Sonora, nació Álvaro Obregón Salido, el cual tuvo dos esposas, la primera, Refugio Urrea, con quien procreó dos hijos, la segunda se llamó María Tapia Monteverde, con la cual tuvo siete hijos.
Álvaro Obregón fue presidente, del 6 de diciembre de 1920 al 31 de noviembre de 1924. En una ocasión comentó: «En política, el que mata es el que gana, él ordenó la muerte de un centenar de Generales, como el del general Francisco R. Serrano, quien estaba festejando un aniversario con sus amigos en Cuernavaca, siendo allí detenidos y llevados a Huitzilac, Morelos, y sin formación de causa fue asesinado por el testaferro Roberto Cruz, junto con los generales Miguel A. Peralta, Daniel A. Peralta, Carlos A. Vidal, Carlos V. Ariza, coronel Hilario Marroquín, mayor Ernesto Noriega Méndez, Lic. Otilio González y Rafael Martínez Escobar, además los señores Antonio Jáuregui, Enrique Monteverde, José Villa Arce, Augusto Peña, Alfonso Capetillo y Robles, Octavio Almada, Pedro J. Almada, salvándose Francisco J. Santamaría, quien se vistió de mujer y huyó desde Cuernavaca a los Estados Unidos, él fue gobernador del Estado de Tabasco de 1947 a1952.
Otros que no tuvieron suerte fue el general Benjamín G. Hill, el cual fue envenenado en un agasajo en su honor, otros fueron el general Arnulfo R. Gómez, a quien fusilaron en Coatepec, Veracruz, Juan Carrasco, Doroteo Arango conocido como Pancho Villa, etc.
Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles lucubraron quitarle el poder a Venustiano Carranza, para ello le enviaron un telegrama al comandante militar del sector Tampico, coronel Lázaro Cárdenas del Río, dándole instrucciones terminantes de darle fin a don Venustiano, él endosó la orden al general Rodolfo Herrero, quien estaba haciendo méritos, éste se encaminó a la estación Aljibes, y al hacer contacto con la pequeña columna que protegía a Venustiano Carranza los guió hasta Tlaxcalantongo, en donde habían de pasar la noche y a las 3:45 de la mañana del 21 de mayo de 1922 fue asesinado Venustiano Carranza y demás acompañantes, siendo los ejecutores Hermilo Herrero y Manuel Márquez.
Es interesante leer el libro que escribió Miguel A. Márquez El verdadero Tlaxcalantongo, un 18 de junio de 1922, el teniente Melesio Valderrábano, hizo prisioneros a Hermilio Herrero quien fungía como presidente municipal de Zaragoza, Puebla, y a Manuel Márquez, los cuales fueron fusilados ese mismo día.
Lázaro Cárdenas trasladó al esbirro de Rodolfo Herrero de Papantla a Tuxpán, de allí, a Tampico, prosiguieron a Monterrey, utilizaron el ferrocarril para llegar a la Ciudad de México, de inmediato se presentaron ante los infidentes de Agua Prieta, quedando Lázaro Cárdenas sorprendido al observar que al magnicida de Rodolfo Herrero le otorgaron una gratificación en efectivo, los generales Obregón y Elías Calles convinieron dejar pasar un lapso de tiempo a fin de que el escandalo se enfriara, mientras tanto armaron la farsa de un juicio en contra del general Rodolfo Herrero, quien estuvo una semana en la prisión de Santiago Tlatelolco, siendo después incorporado al Ejército Mexicano con su grado de General, este sujeto murió en la ciudad de Monterrey en 1964.
Al coronel Lázaro Cárdenas lo ascendieron a General de Brigada, a sus 25 años lo nombraron Comandante Militar y Gobernador Provisional de Michoacán, siendo sustituido por el general Francisco J. Mújica quien se posicionó del Gobierno y al no controlar la rebelión en varios municipios de los 113 existentes en dicho Estado, la Legislatura le concedió licencia por un año, al pasar el lapso, quiso recobrar el poder, pero el Congreso lo desaforó. Mújica obtuvo el amparo de la justicia federal y reasumió su cargo en diciembre de 1923, fue aprehendido por usurpación de funciones y conducido a la Ciudad de México para fusilarlo, Obregón dio marcha atrás y Mújica salvó la vida.
En 1921 se materializó el auge petrolero con una producción de 191 millones de barriles de petróleo, la tesorería del gobierno de Obregón llegó a recaudar 291 millones de pesos en 1924, más del doble de lo que obtuvo en 1910 el gobierno del general Porfirio Díaz.
Sobre el Tratado de Bucareli, éste fue firmado el 10 de septiembre de 1923 por los señores George F. Sumerling en representación del presidente norteamericano Warren Gamaliel Harding y por el Ing. Alberto J. Pani quien estampó su firma por el poder otorgado por el presidente Álvaro Obregón.
Para cubrir las apariencias Obregón ordenó a la Suprema Corte de Justicia que declararan la no retroactividad del artículo 27 constitucional.
Se desconocen las cláusulas secretas del Tratado de Bucareli, así como las condiciones impositivas que indicó el gobierno norteamericano al gobierno de Obregón.
El 23 de enero de 1924 el senador campechano, Lic. Francisco Field Jurado fue asesinado por oponerse a la aprobación del nefasto Tratado de Bucareli, en donde Álvaro Obregón insistió que fuese aprobado, ya que así podría solicitar préstamos a los Estados Unidos.
Además envió Obregón al secretario de Hacienda Adolfo de la Huerta a Nueva York, para que arreglara la deuda mexicana con el representante de los acreedores el banquero Thomas W. Lamonti, quien exigió que el gobierno de México reconociera deudas por mil millones de pesos, más 500 millones de pesos de la deuda ferroviaria y otros 400 millones de pesos por conceptos de réditos atrasados y que se pagaran en efectivo las pérdidas y daños ocasionados por los revolucionarios a las haciendas propiedad de norteamericanos localizados al norte de la República Mexicana.
Cuando Obregón dejó la Presidencia a Plutarco Elías Calles, Obregón regreso a Sonora, compró la finca Náinari, se apropió de un latifundio de 3,500 hectáreas propiedad de los indios yaquis en donde empleó a millar y medio de peones, convirtiéndose en el principal exportador de garbanzo, adquirió varias minas, pero el poder lo añoraba, aseguró tener muy buena vista, expresando: «Desde aquí alcanzo a ver la Presidencia de México».
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