Les voy a contar una historia con final feliz. Había una vez una linda jovencita, que le gustaba mucho el centro de su ciudad, su ciudad fea para muchos, para ella era su amado y lindo hogar; lleno de rinconcitos que encontraba fascinantes, uno de ellos la Plaza Cervantina, ese lugar le parecía un sitio desaprovechado y lleno de potencial, que había sido olvidado por sus ruines, ambiciosos y viles gobernantes.
Ella soñaba con ver una obra de teatro clásico en ese lugarcito, y siempre que pasaba por ahí se lo imaginaba: «las sillas por aquí, el escenario por acá y la damisela se asoma por ese balcón», pensaba ella.
Y sucedió que un día, un milagro ocurrió, porque unas buenas y desinteresadas personas les pareció también que ese lugarcito peligroso y sucio del centro se merecía un mejor destino que al que sus ambiciosos e ignorantes gobernantes lo habían condenado. Hoy gracias a esos soñadores, esa linda, pero ya no tan jovencita, pudo ver una obra de teatro en ese lindo rinconcito de su amada ciudad.
Muchísimas felicidades y gracias al Edificio de los Sueños y a Colectivo Rezizte por hacer el sueño realidad.
p.d. Las felicitaciones y el agradecimiento no van extensivas al Municipio, a esos no, que llega cuando otros ya le pusieron la mesa.
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