El 28 de septiembre es el Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro y cada año desde 1990 convoca a miles de mujeres alrededor del mundo para exigir la despenalización de la interrupción del embarazo y facilitar el acceso al aborto seguro con el objetivo de evitar que millones de mujeres mueran por practicarse abortos clandestinos e inseguros. México es uno de los países con más atraso en materia de derechos reproductivos para la mujer, por lo que es urgente una seria discusión, que permitan la despenalización del aborto y acabar con los estigmas alrededor de la interrupción de un embarazo, voluntario o natural.
En nuestro país el aborto es la quinta casusa de muerte materna, de estos casos, el 57 por ciento está relacionado con abortos clandestinos. Sin tener datos fehacientes lo que es seguro, es que en México se aborta y muchas veces en condiciones insalubres y con métodos barbáricos. Según un estudio en territorio nacional se llevan a cabo hasta un millón de abortos al año y mujeres están muriendo.
Y si no mueren, pueden acabar en la cárcel. En México en los últimos 17 años, 3,900 mujeres han sido criminalizadas por abortar y lo más grave es que en su mayoría son de origen humilde o campesino. En nuestro país, abortar es una cuestión de clase social. Las mujeres con recursos lo pueden pagar y practicarse un aborto de manera segura, las pobres van a prisión, esa es una manera de resumir el tema.
Lo más grave es que debido al estigma existente respecto a la interrupción de un embarazo, es que mujeres han pisado la cárcel incluso cuando se ha sufrido un aborto espontáneo, es decir de manera natural, esto debido a que si el doctor o enfermera en turno lo consideran un aborto clandestino, se da el caso que dan parte al Ministerio Público.
Otro caso alarmante es las pocas causales de aborto legal en el país, las cuales empujan a las mujeres a dar a luz a hijos producto de violaciones, si el caso no se prueba como tal, hijos con alteraciones genéticas o congénitas. En nuestro país estamos obligando a las mujeres a continuar con embarazos aun cuando éste pone en riesgo su salud e incluso su vida, las estamos enviando a la cárcel incluso si el aborto es imprudencial. Estamos obligando a familias a tener hijos incluso cuando no pueden mantenerlos.
Urge revisar las causales de aborto legales, y la despenalización. La maternidad debería de ser una opción no una obligación, sobretodo en un país como el nuestro, que promueve la abstinencia, que considera que la repartición de preservativos es una invitación al sexo desenfrenado, donde unos se oponen a la impartición de educación sexual en las escuelas y otros consideran que los hijos son un regalo de Dios aunque muchas veces no se tenga con qué mantener a la bendición.
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