Se había tardado pero finalmente llegó, el caso Odebrecht llegó a México, ha pegado de lleno y ha empezado a causar estragos en el círculo más cercano al presidente Enrique Peña Nieto, luego que se diera a conocer que Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex y amigo cercano del presidente recibió diez millones de dólares por parte de la compañía constructora brasileña Odebrecht.
Desde que Estados Unidos diera a conocer la trama en la que la compañía brasileña repartió 439 millones de dólares, ha dejado un reguero de políticos y funcionarios importantes indiciados y detenidos por distintos países de América Latina entre ellos: Argentina , Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú.
El caso Odebrecht finalmente llegó al país, que había logrado mantenerse apartado del escándalo de corrupción más grande de los último años en América Latina, hasta que se dio a conocer que Emilio Lozoya recibió diez millones de dólares por parte de la constructora brasileña, cuatro de ellos entre abril y diciembre del 2012, es decir en pleno año electoral y cuando Lozoya se desempeñaba como el Coordinador de Vinculación Internacional en la campaña del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
Hace unos días el ahora ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), Santiago Nieto, aseguró que Lozoya Austin le exigió ser exonerado del caso y pedía una disculpa pública, a raíz de esta revelación fue separado de su puesto, dejando a la fiscalía electoral acéfala en pleno procesos electoral, caso que se suma al de Raúl Cervantes y la fiscalía general.
Peña Nieto está decidido a terminar el último tramo de su gobierno el cual ya pasó a la historia como uno de los más corruptos, en el que hasta su esposa y su ex secretario de Hacienda se vieron envueltos en grandes casos de corrupción (los cuales fueron desestimados por un fiscal a modo), y el período presidencial con más muertos. Está decidido a sobrellevar lo que le resta al sexenio sin fiscal general y sin fiscal electoral, como sea.
Mientras, compra tiempo y se asegura de evitar que Andrés Manuel López Obrador llegue a la presidencia, el cual está en medio de una campaña de desprestigio, en la cual, gabinete e iniciativa privada se dedican a alertar del peligro de AMLO al que han llegado a comparar con Donald Trump y sus propuestas las han calificado de «norcoreanas»
El caso es muy claro, el Presidente está decidido a protegerse él y proteger a su amigo. Mientras en el resto de la América Latina algunos funcionarios y mandatarios están siendo investigados y algunos ya cuentan con orden detención, aquí a diferencia de otros países, no pasa nada. No importa que México esté hundido en muertos y corrupción.
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