Martha McSally, candidata republicana moderada, logró arrebatarle la candidatura al ex sheriff del condado de Maricopa en Arizona, conocido por el trato discriminatorio y racista contra los hispanos y cuya pre candidatura fue avalada por el presidente Trump.
Las primarias del estado de Arizona se han convertido en una muestra de lo que podría venir para el trumpismo más rabioso en las próximas elecciones de noviembre, por el perfil extremo de los candidatos que se presentaban, a los cuales ha logrado derrotar McSally.
La victoria de la congresista Martha McSally fue contundente. Con solo el 9{1735f8c4d45cf8a7c22ecbf90211e3be8db77eaf7294ee842f16f03e71870070} de las mesas escrutadas sumaba el 51{1735f8c4d45cf8a7c22ecbf90211e3be8db77eaf7294ee842f16f03e71870070} de los votos. Martha McSally es una republicana tradicional, respaldada por el establishment, como lo era el senador al que va a sustituir, Jeff Flake. Sus dos rivales, la antigua senadora estatal Kelly Ward, y el exsheriff Joe Arpaio, simbolizan lo más extremo del trumpismo xenófobo.
Joe Arpaio, de triste memoria para la población latina en Arizona, fue condenado por racismo y retirado del puesto que había ocupado por años. Fue uno de los primeros en alabar la candidatura de Trump en 2015, y éste último no tardó en regresarle el favor al otorgarle un perdón presidencial y apoyar su precandidatura al Senado.
Arpaio y Ward fueron arrasados en las urnas, demostrando que el trumpismo sólo funciona con Trump.
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